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MODO FONTEVECCHIA
El editorial de Jorge Fontevecchia

Día 467: A 5 años del Covid que trajo a Milei

A cinco años del inicio de la cuarentena, sus efectos en la política en el mundo en general y en Argentina en particular continúan gestándose.

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A 5 años del inicio de la cuarentena por covid en Argentina | NA

A 5 años de aquel 20 de marzo del 2020, en el que se dictó la cuarentena por el Covid, vamos a reflexionar sobre el profundo impacto político que dejó este hecho en el mundo en general y en Argentina en particular.

Vamos a comenzar con tres anécdotas sobre por qué se podría decir que el Covid trajo a Javier Milei: un rabino reconocido internacionalmente por su capacidad de predicción le había dicho a Mauricio Macri que iba a ganar en 2019. Como esto no sucedió, Macri pensó que se trataba de algo obvio, que nadie podía ver el futuro, pero seis meses después, en abril de 2020, lo llama desde el exterior este rabino y le dice: “Vio, ganó, imagínese si usted hubiera sido presidente con Covid y los costos que hubiera tenido”.

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Por esa época, en el otoño de 2020, en privado, Carlos Melconian llamaba “San Covid” a la pandemia, porque sin ella ya sin déficit fiscal como le había dejado Macri a Alberto Fernández, el peronismo se hubiera quedado por muchos años. También se podría decir que la muerte política del gobierno de Alberto Fernández se produjo con la reunión de cumpleaños de su esposa en medio de la pandemia.

El Covid, paralelamente, mostró la entrega absoluta del personal de salud, la solidaridad de la población con los adultos mayores que eran población de riesgo y el compromiso de muchas personas con las medidas de cuidado. Sin embargo, también expuso con mucha más fuerza las desigualdades que se acentuaban en la sociedad, la proliferación de peligrosas teorías conspirativas y el auge de la extrema derecha. El Covid sacó en algunos momentos, lo mejor de la humanidad y en otros, lo peor.

Por eso, decidimos comenzar esta columna de Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3) con una particular versión de “Imagine”, cantada por A Perfect Circle, una canción que mantiene la letra de la utopía soñada por Lennon, pero con un tono oscuro que nos devuelve a una realidad que dista mucho de aquellas palabras. Esta interpretación, con un tono más triste que la de Lennon, fue realizada en el momento de la pandemia. Las imágenes que acompañan al videoclip son de un mundo vacío.

La Primera Guerra Mundial, en la que murieron aproximadamente 15 millones de personas, al mismo tiempo de la pandemia de la gripe española, desembocó en el auge del comunismo y la expropiación de los capitalistas en prácticamente un tercio del planeta. Luego, sobrevino el auge del nazismo y el fascismo en Europa con la Segunda Guerra Mundial, que terminó con la vida de 50 millones de personas y consolidó el mundo bipolar encabezado por Estados Unidos por un lado y la Unión Soviética por el otro, que sobrevivió hasta 1989 con la caída del Muro de Berlín.

Un informe de la Organización Mundial de la Salud del 2022 explicó que el COVID terminó con la vida de 15 millones de personas y tuvo casi 700 millones de infectados. La diferencia de este hecho con las guerras, además de la ausencia de la violencia, es que tuvo un impacto mundial muchísimo más homogéneo, porque las guerras se hacen en lugares determinados, por más que sean mundiales.

Nunca antes un mismo acontecimiento histórico se vivió tan simultáneamente en todo el planeta. Desde París hasta un pequeño pueblito en la Provincia de Buenos Aires, desde África a Estados Unidos, Japón y la India. En cada rincón del mundo había personas con barbijos, personas enterándose que estaban infectadas y el lamentable número de fallecidos que se comunicaba día a día. Probablemente aún no tengamos dimensión del impacto real que tuvo la pandemia en nuestras vidas y, por consiguiente, en la política y el sistema político global, que todavía se está gestando.

Vamos a comenzar recordando aquel momento en el que el entonces presidente Alberto Fernández daba inicio a la cuarentena. “Deberán someterse al Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio”, anunció en cadena nacional el 19 de marzo de 2020, junto a una serie de medidas sociales y económicas.

