Enzo Di Fabio afirma que el objetivo de la agrupación La Carlos Menem es darle volumen político a La Libertad Avanza: “Necesitamos jóvenes que puedan estar a la altura de disputar lugares en los consejos deliberantes, en la legislatura y que puedan salir a bancar en las universidades y en las calles la gestión del presidente Javier Milei”. Además el líder de la agrupación coincidió en La Previa de Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190), con las críticas al presidente Raúl Alfonsín: “No estamos acostumbrados a analizar objetivamente su figura”.
Enzo Di Fabio es líder de la agrupación "La Carlos Menem" y coordinador general del Foro Panamericano de Jóvenes Políticos.
Alejandro Gomel: ¿Qué es La Carlos Menem?
Es una agrupación política que surge del seno de La Libertad Avanza y que agrupa a jóvenes dirigentes conservadores y libertarios. Quienes conducimos la agrupación tenemos alrededor de 35 años, pero el promedio está entre 20 y 23. Lo que buscamos es darle volumen político a La Libertad Avanza que es un partido formado con muy poco tiempo, con gran predicamento en redes sociales pero con la necesidad de asentarse en el territorio.
Nosotros tenemos una mirada muy positiva sobre muchas cosas que se hicieron bien en los 90 y entendemos que el presidente tiene desafíos similares a los que tuvo Carlos Menem, cuyo liderazgo político es una inspiración.
AG: ¿La agrupación es una forma de organizar ese anarquismo que se observa en las redes sociales respecto a los seguidores de La Libertad Avanza?
En un sentido, sí. Afortunadamente, nuestra fuerza política ha dado un paso institucional importantísimo con la constitución del partido que es conducido a nivel nacional por Karina Milei y que tiene sus armadores locales y provinciales. A ese crecimiento hay que darle fuerza juvenil organizada con jóvenes que puedan estar a la altura de disputar lugares en los consejos deliberantes, en la legislatura y que puedan salir a bancar en las universidades y en las calles la gestión del presidente Javier Milei.
Claudio Mardones: Teniendo en cuenta que Carlos Menem fue una figura del peronismo, ¿se consideran peronistas en la agrupación?
En La Carlos Menem somos menemistas. Al definirnos como menemistas, algunos vienen con alguna trayectoria en el peronismo y otros no. Lo que hay es una mirada muy positiva sobre cómo se ejerció el poder en los 90. Lo que seguro no van a encontrar en La Carlos Menem son retazos de gorilismo, pero tenemos de todo.
Javier Milei: fenómeno de historieta
AG ¿Qué cosas no tendría que hacer Javier Milei que sucedieron durante el gobierno de Carlos Menem?
Los contextos son distintos. Hay privatizaciones que en este nuevo contexto podrían mejorarse. Después hay muchas similitudes. Los dos recibieron un Estado muy grande y desordenado.
AG: Pensé que me ibas a hablar de la corrupción de los 90.
Ese juicio se lo dejamos a la historia y a los expedientes judiciales. Nosotros miramos al futuro, sin justificar lo injustificable. También entendemos que se pone una mirada sobre ese tema con un nivel de rigor que no se pone cuando se analizan otros procesos como el del kirchnerismo, pero nosotros miramos para adelante.
AG: Hay quienes dicen que La Carlos Menem va a ser como La Cámpora de Milei. ¿Encontrás alguna similitud?
Diría que ninguna. Por un lado, nos diferenciamos en el origen porque La Cámpora se construyó de arriba hacia abajo, se formó por una decisión de Casa Rosada durante el gobierno de Cristina y fue sostenida por la caja del Estado y los recursos de los cargos públicos. Nosotros somos jóvenes que no están creados al amparo de ningún fondo público, el otro día hicimos un acto bancado con el bolsillo de los militantes y el rango más grande que puede tener alguno de nosotros es ser asesor de algún legislador.
Además, somos esencialmente distintos en lo ideológico. La Cámpora ve al Estado como un botín para repartir, para nosotros el Estado es el mejor eje transformador para la vida de las personas pero no le tiene que pisar la cabeza a los contribuyentes. Tenemos una visión más sana de la historia y entendemos que no se construye desde el resentimiento, a diferencia de La Cámpora que ha potenciado el resentimiento respecto a la década de los 70 y a las fuerzas de seguridad.
Los sindicalistas que no son casta para Milei
AG: ¿Lo ven a Milei como una figura muy antiperonista?
No, en absoluto. Si uno mira con objetividad a Milei se da cuenta que no tiene nada de gorila. Eso se observa en las expresiones que tuvo durante la campaña y en la conformación de sus equipos de gobierno. La familia Menem tiene un lugar importante en la estructura y el armado político y hay varios ministros que tienen origen en el peronismo.
Lo que denuncia Milei es que el peronismo hizo de la pobreza un insumo de poder. Además, hay una fuerte crítica y una revisión histórica sobre la figura de Alfonsín. En ese sentido, Javier Milei ha generado la novedad en el debate político sobre la figura no tan benéfica que tuvo en la historia argentina Raúl Alfonsín y desenmascara que tuvo un rol negativo y, por una cobertura histórica, se le ha dado una impunidad casi sagrada.
AG: ¿No te parece algo insostenible hablar de un golpe de Estado de parte de Alfonsín a De La Rúa cuando hubo 38 muertos en las calles?
Para analizar un hecho histórico, me parece un error hacerlo con la ponderación de hechos históricos precedentes como se hace con Alfonsín y la mención al Juicio a las Juntas. Que De la Rúa se haya ido en un helicóptero corresponde a errores propios, pero también a un vaciamiento político desde adentro, primero a nivel partidario y luego a nivel institucional desde el Senado. Poner eso en cuestión no me parece exagerado. El problema es que no estamos acostumbrados a analizar objetivamente la figura de Alfonsín.
Al analizar la gestión de Carlos Menem, aseguraste que los temas de corrupción los tiene que manejar la Justicia. En el caso del gobierno de De la Rúa, en ningún momento la Justicia cuestionó la participación de Alfonsín en su renuncia.
Lo que pasa es que vos te referís puntualmente a la cuestión de la represión que es algo que le corresponde al Poder Ejecutivo y Alfonsín no era parte de eso. Pero otra cosa son las responsabilidades políticas y la sostenibilidad que se le puede dar un gobierno para que lleve adelante su plan y Alfonsín era muy importante ya que encabezó la lista de senadores en la provincia de Buenos Aires y después le retiró el poder.
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