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MODO FONTEVECCHIA
El editorial de Jorge Fontevecchia

Día 481-Elecciones en CABA y PBA: ¿Internas, colectoras o ley de Lemas?

La fragmentación electoral en la Ciudad de Buenos Aires y la interna kirchnerista en la provincia de Buenos Aires pueden ser el síntoma de un cuestionamiento político muy profundo a la clase dirigente.

Horacio Rodríguez Larreta, Axel Kicillof y Ramiro Marra
Horacio Rodríguez Larreta, Axel Kicillof y Ramiro Marra | CEDOC

La implosión de los principales espacios políticos en la Ciudad de Buenos Aires presenta un escenario de absoluta fragmentación con cuatro listas de lo que anteriormente era una sola Juntos por el Cambio. También, cuatro de lo que era el kirchnerismo y el Frente de Todos y tres listas de lo que hace poco era un naciente universo libertario.

Además, la encarnizada interna entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof de cara a las elecciones bonaerenses, que ayer llegó a su cenit, hacen preguntarse si estamos ante una renovada crisis de representación política o frente a una hábil táctica de cada coalición ideológica para ganar espacios parlamentarios.

Si Perón decía que los peronistas eran como gatos, que cuando parecían que se peleaban, eran porque se estaban reproduciendo, cabe preguntarse si esta viveza política no ha sido extendida al resto de la oferta electoral argentina. Lo mismo hacen los ex Juntos por el Cambio, el PRO y los incipientes libertarios.

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También y simultáneamente, la caída en la popularidad de Milei y el desprestigio de los dos últimos gobiernos pueden hacer resurgir una suerte de vacancia política que tiente a dirigentes de segunda línea a probar suerte y abrirse paso ante los principales referentes de cada espacio que suscitan el enojo de buena parte de los argentinos. Lo mismo que hizo Milei, que encontró un vacío que pudo llenar.

Para analizar estas dualidades en el escenario político actual, vamos a comenzar esta columna de Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3) con un poco de humor con una canción de la cantante y actriz mexicana, María Sorté, que habla de una tortuosa relación entre dos amantes que no podían separarse ni estar juntos, titulada “Ni juntos, ni separados”.

Vamos a analizar el contexto para ver cómo llegamos hasta aquí. En el 2001 estalló el sistema político: en las elecciones legislativas hubo un 24 % de votos en blancos y anulados. En Capital Federal, el verdadero vencedor electoral fue el voto nulo y los cronistas televisivos mostraban imágenes de todo tipo de impugnaciones bizarras, con fetas de fiambre dentro de los sobres o cartas de repudio a todos los dirigentes políticos.

En ese contexto, el PJ encabezado por Eduardo Duhalde tomó el control de ambas cámaras y, a pesar del desprestigio que arrastraba tras el último gobierno de Carlos Menem, pudo capitalizar la crisis generada en la gestión de Fernando De La Rúa.

Luego del estallido social del 19 y 20 de diciembre, el fin anticipado del gobierno de la Alianza y tras el breve interregno del duhaldismo que también terminó de manera anticipada por la crisis política desatada tras el asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, se suscitaron las elecciones del 2003 en la que la oferta política fue totalmente fragmentada, de alguna manera como está sucediendo ahora. El peronismo se presentó en tres listas diferentes, la Alianza se dividió también en tres listas y si bien ganó Carlos Menem con el 24,25% de los votos, resultó electo Néstor Kirchner, quien salió segundo con 22,25%, porque el riojano abandonó la instancia de balotaje. Algo similar puede suceder en la Ciudad de Buenos Aires, con resultados cerca del 20%. Es probable que el triunfador tenga 28%, el segundo 26% y el tercero 24%.

Nestor Kirchner
Néstor Kirchner llegó a la presidencia en 2003 luego de que Carlos Menem renunciara a la segunda vuelta.

¿Por qué contamos todo esto? Para tratar de entender si la fragmentación electoral en la Capital Federal y la interna kirchnerista en Provincia de Buenos Aires es síntoma de un cuestionamiento político muy profundo a la clase dirigente argentina al nivel del 2001 y su correlato en el 2003. Paralelamente, creemos que hoy también hay un hartazgo y una sensación de crítica a todo el sistema política.