Junto con Alberto Fernández estaban el jefe de Gobierno de la Ciudad y los gobernadores de Buenos Aires, Santa Fe y el de Jujuy, quien en ese momento era presidente de la Unión Cívica Radical. Muchos creen que este acercamiento que debió tener por cuestiones operativas con Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof terminó con el futuro político del entonces jefe de Gobierno porteño. El COVID también tiene como víctima a la carrera de Larreta hacia la presidencia.

Esto provocó un instantáneo momento una unidad nacional nunca vista, y la confianza en el Gobierno de Alberto Fernández llegó al 80% de imagen positiva, lo que es una gran lección de la volatilidad de poder de los gobernantes. Hay una imagen interesante que son las tapas de todos los diarios que reproducen el mismo mensaje. Todas las tapas de los diarios nos pusimos de acuerdo en hacer la misma tapa el mismo día, algo nunca visto.

diarios

Hasta Javier Milei estaba de acuerdo con la medida de aislamiento al principio. En un reportaje en Crónica TV en marzo de 2020, el actual mandatario se refirió a la gestión de la pandemia y dijo: “Fue brillante lo que hizo el Gobierno”. “El Gobierno debería mostrar que el código penal va a caer con toda la fuerza sobre los irresponsables que enferman a otros y no hacen cuarentena. Los enfermos generan externalidades negativas”, agregó. Por esa época, nadie conocía a Milei todavía y por eso no pagó el mismo costo que pagó Larreta, y hoy las “externalidades negativas” ya son normales para el oído de la audiencia.

Es interesante como Milei se mostró muy de acuerdo en la parte más represiva de la cuarentena y elogiaba a Alberto Fernández. Obviamente, sin castigar a las personas que incumplen la normativa, es muy difícil implementar cualquier medida de confinamiento, pero el nivel de acatamiento de la cuarentena, que fue bastante importante en nuestro país, al menos en los primeros meses, se logró gracias a la concientización de la población más que a la represión policial.

Eso no quita que un sector reaccionario, rápidamente empezó a volverse contra las medidas de aislamiento. Ahí tenemos a Patricia Bullrich, que parece que “la vio” y comenzó su carrera presidencial, como Javier Milei. La ventaja con la que corría el actual Presidente es que era desconocido, entonces nadie recuerda que apoyó las medidas de la cuarenta. Para ese momento, Bullrich había sido ministra de Trabajo, de Seguridad y diputada nacional.

En octubre 2020, cuando comenzaba a decaer la concientización, Bullrich se presentó en una movilización contra la cuarenta y desde un móvil del programa de Trebucq en Crónica, quien también emergió en el periodismo en la pandemia, dijo: "La gente quiere volver a trabajar, no quiere más cuarentena". Claramente, Bullrich la vio antes que Milei.

¿Qué empezó a suceder? Los estados no podían sostener económicamente las cuarentenas. Es decir, no podía pagar sueldos a todo el mundo para que se queden en sus casas, hasta desarrollar totalmente las vacunas que no se construyen en seis meses. Esto provocó todo tipo de descalabros económicos y la medida de aislamiento fue perdiendo su legitimidad. Los comercios en particular, que debían permanecer cerrados o semiabiertos, pero con atención a la calle, veían sus ganancias caer y algunos tenían que reconvertirse. Ese fue el caldo de cultivo del enojo con la cuarentena en gran parte de la clase media.

Además, los adolescentes y jóvenes que vieron interrumpida u obstaculizada su educación, también perdieron la parte lúdica de la juventud, la sociabilidad. Al no poder salir en esa etapa de la vida, empezaron a ser interpelados por referentes de la extrema derecha por las redes sociales que constantemente le explicaban que esta era una cuarentena socialista que solo empobrecía a la población. No hay que olvidar que entre los jóvenes es dónde Milei obtuvo mayor proporción de votos que lo llevaron a ser presidente.

Es curioso como un mayor acercamiento al uso de internet y de las plataformas no generó necesariamente una sociedad más informada necesariamente. Un informe sobre la brecha digital en la pandemia publicado en 2021 explica que la pandemia aceleró la digitalización del trabajo, la economía y la educación, y quienes ya venían retrasados, corren el riesgo de quedar excluidos.

