MODO FONTEVECCHIA
PERFILES HISTÓRICOS

El libro que pone en valor la verdadera hazaña política de Alfonsín

El escritor Alejandro Carrió contó en Modo Fontevecchia cómo se gestó su nuevo libro ”Alfonsín y los Derechos Humanos”. "Alfonsín fue un presidente con imperativos morales y una escala de valores inusuales en Argentina", describió.

Alejandro Carrió
Alejandro Carrió | Cedoc

El experto en Derecho Penal y Constitucional, Alejandro Carrió, acaba de publicar Alfonsín y los Derechos Humanos, libro en el que reivindica el rol del expresidente en la refundación de Argentina tras el fin de la dictadura militar. "Alfonsín diseñó una política de derechos humanos valiente y equilibrada", afirmó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1). Además, reveló que el exmandatario tenía el objetivo de "enjuiciar entre 100 y 150 oficiales superiores de las FFAA porque sabía que no tenía para más poder que eso". 

Alejandro Carrió es abogado, especialista en Derecho Penal y Constitucional, máster en Derecho en la Universidad de Louisiana de Estados Unidos, hijo de Genaro Carrió, el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación entre 1983 y 1985. Alejandro Carrió se encuentra presentando su último libro 'Alfonsín y los Derechos Humanos'. 

¿Qué encontrará el lector en su nuevo libro Alfonsín y los Derechos Humanos?

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Espero que los lectores encuentren una visión realista del inmenso mérito de Alfonsín cuando asumió la presidencia en diciembre de 1983. Enfrentó las consecuencias de una década de violencia sin precedentes en Argentina, que abarcó desde las acciones de organizaciones guerrilleras hasta el terrorismo de Estado instaurado por los militares en 1976, lo cual aún nos causa vergüenza. 

“Filósofos” de Alfonsín

Alfonsín se encontró con este panorama y en lugar de optar por el camino fácil y no hacer nada, como hicieron otros gobiernos civiles al retomar el poder luego de un gobierno de facto, decidió implementar una política de derechos humanos. A pesar del poco apoyo en general, incluso dentro de su propio partido y sin respaldo del Partido Justicialista, decretó el enjuiciamiento de las juntas militares y de los generales de división responsables. 

Además, creó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), un organismo sin precedentes en el mundo, que permitió a la población conocer realmente lo que había sido el terrorismo de Estado. Al mismo tiempo, dispuso el enjuiciamiento de los líderes guerrilleros. Alfonsín diseñó una política de derechos humanos valiente y equilibrada. 

Mi intención en el libro es descubrir cómo se gestó esta política, qué opciones tuvo y con quiénes conversó Alfonsín. El libro se basa en testimonios de quienes lo ayudaron a diseñar y ejecutar esta política. Espero que los lectores obtengan un panorama realista y reconozcan la valentía y el valor de la política de derechos humanos de Alfonsín en ese momento.

Ricardo Alfonsín: "No se le pueden dar facultades a quien no tiene conciencia de sus límites"

Lo escucho y me viene a la memoria una columna de Gustavo González sobre Milei hablando de la voluntad. Decía que un hombre solo, sin partido, con apenas un puñado de legisladores, sin ningún territorio, sin gobernadores y sin intendentes, a lo largo de seis meses, terminó logrando la aprobación de una ley y la mantención de un DNU, con una reforma aún más grande que la que realizó el propio Menem, teniendo los sindicatos y la mayoría en las dos cámaras. Entonces, marcaba Gustavo González, esto sigue la idea de Schopenhauer acerca de la importancia de la voluntad de un hombre. Es decir, finalmente, un presidente puede, si tiene la convicción suficiente, producir grandes cambios. ¿Encuentra algún paralelismo entre la debilidad con la que se encontraba Alfonsín en aquel momento y la debilidad política que se encuentra Milei hoy? ¿Y con sus respectivas determinaciones?

Entiendo el paralelismo que se puede establecer, pero Milei asumió la presidencia con un reclamo de una buena parte de la sociedad que estaba cansada de la política tradicional y de los representantes de siempre. Este apoyo social refleja un deseo de acabar con años de populismo. Sin embargo, la cruzada de Alfonsín, especialmente en la recuperación de los derechos humanos, se hizo con poco apoyo popular. Alfonsín fue un presidente con imperativos morales y una escala de valores inusuales en Argentina.

La voluntad como factor político

Él creía firmemente que no se podía gobernar sin abordar los horrores de la década del 70, a pesar de enfrentar un poder militar con muchísima capacidad de daño. Pese a eso, Alfonsín decidió enjuiciar a las juntas militares y llevar a cabo juicios paradigmáticos contra las recomendaciones de algunos miembros de su propio partido que advertían sobre la afectación de la gobernabilidad. Alfonsín quería tenía el objetivo de enjuiciar entre 100 y 150 oficiales superiores de las FFAA porque sabía que no tenía para más poder que eso.

Por otro lado, Milei está llevando a cabo reformas indispensables con el apoyo de la población. Aunque sus métodos y su forma agresiva de comunicarse son criticables y dañinas, lo cierto es que cuenta con ese respaldo. Alfonsín, por su parte, tenía una veta moral y la capacidad de hacer entender la importancia del Estado de Derecho, destacando que Argentina no podía refundarse sin enfrentar el terrorismo de Estado y del germen de los que lo militares salieron a combatir, que había sido el accionar de las organizaciones guerrilleras. 

AOFM