Vamos a hacer un repaso, porque la historia siempre ayuda a comprender el presente y, más aún, a proyectar de alguna manera el futuro. Comenzamos con esas elecciones presidenciales de 2003. “Menem está planteándose más como dictador que como presidente”, decía el candidato radical Leopoldo Moreau, mientras que Carlos Menem llamaba a “enfrentar la confusión con la claridad de la inteligencia” y Néstor Kirchner aseguraba: “No quieren un presidente, quieren un gerente”.

Luego de esa elección, la Unión Cívica Radical nunca más tuvo un candidato que fuera alternativa de poder en unas elecciones presidenciales en Argentina. Leopoldo Moreau sacó 2,34% de los votos. Fue un derrumbe total. Recuerden que el radicalismo venía de estar en el poder con la Alianza, siendo el primus inter pares con De la Rúa.

Vamos a analizar un fragmento ahora que nos trae a la memoria la guerra de afiches durante el balotaje, antes de que Menem se bajara de la contienda. A una semana del cierre de la propaganda política, carteles con la frase “Menem almeja se entierra con su propia lengua” aparecieron en la Ciudad de Buenos Aires, en respuesta a los lanzados del menemismo que decían “Basta de De la Ruas”. Ese último afiche tenía a Kirchner como chirolita y a Duhalde manejándolo, algo que se repitió de alguna manera con Cristina Kirchner y Alberto Fernández y lo que Axel Kicillof advierte que no puede volver a suceder porque no funciona.

La tercera lista del peronismo era la de Adolfo Rodríguez Saa, quien había sido presidente interino por siete días y declaró el cese al pago de la deuda externa en la apertura de las elecciones legislativas que explotaron en aplausos. Luego de esto, cercado por la falta de apoyo político de Duhalde, presentó la renuncia. En estas elecciones sacó un 14%.

¿Qué es interesante de todo esto? Que, a pesar de esta división, de estas campañas virulentas entre diferentes listas peronistas, luego de la asunción del gobierno peronista de Kirchner, terminaron todos juntos uniéndose en el Congreso detrás de la misma fuerza política. La fragmentación del peronismo terminó sirviéndole para recomponerse.

Es decir, podemos conjeturar que el PJ, cuestionado por sus años menemistas que tuvo dentro de este proyecto contrario a muchos de los idearios del peronismo clásico a Kirchner, a Duhalde y a Rodríguez Saa y varios dirigentes que luego formaron parte de las listas antimenemistas, se sirvió de la fragmentación para volver al poder con un nuevo perfil. Kirchner pasó de decir que apoyaba la privatización de YPF y de decir que Menem era el mejor presidente después de Perón a ser un rabioso antineoliberal y dirigente del progresismo.

Luego de recordar estas elecciones, tiene un renovado sentido aquella frase de Perón de los peronistas que no se pelean, si no que se reproducen. Esto terminó en el paroxismo cuando en el 2011, Menem fue senador nacional de la Rioja dentro de la lista del kirchnerismo.

Pero como estas elecciones de 2025 son legislativas, podría también hacerse una comparación -con todo margen de error y al fin de provocar un pensamiento- de si finalmente no estamos en una especie de ley de Lemas legislativa, donde los votos de distintos candidatos con el mismo sello partidario se suman para hacer vencedor al partido que más votos obtuvo, aunque otro candidato de otro partido haya sacado más votos individualmente, que es la ley de Lemas. De hecho, así ganó en Santa Cruz Cristina Kirchner, porque la suma de sus votos y los de otros candidatos del peronismo de la provincia era mayor al total de los votos de la oposición.

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Por ejemplo, si Leandro Santoro saliese primero y Manuel Adorni tercero, pero la suma de votos de Adorni más Marra dieran más que el total de votos de los candidatos peronistas, la Libertad Avanza podría sostener que LLA avanza ganó la elección porque el total de votos de las ideas libertarias sería mayor al de las ideas peronistas, aunque el candidato de LLA obtuviera el tercer puesto.

Estamos ahora en aquella dualidad. ¿Estarán haciendo Kicillof, Larreta y Marra lo mismo que hizo Kirchner en su momento? En el caso de Kicillof, hay personas que se sienten identificadas con las ideas del peronismo, pero no les gusta Cristina Kirchner, como sucede con Mauricio Macri o Javier Milei.

