Acabo de escuchar hablar al ministro de Economía, Luis Caputo, quien confirmó que el FMI enviará 20 mil millones de dólares para fortalecer las reservas y me recordó a una fábula.
Un búho se creía el ave más sabia del bosque. Los otros pájaros, se acercaban a su nido al anochecer y escuchan los consejos que el búho quien siempre decía: “Hace muchos años que vivo acá, y lo he visto todo”. Un día, un picaflor se acercó y le dijo: “Búho, escuché hablar a los hombres y se acercarán a talar el bosque. Tenemos que mudar los nidos”. El Búho contestó que los hombres nunca habían pasado por aquel bosque y nunca lo harían. Finalmente, fue sorprendido mientras se caía el árbol en el que vivía y cuando estaba en el piso se dio cuenta de lo soberbio que había sido y todo lo que le faltaba por aprender.
Esta fábula, que debería ser escuchada por el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, es atribuida a Esopo, un reconocido fabulista, el más importante de la Historia de la humanidad, que era de la antigua Grecia y que vivió en el año VI antes de Cristo. Según algunas versiones, Esopo fue mandado a ejecutar por el Rey de Samos, Creonte por su irreverencia que supuestamente ofendía a los dioses. Evidentemente hay gobernantes que no les gustan las historias sobre escuchar a los demás. Y no ser soberbio y entender que la realidad tiene varios puntos de vista es fundamental.
2 .700 años después, a casi 12 mil kilómetros del inicio de aquella fábula en Grecia por Esopo, a nuestro Presidente le pasó lo mismo que al Búho. Todo tipo de economistas, particularmente los más afines a su ideología, le dijeron que el tipo de cambio estaba atrasado y que eso podría traer complicaciones muy graves para el país. Javier Milei los calificó de “econochantas”, “mandriles” y los acusó de ser “un club de devaluadores”.
Finalmente, parece que aquellos economistas tenían razón y el gobierno tendrá que cambiar su esquema de tipo de cambio a menos de dos meses de haber anunciado la reducción del porcentaje de devaluación del dólar oficial para ir en el camino contrario. Recuerden que lo bajó del 2% mensual al 1% mensual y ahora en cualquiera de los casos iría a un camino contrario porque aumentaría la devaluación, por lo menos mensual o inicial y o se reduciría. Por eso, decidimos comenzar la columna de Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3) con El Dólar, de Dandy Bway.
Si hay un economista en este país al que no se lo puede acusar de socialista, kirchnerista o de izquierda es Domingo Cavallo. Fue el ministro de Economía que creó la convertibilidad y uno de los más fieles representantes del neoliberalismo o cercano de la escuela de Chicago. Esto seguramente Domingo Cavallo no lo aceptaría porque él se cree un heterodoxo, pero al menos esa es la percepción que tiene la mayoría de la gente de él. Y cuando era candidato, Javier Milei dijo que Cavallo le parecía el mejor ministro de Economía de la historia. Este hombre planteó que el dólar estaba atrasado y el Presidente, montó en cólera.
Vamos a repasar lo que le respondió Javier Milei a Cavallo el 8 de enero. En una entrevista con Luis Majul, Milei negó que el tipo de cambio estaba atrasado y apuntó contra Cavallo. "Me parece una vergüenza la declaración de Cavallo. Por eso es irritante e insultante lo que dijo Cavallo”, afirmó el presidente. Y agregó: "Para conocer el tipo de cambio real de equilibrio, usted tendría que ser omnisciente, omnipresente y omnipotente. Necesitaría ser Dios”.
Lógicamente que para saberlo a lo largo del tiempo, cambia la tecnología, cambian las posiciones estratégicas de cada uno de los países. Pero si le descontamos la intertemporalidad y hablamos del dólar solo del presente y no el del futuro y descontamos la tecnología del presente y no la del futuro. Uno podría tener distintas apreciaciones respecto del cual podría ser el valor del dólar.
