“Llueve sobre mojado” es el título de la columna de ayer de Javier Calvo en Perfil. Ahora se agrega el terremoto económico y financiero desatado por Donald Trump, y Javier Milei sigue sumando traspiés y adversidades desde el fallido discurso de Davos de enero de este año. Luego de tratar inexplicablemente de pedófilos a integrantes del colectivo LGBT, explotó el Libragate, se reprimió de manera desproporcionada a los jubilados que reclamaban por haberes que no sean de indigencia y el fotógrafo Pablo Grillo sigue recuperándose, pero con secuelas.
La odisea de Milei siguió con los problemas con la pérdida de reservas de dólares, la inflación que dejó de bajar y las desatinadas apariciones televisivas del ministro de Economía, Luis Caputo quien, lejos de calmar a los mercados, siguió generando incertidumbre. Tras ofender a los excombatientes de Malvinas y a gran parte del pueblo argentino al asumir la tesis de Inglaterra respecto de los derechos de autodeterminación de los isleños que viven allí, Milei decidió ir a Estados Unidos a buscar una foto con Trump para respaldar las negociaciones de Argentina con el FMI y se volvió con las manos vacías, dejando al descubierto la desesperación que le acecha.
Frente al Lunes Negro global, los bonos argentinos caen otro 3,5%
Luego del “arancelazo” de Trump, que es solo de un 10% en el caso de Argentina y del resto de los países de la región, incluidos los gobernados que tienen una mala relación con Estados Unidos, como Lula en Brasil o Petro en Colombia. Esto reveló que el total alineamiento de Milei con Estados Unidos no será necesariamente un reaseguro a que el nuevo gobierno estadounidense ayude a Milei en todo lo que el gobierno argentino cree que podría lograr para cruzar sus problemas de deudas y crisis políticas.
Hay un ejemplo en la historia argentina de haber creído que iba a obtener reciprocidad a partir de un alineamiento con Estados Unidos. Durante la última dictadura, que fue parte del Plan Cóndor estadounidense, Argentina entrenaba en Nicaragua a los contras que luchaban contra los sandinistas. Finalmente, cuando el gobierno militar decidió ir a la Guerra de Malvinas, Estados Unidos se dio vuelta para mantener su alianza tradicional con Gran Bretaña.
Como si todo esto fuese poco, Milei sufrió una dura derrota en el Senado: los jueces propuestos por la Rosada, Lijo y García Mansilla, fueron rechazados por la Cámara Alta. Más que eso, parece un grotesco.
Todos estos reveses en los terrenos geopolíticos, políticos y económicos hacen reactivar la hipótesis de una eventual derrota de Milei en los principales distritos del país. ¿Qué sucedería en ese caso? Aparecen escenarios como un Milei autoritario con avances sobre el Congreso con vetos, DNUs y un giro aún más represivo con todo el que se manifieste. Por el contrario, otra hipótesis es que vendrá una especie de “delarruaización” de Milei con una pérdida de poder gradual que lo deje como un presidente formal pero con un cambio en su gabinete, por ejemplo.
¿Hay alguna manera de amortiguar el dolor económico que implicaría un derrumbe del Gobierno en las urnas? Para intentar responder estas preguntas y analizar el posible ocaso electoral de Milei, comenzamos esta columna de Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3) con “El ocaso”, de Bulldog.
Borges, a veces, escéptico del papel que tiene el sujeto en el control del destino, dijo que “el hombre es, a la larga, sus circunstancias”. Es decir que las fuerzas que dominan nuestras vidas están lejos de nuestro control. Probablemente, hoy Javier Milei esté más sometido a este tipo de fuerzas que a la potencia de sus propios errores.
El impacto del “arancelazo” de Trump a la economía argentina tiene un gran costo porque los productos argentinos que tenían tarifas menores al 10%, como metales o vidrios, comenzarán a pagar ese porcentaje. De cualquier forma, lo que exporta Argentina a Estados Unidos es poco. El tema importante es la caída del precio de las commodities, como la soja o el petróleo, que son fundamentales en la exportación.
El problema de los aranceles afectará a exportadores de aluminio, por ejemplo, pero para la economía argentina en su conjunto, el costo para Argentina es lo que producen otros países, que hace que haya una recesión mundial y consuman menos de las commodities que exporta nuestro país.

Como en una tragedia griega, parece que lo mismo que fortalecía a Milei, el ser parte de un fenómeno mundial de auge de la extrema derecha y del voto a las figuras disruptivas con el orden mundial establecido desde la Segunda Guerra Mundial, hoy es lo que más lo perjudica.
Si es correcto decir que se produzca dumping: la posibilidad de que haya más importación de los países a los que EE.UU les pone aranceles, como China, y que bajen sus precios para entrar a nuevos mercados. Pero ese 10% adicional de aranceles para Argentina es el menor de los problemas frente a la caída del precio de las commodities que integran la mayor parte de las exportaciones de Argentina.
Gracias a las políticas de un Trump al que Milei sigue en todo, vale la pena preguntarse si es una ventaja ser amigo o enemigo de Trump. La implicancia electoral que podría traer estas medidas del gobierno de los Estados Unidos en nuestro país pueden ser letales para Milei. Como si esto fuese poco, además Trump no lo recibió. Sobre la foto frustrada de Milei y Trump en Florida, hay un sector del gobierno que apunta al canciller Gerardo Whertein por la falta del encuentro, comunicaron en radio Mitre.
