Hasta ahora siempre hemos analizado la guerra comercial -que esperemos que solo sea comercial- desde la perspectiva del occidente. Ahora, vamos a tratar de ver cual es la del oriente. El conflicto comercial entre China y Estados Unidos es el fenómeno más importante del mundo, el proceso central que atraviesa en todas las dimensiones la coyuntura mundial.
La avanzada arancelaria de Trump contra el gigante asiático aceleró la confrontación y vale preguntarnos si estamos ante una simple guerra comercial, una nueva Guerra Fría o un conflicto geopolítico derivará en una confrontación militar. Es temprano para poder responder estas preguntas, pero poner el micrófono en las voces que vienen desde Pekín, escuchar los argumentos del gobierno de Xi Jinping y el sentir del pueblo chino, nos puede dar claves para avanzar en entender esta contienda.
Antes de meternos de lleno en las respuestas que China da a las acusaciones y los aranceles de Estados Unidos y como Freud dijo que “el humor es la manifestación más elevada de los mecanismos de adaptación que tenemos las personas” empezamos esta columna de Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3) con algo de humor, con Lo que dicen de mí, de la China Suarez.
En la visita de Scott Bessent a nuestro país, el encargado del Tesoro estadounidense dijo: “Intentamos evitar lo que ha ocurrido en el continente africano, donde China ha firmado varios acuerdos rapaces que se presentan como ayuda, donde se han apropiado de derechos mineros y han añadido enormes cantidades de deuda a los balances de estos países. (...) Así que están garantizando que las generaciones futuras van a ser las más pobres y sin recursos, y no queremos que eso pase más de lo que ya ha sucedido en América Latina”.
Ahora, analicemos que dijo Mauricio Claver-Carone, el enviado de Estados Unidos para América Latina al respecto. “El presidente Milei es un aliado. Un tema que nos preocupa es el papel de China, un problema que heredó Milei. Eventualmente, quisiéramos que termine la línea de crédito de Argentina con China. Mientras mantengan esa línea de crédito, China va a poder extorsionar”.
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Es interesante ver por qué el crédito es extorsivo cuando viene de los chinos y no es extorsivo cuando viene de occidente. Tanto Bessent como Claver-Carone plantean que tener un crédito, en el fondo, hace depender a la persona del acreedor, y termina siendo extorsivo.
Frente a esto, la Embajada china contestó un comunicado. “La Embajada de China en la Argentina manifiesta su profundo descontento y categórico rechazo a las maliciosas difamaciones y calumnias realizadas por el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, durante su visita a la República Argentina del 14 de abril. Es falsa la afirmación sobre los acuerdos calificados de rapaces y las supuestas grandes cantidades de deuda en los que ha incurrido la República Popular China. Lo que sí es verdad es que algunas personas con motivos encubiertos están intentando sembrar discordias en las relaciones sino-argentinas y sino-africanas. A ellos les recordamos que, en la medida de sus posibilidades, China acompaña a los países en desarrollo en su camino hacia el desarrollo – incluyendo a los de América Latina y de África – sin imponer ningún condicionamiento político. La intención de estas cooperaciones ha sido contribuir al desarrollo socioeconómico y a la mejora del bienestar de los pueblos, cuales han sido muy bien acogidas por los gobiernos y pueblos beneficiados", declararon desde la sede diplomática.
“Si Estados Unidos prefiere no recorrer este camino, al menos debería abstenerse de obstruir o sabotear deliberadamente la asistencia que prestan otros países a las naciones en vías de desarrollo y del Sur Global. Tampoco debería sacrificar el bienestar de los pueblos de estas naciones para servir a sus egoístas intereses geopolíticos en defensa de su propia hegemonía. Esta actitud no sólo carece de un mínimo respeto hacia los países en desarrollo y del Sur Global, sino que también deja al descubierto el carácter hegemónico e intimidatorio de un proceder inmoral”, agregaron.

Lo interesante es ver que dicen desde China. Lin Jian, el vocero del gobierno chino en Latinoamérica respondió a las declaraciones de los funcionarios norteamericanos y declaró: “China lleva una cooperación práctica con América Latina sobre la base del beneficio mutuo y la igualdad. El acoso de Estados Unidos ha dejado a América Latina con venas abiertas”.
Por otro lado, entre los usuarios de internet de China circularon videos satíricos contra Estados Unidos por los aranceles. En un hecho por usuarios chino con inteligencia artificial sobre lo que significaría la reindustrialización de Estados Unidos, se ven obreros de plantas automotrices, cocido de zapatillas o armado de chips, todos con sobrepeso.
El planteo de los chinos respecto de los norteamericanos es que es una sociedad vieja y decadente, de personas que comen de más, trabajan menos y se drogan, similar a lo que fue el Imperio Romano en su momento de decadencia. Según esta visión, los norteamericanos han usado el bienestar para el hedonismo, y no para esforzarse. Esto hace al imaginario colectivo que los chinos construyen sobre los norteamericanos: una sociedad de gordos indolentes, poco esforzaros, dedicados al hedonismo y con adicciones de todo tipo.
