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MODO FONTEVECCHIA
El editorial de Jorge Fontevecchia

Día 419: La cruzada de Milei y la resistencia marica

A lo largo de la historia la homosexualidad fue aceptada en diversas culturas, desde la antigua Grecia hasta Roma, sin embargo, el colectivo LGBT ha resistido la persecución de regímenes de todo tipo y color. Las declaraciones de Javier Milei, al vincular la homosexualidad con la pedofilia, se inscriben en esta larga historia de prejuicios y persecusión.

Javier Milei y sus terribles dichos contra la homosexualidad.
Javier Milei y sus terribles dichos contra la homosexualidad. | NA

Las declaraciones homofóbicas del Presidente vinculando a la comunidad LGBT con la pedofilia y el planteo de eliminar la carátula penal de femicidio despertaron una lluvia de críticas y una asamblea de miles de personas en Parque Lezama que convocó a una movilización para este sábado primero de febrero. Para analizar qué hay detrás de esta suerte de cruzada homofóbica de Milei, decidimos abrir la columna de hoy de Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3) con este genial tema de Queen, I Want to Break Free.

El discurso del Presidente da mucha tela para cortar. "Desde estos foros se promueve la agenda LGBT queriendo imponer que las mujeres son hombres y los hombres son mujeres solo porque así se auto perciben", fue una de sus polémicas frases. Además, arremetió contra la “ideología de género”, apelando a un aberrante caso: “fue noticia que dos norteamericanos homosexuales, enarbolando la bandera de la diversidad sexual, fueron condenados a 100 años de prisión por abusar y filmar a sus hijos adoptivos durante más de 2 años”. Y agregó: “En sus versiones más extremas, la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil”.

En primer lugar, no hay tal cosa como ideología de género. Hay un movimiento feminista y de la comunidad LGBT que tiene varias tendencias ideológicas, que incluso llegan hasta la centro derecha. Es decir, homosexuales y personas de distinta orientación sexual e identidad de género hay de todas las ideologías. Y, como vamos a ver en esta columna, homofóbicos desgraciadamente también.

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Luego, el Presidente no demostró en qué libro, en qué artículo, qué referente de esa supuesta ideología de género fomenta la pedofilia o el abuso. Abusadores y pedófilos hay en diferentes clases sociales, de diferentes orientaciones sexuales y de diferentes ideologías. Sin ir más lejos, el propio Donald Trump fue declarado culpable de abuso sexual a la periodista Jean Carroll y no por eso vamos a decir que todas las personas de extrema derecha son abusadoras o que hay una tendencia en esas personas a abusar.

Todo esto del Presidente, incomprobable, sin basamento empírico ni pruebas, es simplemente homofobia. Sería interesante saber si es una homofobia genuina en su persona o es solo una suerte de estrategia: movilizar los prejuicios más bajos de la sociedad para que no discutamos cómo las fábricas empiezan a cerrar y a despedir cientos de trabajadores. En nuestro caso, no nos olvidamos de nada, en otras columnas o con otros formatos, tomamos todos los temas.

¿De dónde surge la homofobia? Hay una tendencia en el sentido común que indica que la homosexualidad es algo que se va aceptando con los años y quienes son más jovenes son más propensos a ver con buenos ojos que otras personas elijan distintas orientaciones sexuales. Y, por otro lado, las personas más grandes son más conservadoras. Pero esto no es así en términos históricos. A lo largo de la humanidad y en diferentes lugares del mundo, la homosexualidad fue más o menos aceptada según diferentes razones, económicas, religiosas y culturales.

En la antigua Grecia, la homosexualidad masculina era bastante común y muy aceptada. Las parejas formadas por hombres eran tomadas como normales, lo que tiende a explicar por qué abundan, en la escultura, los denudos masculinos. Platón, en su diálogo Fedro, escribe que el ejército más formidable del mundo se componía de parejas de amantes. Hacia el siglo IV antes de Cristo, el batallón sagrado de Tebas, conformado únicamente por amantes homosexuales, se conformó como una de las tropas más temidas de la antiguedad.

