Perfil
MODO FONTEVECCHIA
El editorial de Jorge Fontevecchia

Día 466: ¿El miedo avanza?

Distintas conductas del Gobierno, como la represión policial o el escrache a opositores generan miedo. Miedo en aquellos que se oponen al Gobierno y miedo en aquellos que lo apoyan.

Marcha y protesta de Jubilados 20250319
Marcha y protesta de Jubilados. | AFP

Ayer resultó un triunfo para el gobierno de Javier Milei. Logró blindar el DNU en el Congreso que le permite negociar libre de manos con el FMI sin revelar lo que llamamos vulgarmente la letra chica. Es decir, 129 diputados votaron a ciegas la facultad de la administración libertaria para que negocie con el Fondo un acuerdo del que no conocen prácticamente nada y le dieron un cheque en blanco.

Afuera, la manifestación, visiblemente más pequeña que la del miércoles pasado fue contenida por un operativo cerrojo, en el que a través de vallas, se alejó a los manifestantes del Congreso. Además, con altoparlantes que hacían sentir a quienes caminaban por las estaciones de tren como en una película distópica, una intimidante presencia policial y amenazas de todo tipo, el Gobierno logró atemorizar a la convocatoria y la marcha misma. Muy probablemente, la fuerte represión de la semana anterior, con escenas terribles con una jubilada golpeada por un policía y un fotógrafo que casi pierde su vida, y que va aquedar con consecuencias graves, disuadieron también a muchas personas de participar en la convocatoria.

Entre los políticos, hay quienes acompañaron el DNU a pesar de que entendían que el acuerdo debía ir al Congreso, no por un DNU, sino por una ley que sea aprobada por ambas pámaras, pero lo hicieron porque temían las consecuencias económicas de que caiga el decreto. Probablemente una disparada del tipo de cambio y otro profundo golpe al bolsillo de los argentinos también generó miedo. Además, la llamada oposición dialoguista debe temer otra forma de miedo: el escrache de un Presidente que aún goza de un fuerte apoyo popular y pueda golpear su imagen.

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Probablemente, buena parte de las personas que dejaron estar de acuerdo con Milei, dado que algunos encuestadores miden una caída de 7 puntos de imagen positiva, deban temer que lo que venga si este Gobierno fracasa, sea aún peor. Por todas estas manifestaciones implícitas o explícitas de miedo que se expresan en la política argentina, decidimos comenzar esta columna de Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3) con Miedo, de Arbolito.

Analicemos las declaraciones a un jubilado que, si bien participó de la manifestación de ayer, reflejaba algo de este temor del que hablamos. “Tengo miedo todos los miércoles”, dijo Jorge con un tanque detrás, y sostuvo: “este Estado está lleno de odio”.

Son interesantes las diferentes tácticas del Gobierno en los operativos de seguridad. El miércoles pasado, la represión temprana tuvo el objetivo de evitar la concentración masiva de manifestantes y terminó generando que se dispersaran por diferentes puntos aledaños del centro, con la contraparte de que se intensificó la protesta durante toda la tarde. La vocera de la Correpi, María del Carmen Verdú., explicó esto y dijo: “La represión empezó antes de que empezara la marcha”. Vale contar que son dos estrategias distintas: comenzar la represión antes de la marcha y colocar vallas para que llegara menos gente al Congreso.

“Teatro antidisturbios”, dice una canción de Los Redonditos de Ricota y parece una frase escrita exactamente para el operativo de ayer. Ayer hubo una escenificación y despliegue policial para atemorizar a la población. “La policía va a reprimir todo atentado contra la república”, repetían los avisos de altoparlantes amenazantes. Hay que prestar atención al sonido, que viene desde arriba, como si viniera del cielo.

Carteles

En una esta escena dantesca, un policía increpa a una persona que estaba caminando por una estación de tren y le dijo: “Viste como alfojás, maricón”. Además, se hizo saber que habría “inhibidores” que supuestamente bloquearían la señal de los celulares de los manifestantes en el Congreso, generando un tema de libertad de prensa ya que las cámaras de los medios tienen conexión a internet, y temor en las personas que querían avisarle a sus familiares que habían sido detenidos.