Obviamente, el futuro es impredecible. Pero si partimos de que el futuro es impredecible, nunca podrían existir los pronósticos, que obviamente son falibles pero tienen alguna base de fundamento en alguna evidencia histórica.
Nunca la discusión económica en este país fue tan bizarra y hasta cómica en la actualidad. Ahora vamos a analizar lo que dijo el ministro Luis Caputo el 5 de febrero. “Hay algunos precios que están adelantados, no quiere decir que el dólar está atrasado”, dijo el funcionario. “Por ejemplo, los autos están más caros en Uruguay que en Argentina y nadie habla de atraso cambiario”, remarcó.
Repasemos ahora lo que le contestó Emmanuel Álvarez Agis a Luis Caputo. En una entrevista en Urbana Play el 7 de febrero, el economista consideró que “decir que los precios están adelantados o el tipo de cambio atrasado es decir exactamente lo mismo” y recordó que “buena parte de la profesión se dedica a analizar cuestiones relativas”.
Bueno, vamos a intentar decir algunos conceptos para tratar de entender este tema que es muy técnico y tratar de dilucidar por qué es es importante en el día a día de todos nosotros.
El valor del dólar es transversal a todos los precios del mercado. Nuestra economía necesita de insumos, máquinas o materiales que no tenemos en el país y debemos comprarlos en el exterior, como café, cacao, materias primas que por una cuestión climática no se pueden producir.
Para esto necesitamos dólares. El valor por el cuál compramos estos dólares, termina impactando en el precio de los productos que hacemos. Si a una imprenta que nos imprime la revista Noticias, se le rompe una parte de una máquina y debe importar el repuesto de Estados Unidos y el dólar de repente sube, nos cobrará más caro la impresión y nosotros estaremos presionados para subir el precio de tapa de la publicación.
Otro ejemplo es el caso del papel: las revistas se hacen con papel importado, ya que Argentina no produce papel brillante, fabrica solamente papel de diario o de libro.
Por esta razón, el dólar está directamente relacionado con la inflación. Entonces, sube el dólar, suben los precios y por consiguiente, sube la canasta básica y los niveles de pobreza e indigencia.
Es mucho más complejo que esto porque nadie puede saber, tiene razón Milei, donde el dólar está atrasado o adelantado porque nadie sabe el precio de equilibrio del dólar. Pero más complejo aún es que hay distintos precios de equilibrio del mercado.
Por un lado, Milei podría decir que el precio de equilibrio es aquel en el cual el dólar por el peso garantice que el dinero que ingresa por las exportaciones sea equivalente al que tengamos que pagar por las importaciones. Pero ese es uno de los puntos de equilibrio.
Otro de los puntos de equilibrio es un precio del dólar y el peso que permita a las empresas locales competir para dar trabajo a la suficiente cantidad de la población para que no haya crisis social. Entonces hay un equilibrio que puede ser macroeconómico y un equilibrio que puede ser social.
Pablo Gerchunoff, el célebre historiador de la economía argentina planteaba que hay dos tipos de cambio. Por un lado, el que preferían los exportadores, normalmente relacionados con el agro, que permitía que la argentina fuera hiper competitiva y al mismo tiempo el sector pudiera obtener muchas ventajas con un dólar muy bajo. Y por otro lado, el tipo de cambio que necesitaba la industria para dar empleo, un dólar más alto.
Si un país descubre una nueva fuente de ingresos, reservas de petróleo por ejemplo, el dólar de equilibrio podría ser menor. Eso es lo que insiste el economista Arriazu el preferido de Milei que sostiene que con nuevas fuentes de exportaciones el dólar de equilibrio podría ser más barato.
Pero hay algo contundente, si hay cepo es porque el dólar está atrasado y por eso se le tiene que poner un límite a su compra. Desde ya que la discusión de si es 20%, 5% o 40% va cambiando con el tiempo. No es siempre en el mismo lugar lo mismo.
Y además se trata de algo complejo, en el sentido de que es opinable cuál sería el mejor precio de equilibrio para la economía argentina en este momento.