Un comentario que Ernesto Tenembaum le atribuyó a un usuario chino en redes sociales habla justamente de esto. Este usuario chino dijo que la oligarquía estadounidense durante cuarenta años mudó sus fábricas a China para aprovechar la mano de obra barata y descuidó a los trabajadores de su país. Luego, les dieron comida chatarra y drogas baratas para tenerlos distraídos. Ahora los llenan de mentiras contra China, pero la verdadera responsabilidad es del establishment norteamericano, y no de China, que se ha enriquecido en proporciones enormes en los últimos treinta años.
En EE. UU., el 1% más rico de la producción ha capturado el 70% del aumento del producto bruto gracias al aprovechamiento, en parte, de la mano de obra barata de China. En lugar de reinvertir ese dinero, lo gastaron en yates y mansiones.
Esto de que Estados Unidos es una sociedad de “adictos y obesos” es algo que se repite mucho en las redes sociales en China. IShowSpeed, cuyo nombre real es Darren Jason Watkins Jr., es un creador de contenido, streamer y personalidad de internet estadounidense, está de viaje en China y se mostró muy sorprendido por la cultura, la gastronomía y los avances tecnológicos en el país.
En el diario China Daily, dijo al subirse al Xiaomi SU7 que este superdeportivo eléctrico superaba a su Lamborghini, pero costaba solo una fracción del precio. "¿Por qué Estados Unidos no vende este auto?", dijo sorprendido. Parece lo opuesto a lo que cuenta Marcelo Longobardi de que Trump se pregunta por qué no venden autos de Chevrolet en Alemania. Obviamente el medio chino, aprovechó la visita del joven con 14 millones de seguidores en Youtube para hacer propaganda contra Estados Unidos. En la misma nota del China Daily, el periodista que la escribió dijo: “Esto sucede cuando se invierte en infraestructura y no en aranceles”.
Además, el canal China 24 cargó a los Estados Unidos y emitió imágenes de una fábrica china haciendo ropa de merchandising de Trump con la frase Make America Great Again. En los videos se puede ver como obreros chinos fabrican banderas de la campaña del presidente norteamericano.
Por otro lado, los voceros del gobierno chino también salieron al cruce de los aranceles de Estados Unidos. El vocero del ministerio de Defensa chino advirtió que tratarlos como amenaza es un error estratégico que traerá consecuencias desastrosas y agregó: “Debe enfatizarse que China se unificará eventualmente”.
La táctica de China ahora es interpelar a Europa para unirse contra el arancelazo de Trump. En una reunión con el mandatario español, Pedro Sánchez, el jefe de Estado chino, Xi Jinping instó a la UE a defender comercio global y, señaló que China seguirá enfocada en su desarrollo y destacó que el gigante asiático y Europa comparten la responsabilidad de salvaguardar el libre comercio al representar más de un tercio del PBI mundial.

También vale preguntarnos si hay algo de razón de los Estados Unidos sobre los “acuerdos rapaces” que China impuso en África y que quiere imponer en Latinoamérica. En dos fragmentos al respecto transmitidos en el programa de Youtube Pero Entonces, el comunicador Nicolás Guthmann explicó que las inversiones de infraestructura que hace China pueden generar impacto positivo, como las viviendas construidas en Tanzania y Angola, pero indicó que 22 países africanos tienen una crisis de deuda brutal con el país asiático.
Con respecto a la estrategia de deuda de Estados Unidos y China, Guthmann destacó que la diferencia se centra en que hacen los países cuando el deudor no puede pagarles. EE.UU. reestructura la deuda, como el FMI, lo que perpetúa el endeudamiento, mientras que China no reestructura deudas y obliga a los países a hacer recortes fiscales de un segundo para otro o pide recursos estratégicos a cambio.
Bueno, como siempre, todo el mundo tiene un pedacito de la verdad. La realidad es que no podemos entender la geopolítica como un cuento de buenos y malos. Cada país hace su juego e intenta defender sus intereses. Si nosotros entendemos este enfrentamiento como una pelea de buenos o malos es porque vamos a incorporar la visión de uno de los dos bandos. Esto nos lleva a adherirnos acríticamente a la estrategia de una potencia extranjera, algo que, humildemente, creemos que hace el presidente Javier Milei con Estados Unidos y no es lo correcto.
Mucho más recomendable es tratar de entender qué de esta disputa puede ayudar a las exportaciones, los negocios argentinos y qué inversiones pueden ayudar al desarrollo tecnológico y social de nuestro país. La visión maniqueísta entre buenos y malos, es simplemente una propaganda de cada bando. Están en todo el derecho de hacerla, pero también nosotros estamos en todo nuestro derecho de sacar nuestras propias conclusiones y pensar en nuestro propio juego geopolítico.
TV/ff