El hecho de que aparezcan personas del mismo espacio de ideas pero que se pelean con personas del partido con baja valoración puede hacer que Kicillof logre votos de personas que nunca hubieran votado a Cristina, por ejemplo. O puede que algunas personas que nunca votarían a Milei, voten por Marra, candidato de la UCeDe. Una cosa son las ideas, y otra es la persona. La persona es el significante y las ideas son el significado. Eso terminó pasando en Argentina en la reagrupación del año 2003.

Por otro lado, es cierto que hay quienes afirman que las opciones “blue” o ”beta” de cada espacio ideológico, por decirlo de algún modo, son el verdadero riesgo de cada uno de los principales candidatos. Esto afirma Santoro, quien encabeza la principal lista del peronismo porteño y podría verse afectado por la canibalización de dos o tres puntos que le impidan ser primero. “Lo que pueda sacar Moreno o Abal Medina es la diferencia entre ganar o perder una elección”, dijo el candidato de Es Ahora Buenos Aires.

Al mismo tiempo, Abal Medina aseguró: “No permitieron que acordemos”. “Los votos del peronismo suspendieron las PASO. Se manejan de la misma manera que cuando eran hegemonía”, agregó el candidato peronista que se presentará por fuera de UxP.

Esto es interesante por la discusión de fondo que encierra. Abal Medina plantea que el kirchnerismo ya no puede ordenar las listas sin discutir con las diferentes sensibilidades del peronismo porque ya no tiene la ascendencia en la sociedad que tenía antes. Recordemos que Abal Medina había sido jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, uno de sus principales colaboradores.

Cristina Kirchner
La exvicepresidenta Cristina Kirchner

Sin embargo, ya no se tolera la lapicera de la ahora presidenta del PJ porque cayó su imagen positiva de cara al electorado y ya no puede conducir al peronismo. Esto es anti intuitivo. Es decir, si un espacio político se debilita, podría pensarse que fomente el reagrupamiento para intentar fortalecerse y resistir el momento adverso sería lo más lógico. Sin embargo, los diferentes sectores prueban sus tácticas políticas, figuras y perfiles electorales para luego discutir sobre la base de los porcentajes que obtuvieron cada uno.

Quien también trajo a la discusión del 2001 por el escenario actual es Alejandro Kim, el candidato coreano-argentino a legislador porteño de Principios y Valores, el espacio del inefable Guillermo Moreno. “Santoro es de origen radical. Algunos compañeros eligieron el rol de Chacho Álvarez, pero nosotros no nos sentimos identificados”, dijo. La frase de Perón de que se pelean y se reproducen está omnipresente.

En la vereda opositora también reina la fragmentación. Si hacemos un breve racconto de lo que sucedió en el PRO, podemos recordar que Mauricio Macri se había distanciado de Horacio Rodríguez Larreta por considerarlo demasiado moderado y apoyó la candidatura presidencial de Patricia Bullrich. Recordemos aquella figura de los Halcones y las Palomas. Luego Bullrich se fue con los libertarios y Macri se quedó sin ella y sin Larreta.

Ahora, el ex jefe de Gobierno porteño se presenta con su propia lista, con declaraciones de golpe de efecto como la del “olor a pis” que supuestamente hay en la Ciudad por la mala gestión y un claro perfil electoral municipalista. Esto obviamente tiene nerviosos a la lista del oficialismo de Macri. Mauricio Macri, quien fue uno de sus principales aliados y su mano derecha, declaró: “Larreta ha tenido una situación emocional de la que no se ha podido recuperar. Perdió la interna contra alguien que él piensa que es intelectualmente inferior y no se pudo recuperar".

Como respuesta, el exjefe de Gobierno expresó: “Macri perdió con Alberto Fernández, el peor presidente de la historia". “En vez de agredirme, que trabajen. Pensé que Macri era ingeniero, pero parece psicólogo”, agregó.

Nuevamente, la pregunta es si los legisladores que pueda obtener la lista de Larreta no se sentirán predispuestos a votar con los legisladores del PRO por compartir ideas y que esas ideas logren más votos, independientemente del sello con el que cada uno sea candidato.

Macri
El expresidente Mauricio Macri

En las huestes libertarias, Ramiro Marra aparece con una táctica contradictoria. Mientras públicamente se muestra como si fuera parte de unas PASO con Adorni y Karina Milei, a quienes se cuida de no criticar, luego coloca afiches en la Ciudad de Buenos Aires con la hermana del Presidente como principal destinataria.

