Como una moneda con sus dos caras, las exportaciones del sector agroindustrial tuvieron un doble registro: por una parte un incremento de casi el 20% en el volumen de ventas a los mercados externos, a la vez que este crecimiento se proyecta con el desafío de superar numerosas trabas a futuro.
Será necesario afrontar y resolver diversos problemas que se presentan como limitantes para seguir creciendo, con nuevos y más acuerdos internacionales y eliminando las trabas. Se trata de uno de los sectores más productivos, golpeado pero con gran resiliencia, y con la mayor capacidad de respuesta a los incentivos.
Campeones pero con trabas
Según los datos que arrojó el último Monitor de Exportaciones Agroindustriales que realizó la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), “hay buenas y malas noticias” para las distintas 20 cadenas o complejos productivos sondeados. Por una parte, las exportaciones del sector agro, medidas durante el primer semestre del año, subieron un 19% interanual respecto del mismo período del 2023.
No obstante, en paralelo la actividad enfrenta gran cantidad de trabas para seguir desarrollándose, “lo que genera poco incentivo para que haya más inversiones, se genere más empleo y entren más dólares”, señaló Nicolle Pisani Claro, economista Jefe de la entidad.
Cuáles son los productos que más exporta el sector agropecuario
Es indiscutible que la Argentina tiene potencial de campeón, pero el informe de FADA tomando 10 distintos indicadores hizo un relevamiento de los productos para dar respuesta a una situación que interpela: ¿Qué frena a Argentina para escalar en el comercio global?
Podio mundial de la agroindustria argentina
El Monitor de FADA indicó que el país es “primer exportador mundial de jugo y aceite de limón y de aceite de soja". También segundos en maní, porotos y yerba y terceros maíz y harina de soja. A su vez, el trigo llega a más de 25 países y en más de 80 disfrutan las uvas y vinos argentinos”.
En ese sentido, Pisani Claro precisó: “Podemos destacar la carne vacuna argentina, que es muy bien recibida en el mundo: estamos en las mesas de más de 50 países. Esta cadena lleva exportado en este primer semestre 1.750 millones de dólares, es el 7% del total de las exportaciones agro, es la 4° cadena generadora de dólares y ocupa el 6° puesto a nivel mundial en el comercio de carne”.
Los mayores generadores de divisas
El sondeo de producciones que hizo la Fundación Agropecuaria FADA mostró que en la actualidad la mayor generación e ingreso de divisas al país proviene precisamente de las cadenas agroindustriales: 6 de cada 10 dólares son aportados por el agro. De hecho, durante el primer semestre del año totalizó un acumulado de USD 24 mil millones que ingresaron a la economía argentina. El informe señala que esas divisas “son necesarias para comprar lo que no se produce en el mercado local, evitar crisis y generar más empleo”.
“Estamos en el primer puesto mundial como exportadores de jugo y aceite de limón y de aceite de soja. Somos segundos en maní, porotos y yerba y terceros maíz y harina de soja. Nuestro trigo llega a más de 25 países y en más de 80 disfrutan de nuestras uvas y vinos y nuestra carne vacuna es muy bien recibida en el mundo: estamos en las mesas de más de 50 países”, destacó Pisani Claro, analista a cargo del trabajo.
Al hacer un análisis desagregado de cómo se reparten las exportaciones, el Monitor señaló que “el 72% proviene de las cadenas de granos, el 13% de economías regionales, el 8% de las carnes, el 2% de lácteos y el 5% de otras cadenas”.
El estudio también remarcó que la Argentina se posiciona entre los principales países exportadores globales aún sin las mejores condiciones. “Hay mucho más por crecer, tanto para el agro como para los otros sectores de la economía, es muy importante que traccionen todos en conjunto”, menciona el informe.
Sin acuerdos y exceso de burocracia
El relevamiento de la Fundación FADA identifica un mínimo de cuatro trabas que frenan y operan como limitantes principales para que el país quede mejor posicionado en los mercados globales. Se destacan “la falta de acuerdos internacionales, una excesiva cantidad de trámites administrativos, los derechos de exportación y el atraso cambiario para lograr el negocio”.
“Uno de los factores que analizamos en el Monitor es la inserción internacional, es decir, cuánto llegamos a diferentes países con nuestros productos. Detectamos que Argentina viene de un estancamiento de muchos años respecto a la cantidad de países con los que comercializa”, apuntó Ariño.
Desde FADA remarcan que los acuerdos comerciales entre países pueden darse de muchas formas, pero el principal objetivo es “reducir barreras”, como las sanitarias o los impuestos a los productos que otros países importan desde Argentina y así fomentar el comercio internacional”. Además, advierten que Argentina tiene solamente “8 acuerdos frente la Unión Europea con 40, Chile con 32, China con 18, Estados Unidos con 14”. “Es necesario establecer alianzas estratégicas que dinamicen nuestras ventas al mundo”, explican.
Los economistas de la entidad señalan que se suma como otra traba o limitante “la excesiva cantidad de trámites administrativos y burocracias que tienen que enfrentar quienes quieren vender sus bienes y servicios ya sea dentro o fuera del país genera un freno para la producción. Es necesario agilizar el proceso para que la economía crezca, un camino que se ha comenzado a recorrer”, sostienen.
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Entre las “retenciones” y el atraso cambiario
Un tercer factor “traba” que complica mejorar el posicionamiento de Argentina en el mundo refiere a la presencia de los Derechos de Exportación (DEX) o “retenciones”, lo que aumenta aún más la presión impositiva sobre este sector que exporta, que al igual que el resto de las actividades, ya tiene gran cantidad de impuestos.
El informe destaca que “las retenciones generan gran cantidad de efectos negativos: menos producción, inversiones, empleo y desarrollo para las regiones que producen a lo largo y ancho de Argentina”. En ese orden, Ariño puntualiza: “Capaz es algo que se desconoce, pero son contados con una mano los países que tienen este tipo de impuesto, somos un caso muy atípico”.
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Como un cuarto limitante, el informe menciona que “el atraso cambiario se produce porque el tipo de cambio oficial evoluciona por detrás de la inflación”, y destaca que esa situación “provoca desincentivo a las exportaciones porque se vuelven menos competitivas y lleva a que se importen productos porque resultan más baratos”.
Las expectativas y proyecciones
Desde FADA, los economistas analizaron en su sondeo cuales son las proyecciones para el sector. En concreto, para lo que resta del año las cadenas agroindustriales tienen por delante un panorama con “perspectivas neutras en términos de demanda internacional, negativas en lo referido a la competitividad cambiaria y en precios y positivas en oferta exportable”.
El informe detalla que “se espera un 2024 con mayor nivel de exportaciones respecto a 2023, que estuvo golpeado por la sequía”. Los analistas añaden que se pueden estimar exportaciones por un valor entre “45 mil y 50 mil millones de dólares, unos 12 mil millones por encima de 2023”.
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