El analista residente en Estados Unidos Ernesto Calvo señaló que las votación en Estados Unidos expresó una profunda brecha de género, con las mujeres votando un 15% más que el promedio a Kamala Harris, y los hombres a Trump, y que este dato es más significativo quizás que la influencia de las redes sociales. Por otra parte, afirmó que el triunfo de Trump no traerá un cambio significativo de la política estadounidense hacia la región, ya que la producción norteamericana no es complementaria con la de Latinoamérica y Argentina. “El hecho de que sea elegido Trump le permite a Milei la afinidad ideológica, pero no cambia nada de la política real”, sostuvo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
¿Cuánto influye el corrimiento a la derecho de los multimillonarios de Silicon Valley como Elon Musk y Jeff Bezos?
Es una buena pregunta. Si ayudaron a la elección de Trump o si son simplemente parte del mismo fenómeno. Lo que vimos fue, justamente, un grupo con las mismas características que el trumpismo pero en Silicon Valley. Aunque no es todo Silicon Valley, California está muy dividido, es un estado muy demócrata.
Es interesante interpretarlo teniendo en cuenta lo que son estos nuevos valores económicos, como a principios del siglo XX fueron los ferrocarriles. Vemos lo mismo en estos grupos.
Lo que sí hace mucha diferencia es que, por ejemplo, Elon Musk ponga 150 millones de dólares para la campaña, o use activamente twitter para apoyarlo. Uno asume que eso tiene un efecto, pero lo que vimos fue también un corrimiento de los republicanos más a la derecha y una tibieza de los demócratas, que también, en algún sentido, apuntaban a la derecha para moderarse.
Entonces, lo que vemos es un Partido Demócrata que no participó en las urnas con la misma intensidad que el Partido Republicano, y terminó perdiendo.
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Vos mencionabas el fenómeno de los magnates de los ferrocarriles, en el momento que la comunicación pasaba por el ferrocarril y el correo. ¿Existe la posibilidad de esa distopía que muchas veces se ve en la película de ciencia ficción de un futuro que está manejado por corporaciones incluso más grandes que los Estados? ¿Que personajes como Elon Musk quiera ser algo así como presidente del mundo?
Creo que no. Una cosa que uno ha visto es que el futuro es siempre más complicado, diverso y con más variaciones que la ciencia ficción, de la que soy muy fanático.
Lo que estamos viendo ahora es eso, que el futuro ya llegó. Lo que estamos viendo con la inteligencia artificial, Chat-GPT, los lenguajes de deep learning, todas esas cosas nos hablan del futuro, en este momento presionan mucho sobre mercado de trabajo, tiene muchas consecuencias, pero posiblemente es un futuro menos distópico, en el sentido de menos controlado por unos pocos actores y mucho más complicado geográfica y territorialmente.
Hay que pensar que Europa impone muchísimas limitaciones a estos actores. Ahora Estados Unidos les soltó las manos y los deja actuar con mucha más libertad, pero esas cosas van y vuelven.
Creo que estamos en un momento muy particular, y que lo que vivimos es una cosa mucho más clásica. Los hombres votando muy a la derecha comparado con las mujeres. Una brecha de género en el voto de casi 30 puntos. Las mujeres votando 15% más que el promedio nacional a Kamala y los hombres votando 15% más a Trump. Lo cual refleja cambios en las posiciones relativas de los hombres, las mujeres, del mercado económico.
Todo lo que tiene que ver con redes sociales empuja esos discursos y los hace más claros.
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Claro, no usan más las mujeres que los hombres las redes sociales, por lo cual no podríamos hacer la inferencia de que son las redes sociales las que han producido este resultado. ¿Es así?
Es una buena pregunta. En realidad tenemos el dato de que las mujeres usan mucho menos las redes sociales que los hombres. Además, las mujeres consumen casi un tercio de las noticias que consumen los hombres cuando están digitalmente conectadas. Uno tiene data de cuánto están conectados, el tiempo y qué tipos de noticias se leen. Es muy llamativo, sobre la brecha de género en el consumo de noticias hay toda una literatura.
Pero como dice usted, yo creo que la brecha de género no se explica por las redes sociales. Se explica mucho más por cambios mucho más fundamentales en Estados Unidos. Hace 40 o 50 años había apenas un tercio de mujeres que de hombres con título universitario.
En este momento el promedio de años de formación y educación es mucho más alto para mujeres que hombres. Hay más mujeres, en este momento, en Estados Unidos con educación Universitaria y de posgrado que hombres.
Todos esos cambios Creo que en parte se están viendo reflejados en los cortes de boletas y en la intención de voto de cada candidato.
¿Qué cambió Twitter (X) desde que lo compró Elon Musk?
Muchísimo. Desde el hecho de que los académicos fuimos básicamente expulsados de la plataforma impidiendo hacer digamos y evaluación de lo que está pasando. Lo que va a introducir muchos costos al monitoreo de cuentas tóxicas, desinformación, granjas de bots, etc.
Esto va ligado también a la eliminación de todo el área de moderación. Eso quiere decir que en este momento hay muy pocos contenidos que son moderados, es decir filtrados, cuando producen cosas que son tóxicas, agresivas o violentas. También estuvo la expansión de todo lo que tiene que ver con publicidad.
Los cambios son enormes, y creo que también los costos para la plataforma. Musk ha dicho que si hubiera querido hacer plata no debería haber comprado Twitter.