En este mismo programa, le consulté a Marra si no estaba haciendo una colectora y el rápidamente dijo que no, pero finalmente terminó confirmando esa presunción en los hechos. “Si sumando mis votos a los de Manuel Adorni le ganamos a Leandro Santoro voy a estar contento”, declaró en Modo Fontevecchia.

Esta declaración de Marra es muy interesante, una especie de confirmación de colectoras, aunque lo niegue y una sui generis ley de Lemas legislativa. En primer lugar, tiene razón en algo. A fin de cuentas, lo que importa es la cantidad de legisladores que tenga cada espacio ideológico tenga, que luego votarán unidos en la Legislatura. Si esto se logra en varias listas o en una, puede ser una cuestión táctica, pero no estratégica. Por otro lado, también es cierto que puede quitarle votos a Adorni y Lospennato y ayudar que gane Santoro.

El afiche en el que intenta polarizar con la hermana del Presidente, una figura que luego del Criptogate tiene una mala imagen pública, coloca: “Marra o Karina. Que tu voto lo defina”. Más claro, agua.

Volviendo a la interna del peronismo en la Provincia de Buenos Aires, quien expresó con contundencia lo que está sucediendo es Juan Grabois. “No quiero hablar con ninguno. Me tienen las pelotas llenas”, lanzó el referente de Patria Grande. “Son los genios de la política, pero no pueden resolver este problema. ¿Massa es el bueno y Axel es el tardio? ¿Cristina te puso ahí y es la mala?”, expresó en un reportaje.

Luego, dijo que Kicillof “no tiene las pelotas” para firmar el decreto y desdoblar las elecciones. vale la pena decir que Grabois se siente generacionalmente competir de Kicillof. Por la hipótesis de que, si al gobierno de Milei le va mal, lo que vendría sería algo que fuera hacia la izquierda y, en ese sentido, Grabois se siente con más credenciales que Kicillof.

Además, refleja lo incomprensible de la interna. Hacen pensar que no es una táctica para recomponer el peronismo luego del fallido gobierno del Frente de Todos, sino que hay una tendencia a la fragmentación.

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En territorio bonaerense, el conflicto se procesa por el calendario electoral. El gobernador Axel Kicillof plantea que hay que desdoblar las elecciones y el tándem Máximo Kirchner-Sergio Massa opina que las elecciones deben ser al mismo tiempo que las nacionales. “La mayoría de los gobernadores desdoblaron. Yo creo que es un hecho”, dijo el gobernador bonaerense.

Sin embargo, como suele suceder en estas discusiones que pueden ser tácticas, se esconden diferencias sobre quién debe tener el poder. Al presentarse como dirigente de un espacio de alternativa a Javier Milei, Kicillof sostuvo: "Queremos construir una alternativa política que vuelva a gobernar la Argentina e incluya a todos". “Nadie tiene la vaca atada. Nadie tiene la verdad revelada”, agregó. Obviamente, si no hubiese un cuestionamiento sobre la conducción de Cristina, una discusión sobre el calendario electoral podría discutirse puertas adentro.

Finalmente, el adelantamiento de las elecciones legislativas de la Ciudad de Buenos Aires, que fueron las primeras, buscaba que fuera una especie de PASO para la provincia de Buenos Aires asumiendo que si el PRO le ganaba en CABA a LLA, luego podrían negociar ir juntos en la provincia porque el partido libertario, más disminuido, iba a aceptar que los candidatos del PRO encabezaran las listas. Sin embargo, parece cada vez más difícil que ese escenario se de porque una vez que se empieza a competir, se dicen cosas de las que no se puede volver atrás.

A su vez, las elecciones legislativas adelantadas de la provincia de Buenos Aires funcionarían como una PASO de las elecciones nacionales de la provincia en octubre, porque aquel sector ganador tendría más posibilidades de imponer sus candidatos como legisladores nacionales. En síntesis, todas las elecciones de 2025 en conjunto son una gran interna y PASO de las candidaturas a presidente de 2027.

Mientras tanto, para aplicar el pensamiento crítico y diferenciarnos del pensamiento en manada, seguimos analizando esta realidad política compleja y fragmentada para ver si son internas, colectoras o ley de Lemas y si juntar a personas que comparten las ideas, pero nunca votarían a la cabeza del espacio -como Cristina, Macri o Milei- es una táctica inteligente para aumentar la cantidad de legisladores de cada grupo de ideas, que luego funcionarán juntos.

Producción de texto e imágenes: Matías Rodríguez Ghrimoldi

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