Tras una larga campaña, Donald Trump se impuso ante la candidata demócrata Kamala Harris y se convirtió en el 47° presidente de Estados Unidos. Fernando “Chino” Navarro analizó las elecciones y afirmó que Trump mejoró su desempeño en barrios obreros respecto de la elección en 2020: “La política tradicional le dio la espalda a la gente y perdió el territorio” dijo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Fernando “Chino” Navarro fue secretario de la Jefatura de Gabinete del gobierno de Alberto Fernández. También es cofundador del Movimiento Evita y es concejal del partido de Lomas de Zamora por el Partido Justicialista.
¿Cree que Estados Unidos y el mundo amaneció un poco peor?
Sí, creo que el mundo es más peligroso. Nosotros estuvimos en Pennsylvania y en Ohio, donde pensamos que se iba a dar un quiebre en los votos. Aunque no esperábamos un triunfo de Kamala, la historia ya estaba escrita.
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Los dirigentes demócratas de izquierda, que los estadounidenses llaman demócratas socialistas, nos comentaron que el Partido Demócrata está vacío de ideas, vacío de militancia, totalmente profesionalizado y que ha perdido contacto con su imagen. Incluso en estados donde Kamala ganó bien, como en Nueva York o Nueva Jersey, el voto de Trump creció en barrios obreros.
El mundo se va a encontrar con un presidente violento y agresivo que nos puede llevar a situaciones no queridas. Ojalá no ocurra, pero todos tenemos un poco más de miedo.
El inmigrante votó por Trump, incluso el que fue ilegal al llegar, con la idea de que no lleguen nuevos. Algo similar sucedió en Argentina con el voto a Milei de personas que cobran planes sociales, pero que creían que otras personas no los merecían. ¿Cuál es tu reflexión sobre esos obreros que votaron por Trump y esas personas que cobran planes y votaron por Milei?
Hay un indudable paralelismo entre el voto a Trump y Milei. En ciudades como Cincinnati, Pittsburgh o Springfield, el latino, el afroamericano o el blanco sin formación universitaria siente que cuando Trump agrede, agrede a un otro y no a ellos mismos. Agrede a los otros vagos, a los otros inmigrantes y a los otros delincuentes, porque ellos se consideran trabajadores que cumplen con la ley y están enmarcados en el sueño americano.
Esto se vio en estados históricamente demócratas. En lugares donde el Partido Demócrata antes ganaba con el 70%, algunos condados votaron mayoritariamente por Trump, a diferencia de las elecciones pasadas.
Al hablar con los latinos, les hablaba con un grado de complicidad porque somos compañeros de raza. Charlando con algunos me di cuenta de que habían votado a Trump, y no por eso son malas personas porque la cuestión es mucho más compleja que la persona en sí.
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Como el mundo peronista, radical y Nac & Pop, el mundo demócrata perdió la batalla hace rato y seguimos discutiendo sobre cosas que la sociedad no discute ni entiende. Tengo un gran respeto por Juan Manuel Olmos, pero qué le importa a la gente las auditorías y esas cuestiones que discutimos nosotros.
Acá el tema son los salarios y que los delincuentes no cometan delitos atroces. Trump dijo que en Springfield los haitianos se comían a los perros de los estadounidenses, y más allá de que eso fue desmentido, un sector de la sociedad le creyó porque hay una voluntad de creer ante una política tradicional.
La política tradicional le dio la espalda a la gente y perdió el territorio. Son todos profesionales, tienen guardaespaldas y no tienen idea lo que le pasa a la gente común. Lo mismo pasa en nuestro país en otra escala.
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