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MODO FONTEVECCHIA
Luis Brusco

El decano de la Facultad de Medicina explica cómo impacta la IA en su disciplina

El psiquiatra y neurocientífico Luis Ignacio Brusco consideró que la Inteligencia Artificial puede ser una herramienta muy útil, aunque no está exenta de riesgos. “Hay que saber preguntar”, advirtió en Modo Fontevecchia.

Luis Ignacio Brusco 20230915
Luis Ignacio Brusco en la entrevista con Jorge Fontevecchia | MARCELO DUBINI

El psiquiatra y neurocientífico Luis Ignacio Brusco se refirió a  su último libro “Homo IA, la subjetividad en jaque” y analizó las ventajas que puede traer esta herramienta aplicada a la medicina. “El chat GPT brinda una información que uno como profesional tiene que analizar. No es que uno hace medicina sólo con chat GPT”, sostuvo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).

Luis Ignacio Brusco es psiquiatra, neurólogo, investigador y educador. Está especializado en neurociencia con doctorados en Medicina y en Filosofía. Es decano de la Facultad de Medicina de la UBA y profesor titular del departamento de Psiquiatría y Salud Mental en la institución. 

Leía en una nota publicada por el diario Clarín sobre tu último libro, “Homo I.A., la Subjetividad en Jaque”, en la que decís que muy pronto un médico podría ser acusado de mala praxis por no usar el Chat GPT.  ¿Qué otras cosas puede hacer la I.A. en la medicina?

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Yo trato de ver las cosas en positivo, no en negativo. En el sentido de que el Chat CPT es una herramienta de ayuda, es para generar una buena praxis. Me parece que la I.A. Puede ser una herramienta muy útil para muchas cuestiones, pero también decimos que es riesgosa para otras variantes como la subjetividad o como el que acabas de mostrar con respecto a cambios de perspectivas o realidades sensoriales, como la de una persona cantando una canción de otro a través de I.A. 

¿Vos, por ejemplo, para qué lo usás?

Yo lo conocí muy tempranamente, casi azarosamente. Estuve reunido cuando nace el chat GPT y gente que trabaja con nosotros con I.A. me lo mostró y me sorprendí. Y a partir de noviembre de 2022 empecé a trabajar y pude observar la evolutividad de eso. Permite la posibilidad de trabajar para la búsqueda de incógnitas de pacientes que se presentan con altas complejidades, cruces de medicamentos y cruces de patologías al mismo tiempo. Al comienzo era más complejo porque no era tan rápido, no tenía tanto learning, no tenía tanta búsqueda como hoy. Y hoy, a partir de una función que tiene que ver con que navega al mismo tiempo que uno busca, prácticamente es un buscador que piensa. Busca en todas las redes y en todas las páginas de fuentes más certeras y brinda una información que uno como profesional tiene que analizar. No es que uno hace medicina sólo con chat GPT. Sino que estas máquinas advierten en forma inteligente que esto tiene que ser revisado por profesionales humanos.  

En la Facultad de Medicina hemos creado una Cátedra Libre de Salud Digital, que es Inteligencia Artificial aplicada a la Salud, hace tres meses. Y decimos que la clave es saber preguntar, porque puede llegar a haber graves errores. No es aconsejable que lo maneje la población en general, porque las conclusiones son complejas y analizarlas puede ser difícil. Entonces, hay que saber preguntar y entender las respuestas. Ahora, en la actividad profesional es como un bisturí. Un bisturí en manos de una persona profana puede cortar una panza y hacer un lío, pero si lo tiene un cirujano puede salvar una vida. Entonces es una herramienta muy útil y muy novedosa que se nos presenta. Pero no hay que dejar de analizar todos los riesgos que presentan las nuevas tecnologías. 

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Ayer Perfil publicó un reportaje a Nick Bostrom, el filósofo transhumanista considerado el genio de Silicon Valley. Y en su último libro, Deep Utopia, él plantea un mundo, no muy distante del actual, en el que no va a haber problemas. No solamente no va a ser necesario trabajar, sino que la economía va a crecer y se van a generar bienes de sobra para cubrir las necesidades de todo el mundo. Y Boston se plantea el sentido de la vida cuando desaparezcan los problemas. Me gustaría alguna reflexión sobre esto. ¿Tiene sentido una vida sin problemas?

Es muy buena la hipótesis, pero parte de dos grandes premisas. Primero, hay que ver si esto puede suceder, porque la Revolución Industrial nos ha demostrado, y con la I.A. nos ha demostrado, que mejora la calidad de vida mundial y la calidad del trabajo que hacemos individualmente. Es una hipótesis de bondad del ser humano, del Homo sapiens o del Homo sabio, como dice Yuval Noaḥ Harari, que cuestiona fuertemente estas cuestiones. 

Y por otro lado, suponiendo que fuera posible, la pérdida de motivación y de sentido de la vida es un tema complejo. El sentido de la vida es un trabajo que se hace en psicoterapias, en cuidados paliativos cuando las personas están en los momentos finales de la vida. Y la búsqueda de sentido de la vida, que puede ser espiritual, motivacional, educativo, hobbies, genera la pasión cotidiana de la propia historia que es la vida. Todos los días tenemos un sentido de la vida, por ejemplo lo que hacemos nosotros en este momento que es hablar y buscar respuestas a estas preguntas. 

Con lo cual, perder todo tipo de sentido de la vida, con todo solucionado puede generar una angustia muy importante. Porque, si bien el Homo sapiens trata de emular a los Dioses, como históricamente lo hace, es una pregunta metafísica bastante difícil de realizar. Y los problemas que después van a surgir. Suponte que llegamos a una longevidad muy importante, va a surgir la problemática de los accidentes, la problemática de dónde se instala una conciencia, la finitud del mundo y del sistema solar. Es decir, no somos seres que podamos tener respuestas para todo. Y a veces, con gran omnipotencia nos olvidamos de esta cuestión. 

Me parece que las preguntas más simples, trabajar con lo motivacional, con los problemas del sentido de la vida, con tratamientos de motivación diaria. Perder eso es altamente complejo. Y también ahí vamos cuando hablamos de la pérdida de la subjetividad. Tomamos una pastilla y bajamos el colesterol y el peso sin hacer gimnasia. Y la ciencia y la informática vienen avanzando muy rápido con ese tema. Pero no creo que esa solución sea positiva en cuanto a la felicidad. No sé si este filósofo puede hablar sobre qué es la felicidad y cómo se concibe al perder las motivaciones de la vida que hacen que uno esté trabajando detrás de determinados objetivos. 

MC CP