Y la extrema derecha, con un oficio mayor desarrollado en la utilización política de las redes sociales porque no ha encontrado espacio en los medios tradicionales, que rechazan cualquier situación extrema, lograron hacer crecer su mensaje en internet hasta convertirse en políticamente aceptados y volver a los medios tradicionales. Este sector se hizo fuerte en un momento en el que el uso de estas plataformas se hizo más masivo que nunca.

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En Estados Unidos y Brasil, países en los que gobernaba la extrema derecha, las políticas de Donald Trump y Jair Bolsonaro fueron irresponsables, con bajas o nulas medidas de aislamiento y un nivel de contagios y fallecimientos mayor que los países en los que no gobernaba este tipo de espacios. Además, Trump acusó a China de ser responsable del virus.

“Hemos librados una feroz batalla contra el enemigo invisible, el Chinavirus, que ha cobrado innumerables vidas en 188 países. Debemos responsabilizar a la nación que desató esta plaga en el mundo: China. En los primeros días del virus, China bloqueó los viajes a nivel doméstico mientras que permitió que los vuelos salieran de China e infectaran al mundo. Las Naciones Unidas deben hacer que China rinda cuentas por sus actos”, sostuvo Trump ante las Naciones Unidas en septiembre de 2020.

Paralelamente, Bolsonaro en Brasil no se quedó atrás. Tuvo una confrontación directa contra las medidas de aislamiento que daban varios de sus gobernadores, como pasó en Estados Unidos. En ambos países, como en Argentina, el sistema es federal, pero es verdaderamente federal. Esto significa que los gobernadores tenían la capacidad de dictar medidas de aislamiento, independientemente del criterio del Presidente. Como respuesta, en noviembre de 2020 Bolsonaro dijo: “Todo ahora es pandemia. Esto tiene que tener fin. Lamento los muertos, pero todos vamos a morir algún día. Usted se va a morir algún día. No podemos huir de la realidad. Tenemos que dejar de ser un país de maricas”.

Además, la pandemia demostró la profunda desigualdad mundial entre los países ricos y los países pobres. Esto se vio con claridad en la distribución de las vacunas y en la consiguiente cantidad de fallecidos. Un año después del inicio de la pandemia, la OMS advirtió sobre un aumento en la desigualdad en la vacunación entre los países ricos y pobres, con una brecha más grande cada día. Esos países donde se concentra el 20% de la población más pobre del mundo consiguieron sus vacunas a través de la OMS, el lugar del que nosotros nos acabamos de ir.

Los problemas económicos generados por la pandemia y el confinamiento, las numerosas muertes y este tipo de desigualdades generaron que casi todos los oficialismos que tuvieron que afrontar la pandemia hayan sido derrotados. La sociedad castigó en las urnas a sus representantes políticos y se generó una distancia cada vez mayor con los sistemas políticos tradicionales en cada país.

En 2021, a un año de iniciada la pandemia, Javier Milei logró entrar al Congreso de la Nación como diputado por la Ciudad de Buenos Aires y desde ese momento, su carrera a la Casa Rosada fue imparable.

Todos los países tuvieron que aumentar geométricamente su gasto público para subsidios a quienes no podían trabajar y tuvieron que imprimir dinero o deuda, que es otra forma de imprimir dinero futuro, sumado a la pérdida de la producción por ocho meses, gestando un estallido inflacionario en todo el mundo. Los países que tenían 3% de inflación se fueron a 9%, y subió en el mundo de manera geométrica y no aritmética.

Esos problemas se fueron manifestando en los años posteriores y de distinta forma entre los países de mayor solvencia que pudieron “imprimir” deuda y aquellos menos solventes, como Argentina, que directamente tuvieron que imprimir dinero lo que dio paso a una dirigencia política que se nutre de las frustraciones de la población y representa un conjunto de valores que están lejos de aquellas primeras semanas de cuarentena en la que nos habíamos unido como sociedad.

Yendo más atrás en la historia, la otra gran pandemia de humanidad fue la peste negra en el siglo XIV, que generó el fin del sistema político feudal y el paso a las monarquías, que fueron un avance respecto del primitivismo del sistema feudal.

Esperemos que este primer efecto político negativo de la pos pandemia, con crecimiento de ideas reaccionarias y lo que podría decomisarse como otra forma de edad media, en el fondo esté incubando un nuevo iluminismo.

Producción de texto e imágenes: Matías Rodríguez Ghrimoldi

TV/ff