El experto en ciberseguridad Marcos Mansueti explicó que, además de ser ilegal, no era posible de hacer en esas condiciones. “Está tipificado en el código penal la introducción en las telecomunicaciones, es un delito”, sostuvo y agregó que un solo equipo no puede bloquear la señal en la zona del Congreso. Es decir, que los inhibidores fueron parte de la utilería de este “teatro antidisturbios” para atemorizar a los manifestantes.

Estas escenas hacen pensar en las obras literarias y cinematográficas distópicas como “1984”, "Los Juegos del Hambre" o “Brasil”, en la que los habitantes de ciudades futuristas circulan bajo un terrible control policial. Apple, justamente en 1984, hizo una publicidad para lanzar su primera computadora en referencia a esta obra en la que muestra un conjunto de ciudadanos unificados, como los presos de las cárceles de Bukele.

Es interesante pensar cómo cambió el mundo. Esta publicidad generada por una empresa de tecnología apelaba, en la época de Steve Jobs, a lo que era disruptivo, que era un progresismo absoluto frente a cualquier tipo de autoritarismo. Esto contrasta con el Apple de hoy, donde el CEO interesado en maximizar el beneficio los accionistas, se alinea de a las ideas de Donald Trump y fue gozoso a su asunción.

Los tiempos y las perspectivas cambian. En ese momento, la computadora era un elemento de democratización, mientras que las redes sociales permiten el efecto contrario, como es la intención del dueño de X. Como contaba Marcelo Longobardi en su editorial, en Estados Unidos se están empezando a atacar los autos Tesla que fabrica Elon Musk.

Los manifestantes temen a los violentos que asisten a las marchas y generan disturbios. Recientemente se identificó al presunto responsable de la quema del patrullero del miércoles pasado. Si eso efectivamente se confirma, y no fue un infiltrado como sospechan los sectores opositores, el Gobierno tendrá un punto de apoyo para deslegitimar la movilización. En ese sentido, cualquier tipo de acto de violencia por parte de un manifestante es completamente funcional al Gobierno. Todo aquel que quiera hacer notar su presencia mediante un acto violento solo fortalece al Gobierno.

Además, la presencia de infiltrados de las propias fuerzas de seguridad, independientemente de que se compruebe que no hayan quemado el patrullero, generan un estado de alerta entre manifestantes que expulsan a supuestos infiltrados de las columnas. Ayer hubo decenas de videos caseros de personas que atraparon a supuestos infiltrados. En un caso, una persona reconoció haber ido disfrazados de efectivos en condición de infiltrado en diálogo con El Destape Radio. Estas situaciones solo generan paranoia de un lado y del otro.

Cae la imagen de Javier Milei y es creciente el descontento social

Efectivamente el Gobierno logró disuadir a manifestantes de movilizarse. Esto tuvo la ayuda de las personas que acudieron a las convocatorias y realizaron actos violentos. Probablemente, jubilados y diferentes sectores perjudicados por los planes de la gestión libertaria encontrarán otra manera de hacerse escuchar sorteando estos obstáculos. Es vital que esto suceda para que pueda expresarse el contrapeso necesario en toda democracia.

Hoy, Carlos Pagni planteó en su columna publicada en La Nación otro miedo: el miedo a la torpeza de que el Gobierno no logre llevar adelante los planes. Simpatizantes del oficialismo comienzan a temer que el Gobierno no tenga la capacidad para llevar adelante sus propias ideas y que le agregue daños autoinflingidos a cada cosa que hace.

Pagni reflexiona sobre por qué si el acuerdo con el FMI iba a ser el 15 de abril era necesario enviar al Congreso el decreto un mes antes, y por qué fue Caputo, que no tiene condiciones de orador, fue a los medios a generar más sospechas. Según el periodista, la pregunta es qué es causa o qué es consecuencia. Si el miedo a que se continúe la escalda de venta de dólares hizo enviar el DNU al Congreso, o si hubo que hacerlo por miedo que continuara. En cualquier caso, lo que domina es el miedo. Miedo en aquellos que se oponen al Gobierno y miedo en aquellos que los apoyan.

Producción de texto e imágenes: Matías Rodríguez Ghrimoldi

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