A los problemas internos y los riesgos en el mercado que presuponen la falta de la foto con Trump se sumó la derrota en el Senado con los pliegos de Lijo y Mansilla. El director periodístico del medio cordobés Cadena 3, Sergio Suppo, habló de esto y dijo: “Es una derrota que Milei pudo haber evitado perfectamente”. “Hay prácticas políticas para evitar las derrotas”, agregó. Los errores que ha cometido Milei son conocidos, más allá de las desgracias que sufre, como lo que está sucediendo con Trump.
Argentina es un país hiperpresidencialista. Gracias a las atribuciones de la propia Constitución y de los cambios normativos que implementó el kirchnerismo para su propio beneficio, Milei pudo avanzar hasta ahora con la combinación de DNUs y vetos para implementar gran parte de las reformas que impulsó. En otras circunstancias, diputados, senadores y gobernadores, corridos por la fuerte popularidad del libertario recién asumido y de la dependencia de los fondos de coparticipación, acompañaron los proyectos de ley del Ejecutivo.
¿Cómo reaccionaría ese país hiperpresidencialista si el Presidente queda debilitado y no gana las elecciones de medio término? ¿Cuál sería el resultado de que La Libertad Avanza no ganase en la provincia de Buenos Aires? Probablemente tenga que ver con el hiperpresidencialismo, y tenemos que desarrollar qué hipótesis posteriores a un eventual fracaso electoral podría tener el gobierno de Milei y qué antecedentes encontramos de esto en el pasado.

Vamos a tratar de ir a lo que me parece que es la causa que justifica una hipótesis de este tipo. En poco tiempo habrá elecciones en Santa Fe, donde el gobernador Maximiliano Pullaro tiene un fuerte capital político y todo indica que ganará en los comicios por la reforma constitucional. Lo más interesante es que esto ya pasó en las elecciones desdobladas de 2023, y esto podría ser un antecedente de que Milei ganó por ser un candidato llamativo, pero sus candidatos no.
Se trata de un partido nuevo sin historia y sin candidatos importantes en la mayoría de las provincias. Incluso, muchas veces recluta lo más marginal de la política. Esto se dio en 2023, cuando en todas las provincias con elecciones desdobladas LLA obtuvo resultados mínimos. Luego, Milei sacó más del 30% en la primera vuelta y más del 50% en el balotaje, cuando fue electo. Esto se vuelve a potenciar hoy porque las elecciones son legislativas: Milei no está en la boleta. No es improbable que se repitan los malos resultados en el interior.
Por ejemplo, el 13 de junio de 2023, el candidato a gobernador de Tucumán por LLA, Ricardo Bussi, solo obtuvo el 3,5% de los votos. En los comicios de 2019 había obtenido el 13,7%. Más tarde, Milei ganó las elecciones en esta provincia.
Es muy interesante la encuesta de ese momento de Zubán Córdoba, que planteaba que había mucha intención de voto a Milei, pero no había acuerdo con sus ideas. Esta encuesta, hecha hace casi dos años, tal vez refleje parte del problema del Presidente. Gran parte de su apoyo se debe al rechazo a la política tradicional señalada inteligentemente como “la casta”.
Entonces, si el Gobierno es quien empieza a sumar más rechazo que adhesión, ese plus que le permitió a Milei crecer por encima del tercio electoral y vender a Sergio Massa en el balotaje, podría estar diluyéndose. Sobre esto, meses antes de ser electo presidente, el propio Javier Milei dijo: “El propio Macri antes de ser presidente perdió en 11 provincias”.
En un fragmento divertido en el que Milei intenta despegarse de la derrota de los libertarios en San Juan durante el 2023, el actual mandatario declaró: “Nosotros no participamos en San Juan. No es nuestra boleta”.
Adorni ya se hace los rulos diagramando la campaña porteña: "Será poco convencional"
Más allá de las divertidas maniobras discursivas, efectivamente La Libertad Avanza tuvo magros resultados en cada una de las elecciones provinciales por motivos lógicos: es un partido nuevo y no tiene candidatos. Luego, a nivel presidencial, sí demostró que un candidato nuevo puede ganar, pero las elecciones 2025 son elecciones locales. Sería plausible pensar que aunque Milei tenga 50% de aprobación, sus candidatos en las provincias obtengan el 10%. Probablemente no se pueda lograr en cada distrito que haya candidatos competitivos de la noche a la mañana.
Paralelamente, en la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires, las elecciones sí son nacionales. Como decía Milei, Macri perdió 11 provincias, pero para ganar como presidente, tuvo que ganar en la Ciudad y en la Provincia en las elecciones locales. En esos dos lugares, la elección sí es nacional por la proximidad que tiene el Presidente con la Ciudad y el Conurbano, donde se concentra gran parte del voto bonaerense.
La gran pregunta es si la apuesta para que LLA pudiese ganar en la Provincia requiere un acuerdo con el PRO y la distancia que se genera en la Ciudad y hace cada vez más difícil un entendimiento, no coloque al Gobierno de Milei en perder en estos dos distritos nacionales. Respecto de las elecciones del interior, resulta lógico pensar que a un partido nuevo le cueste ganar las elecciones en cada distrito. Macri fue el mejor ejemplo.
¿Qué podría suceder si el gobierno de Milei no resulta victorioso en las elecciones de octubre? El Presidente supone que si tiene el 50% de aprobación, obtendrá el 40% de los votos. ¿Qué pasará si obtiene el 15% o el 20%? Frente a esa hipótesis, ¿hará un gobierno más autoritario? ¿e colocará en una posición más desafiante de la división de poderes? ¿Apelará más a gobernar por decreto? ¿Aumentará el nivel de represión? O, por el contrario, ¿se “delarruaizará” y sumará a un nuevo ministro de Economía que responda a otro partido, como fue el caso de Cavallo en 2000?
Producción de texto e imágenes: Matías Rodríguez Ghrimoldi
TV