Quien explicó simplemente por qué el dólar está atrasado de una manera contundente fue Roberto Cachanosky, un economista de cuño absolutamente liberal, casi libertario, que en el pasado era muy reconocido por Javier Milei.
“Todo el mundo salvo el Gobierno, todos sabemos que el dólar está atrasado artificialmente”, sostuvo. Y señaló: El dólar oficial es un precio máximo para el dólar. Y vos cuando pones un precio máximo lo pones siempre por debajo del mercado, no tiene ningún sentido ponerlo por arriba”.
“Sabemos también que difícilmente el Fondo le preste al Gobierno dólares para que después salga a venderlos al mercado y mantenga quieto el tipo de cambio, si es que quiere sacar el cepo”, indicó en el programa de Marcelo Longobardo en Radio Perfil.
También repasamos el testimonio de Martín Tetaz el 12 de febrero: “No tiene ni pies ni cabeza la discusión de si no está atrasado. Entonces salí del cepo, no tiene mucho sentido. El propio cepo confirma que el dólar está agarrado de los pelos", afirmó en FM Re.
Bueno, el Fondo Monetario exige o recomienda una modificación del esquema del tipo de cambio y esto se puede hacer de diferentes maneras. Se podría hacer por medio de una flotación que lleve a una devaluación inmediata. Otra alternativa es que haya una flotación sucia, con bandas. O sea que a tal precio el Banco Central compre y a tal precio el Banco Central venda para tratar de limitar la volatilidad.
El FMI admite que el monto del acuerdo que negocia con Argentina es “considerable”
Quien lo explicó en este programa fue el economista Carlos Melconian quien dijo que de ninguna manera creo que el Fondo le va a pedir a la Argentina flotar, porque si el dólar flotase, se iría a las nubes.
“Este gobierno, salvo chimentos, no habla de flotar. Creo que la chance de flotación ahora es cero”, aseguró en Modo Fontevecchia el 19 de marzo.
Me hace acordar a un filósofo, Ludwig Wittgenstein, quien decía que el pensamiento es un juego del lenguaje. “El dólar no está atrasado, los precios están adelantados”, flotación, devaluación…
En el fondo, lo que estamos hablando es que si el Gobierno argentino decía que para liberar el cepo tenía que tener X cantidad de decenas de miles de millones de dólares por parte del Fondo Monetario, evidentemente hay una relación entre ir al Fondo Monetario y el sistema cambiario. La lectura es absolutamente lógica.
Y al mismo tiempo, si hay cepo y para salir del cepo hacen falta dólares, evidente es que habría una demanda inicial para producir una devaluación.
O sea que finalmente, lo que estamos discutiendo es meramente qué nombre le ponemos a las cosas.
Pero las cosas, fundamentalmente, indican que el modelo de devaluación del 1% por mes, que colocó el gobierno hace dos meses, modificando lo que venía del año anterior del 2%, se comprobó ineficaz. O sea, la inflación no bajó al 1%, al contrario subió algunas décimas y no se puede sostener porque la demanda de dólares es superior a la oferta.
Concretamente, estamos hablando de esto. O sea el crédito del Fondo Monetario Internacional, cada vez que se pide es para algo, es decir que hay un problema. Y evidentemente el problema es que la tasa de devaluación del 1% no resulta sustentable a lo largo del tiempo.
¿Habrá alguna modificación? En cualquiera de los casos, si se dijo que para liberar el cepo hacía falta tener reservas incrementadas por un préstamos del FMI, resulta lógico, por carácter transitivo, pensar en que algo va a pasar con el mercado cambiario.
Y si algo va a pasar con el mercado cambiario, existen posibilidades de que el dólar suba. Tan simple como eso. Y no tendría que enojarse Milei y considerar “econochantas” a todos los demás.
Ojalá pueda sortear los problemas. Ojalá, como la fábula de Esopo, no sea tan soberbio como el búho y pueda aprender sin necesidad de que le talen el árbol en el que tenía su nido.
Nos vamos con la misma canción con la que abrimos esta columna. El Dólar, de Dandy Bway.
MC/ff