No hay duda que Twitter en este momento la utilidad más importante que tiene para Musk es facilitar la amplificación de mensajes de Trump que ya dijo que lo iba a poner como zar de reforma tecnológica, cuando Musk tiene miles de millones de contratos con el Gobierno mediante SpaceX.
¿Esto pudo haber influido en que este triunfo de Trump fuera mayor que el que tuvo cuando ganó la presidencia en 2016?
Sí, posiblemente cuando termine de contarse California los demócratas tengan 3 millones menos y los republicanos cuatro más que en la edición anterior.
No sabemos cuánto ha influido, lo que sabemos es que en X se ha promocionado mucho la campaña de Trump. Es siempre muy difícil medir cuánto la prensa, los medios, las redes, influyen en el voto, así que en eso soy más agnóstico. Pero definitivamente las redes sociales, y particularmente X, empujaron la candidatura de Trump.
Es difícil saber si Trump ganó o no por las redes sociales. Hay muchas cosas en el propio Partido Demócrata que conspiraron en contra los propios demócratas. Los demócratas sacaron 81 millones de votos con Biden, si hubiera sacado esa misma cantidad de votos hubieran ganado la elección. Es difícil estimar cuál es el impacto de las redes.
¿Cómo ves el cruce entre esas dos marcas del periodismo norteamericano que son el Washington Post, comprado por Jeff Bezos, un magnate digital, y el New York Times, en manos de una familia más tradicional? El New York Times criticó al Washington Post por no poder hacer el endorsement clásico, acusándolo de que había intereses económicos de Bezos. ¿Es un tema que tiene alguna trascendencia o queda solamente entre los intelectuales?
Creo que tiene mucha trascendencia. El Washington Post, cuando fue comprado por Jeff Bezos, levantaba el lema “never Trump”. Durante los primeros tiempos de la administración Trump fue muy crítico, incluso justo después del 6 de enero del 2020, cuando se produce el asalto del Congreso, el Washington Post, muy agresivamente, denunció a Trump por el intento de subvertir el orden constitucional. Fue muy llamativo, justamente, que decidieran no hacer el endorsement, y eso produjo una crisis entre los periodistas del propio medio.
Lo mismo pasó con el LA Times, en Los Ángeles, un diario también comprado por un empresario tec, que eligió no apoyar la candidatura de Kamala Harris, aunque tradicionalmente lo había hecho. Aquí vemos un realineamiento de medios que puede tener consecuencias importantes.
Claudio Mardones: ¿Cuáles cree que fueron los peores errores que cometió el Partido Demócrata en estos últimos 90 días?
Es muy difícil saberlo. Mi impresión es que si hubiera quedado Biden como candidato se hubiera perdido por 4 millones de votos más. Si hubieran elegido a Newsom, el gobernador de California, posiblemente hubiese sido más competitivo que Harris, puede ser.
Pero lo cierto es que el problema fundamental es que el Partido Demócrata está dividido entre un sector mayoritario, moderado, que quiere que el partido se mueva hacia la derecha, y un sector más activo, progresista, pero más chico, que quiere moverse hacia la izquierda.
Cuando una candidata como Kamala Harris mueve el partido hacia el centro el sector más progresista deja de votar. Si hubieran elegido un candidato que mueve el partido hacia un sector más progresista, pierden votos del centro que disputan con el Partido Republicano.
Entonces, el gran problema de Estados Unidos en este momento es que hay un Partido Republicano que quiere moverse hacia la derecha, mucho más extremo, y hay un Partido Demócrata que también quiere moverse hacia la derecha, pero más hacia el centro. Entonces, cuando ambos partidos empujan a la misma dirección, es muy difícil ganar las elecciones, porque el Partido Demócrata, básicamente, está compitiendo contra sí mismo.
Eso era un problema de la campaña desde el principio, también para Biden. Biden fue elegido justamente para mover el partido hacia el centro cuando los sectores más progresistas estaban dispuestos porque tenían a Trump en el Gobierno.
Esto va a estar dominando la política de Estados Unidos por bastante tiempo, porque hay un desequilibrio grande sobre a dónde quieren ir estos partidos. Si los demócratas quisieran consistentemente moverse hacia la izquierda y ser progresistas, la polarización jugaría para que algunos independientes cambien de un partido a otro, pero acá hay un partido que se divide y otro que no, y eso es muy difícil resolverlo en las urnas.
Alejandro Gomel: ¿Qué cree que se viene en la relación de Donald Trump con nuestra región y con Argentina en particular?
Hay una parte de la celebración del Gobierno de Argentina que le entiendo, que tiene que ver con el alineamiento ideológico. Hay otra que no está en lista, que es que para Estados Unidos, Sudamérica, y en particular Argentina, no es ni un problema ni una oportunidad. No tienen motivos para invertir políticamente, por eso no envían diplomáticos importantes para la asunción de los presidentes.
Entonces, esto no cambia la posición Argentina en el mundo. Entiendo que Milei celebre, porque pasa a tener en la Casa Blanca alguien con quien, en algún sentido, puede sentirse reflejado y decir que es como Trump, como hizo en sus redes sociales, pero la verdad es que no cambia lo sustancial.
La preocupación de Estados Unidos es que, como ellos no tienen interés en la región, China si lo puede tener. Es un problema de geopolítica, no del interés real de las cosas que pueden proveer estos países. Estados Unidos compite con lo que produce América Latina, no son complementarios, a diferencia de China. China quiere lo que produce América Latina.
Esas cosas no van a cambiar. El hecho de que sea elegido Trump le permite a Milei la afinidad ideológica, pero no cambia nada de la política real.
FM