“Una de las tropas más temidas de la antigüedad”. Esto tira por tierra cualquier idea de que la homosexualidad necesariamente implica una renuncia a la masculinidad o a la fuerza.

Vamos ahora a la Antigua Roma. Si bien a menudo se piensa que era un bastión de la masculinidad y la heterosexualidad tradicional, la realidad es más compleja. Las relaciones entre personas del mismo sexo no sólo eran aceptadas, sino también celebradas en sectores de la sociedad romana. Los romanos no tenían palabras como “homosexual” o “heterosexual”, sino diferentes palabras para definir si alguien jugaba un papel activo o pasivo en un encuentro sexual.

Para los hombres, ser la pareja activa en una relación entre personas del mismo sexo se consideraba más aceptable que ser la pareja pasiva. La homosexualidad se practicaba ampliamente, y era normal que los hombres de clase alta tuviera parejas del mismo sexo entre las clases bajas. Un ejemplo es la del emperador Adriano y su amante Antínoo, un joven griego que conoció mientras recorría el imperio, con quienes se volvieron inseparables.

Si la homosexualidad estuvo tan bien vista durante gran parte de la antiguedad: ¿Qué fue lo que sucedió?

Según el “Origen de la Propiedad Privada, el Estado y la Familia” de Friedrich Engels, el patriarcado, la familia monogámica y el sometimiento de la mujer al hombre se desarrollaron junto con el avance de la agricultura, la ganadería y el proceso de sedentarización de los pueblos. Es decir, cuando los humanos eran nómades, se puede decir que el trabajo de hombres y mujeres estaba equilibrado en nivel de importancia.

Luego, cuando se empieza a desarrollar la ganadería y la agricultura, comenzó a suceder que el hombre tenía excedente de alimentos, tierras y luego esclavos que la trabajaban, y la mujer solo tenía a los hijos. Durante gran parte de ese proceso, la monogamia no existía. La figura de padre era menos importante y solo se sabía a ciencia cierta quién era la madre de los niños por obvios motivos.

Fue en ese momento que en las sociedades se pasó de la herencia matrilineal a la patrilineal. Para que todo el excedente de alimento, las tierras, los esclavos y el ganado que acumulaba, el hombre no se lo herede a hijos que no le eran propios.

De esta manera, propiedad privada y familia van de la mano. Cuando surgió el capitalismo, al principio echó por tierra al patriarcado y las formas sociales previas. Envió a trabajar a las fábricas a niños, hombres y mujeres embarazadas. El resultado fue que los niños y las mujeres embarazadas morían y esto hacía que no hubiera nueva mano de obra en el futuro.

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De esta manera, se hicieron esfuerzos por mandar a la mujer a la casa, darle un salario familiar al obrero y prohibieron el trabajo infantil hasta cierta edad. Este proceso que hoy se muestra como algo dado por la naturaleza, fue totalmente resistido por hombres y mujeres hasta que finalmente se logró instalar.

Por esta razón, según la concepción marxista, la familia heterosexual monogámica y patriarcal resulta un baluarte del statu quo y la homosexualidad viene a cuestionar las formas de vida que el sistema capitalista necesita reproducir.

Si no fuese así, siguiendo este tipo de teorías, no habría ninguna razón para expulsar a las personas trans del mercado laboral, confinándolas a la prostitución o de la agresión constante que sufre permanentemente el colectivo LGBTQ+.

A pesar de esta bibliografía, los regímenes comunistas, llamados del “socialismo real”, fueron perseguidores de la comunidad LGBTQ+. Lamentablemente, la homofobia no es un atributo sólo de la derecha.

Durante la era de Stalin en la URSS, entre 1920 a 1953 se aplicaron leyes que penalizaban la homosexualidad. En 1933 se aprobó el artículo 121 del código penal, criminalizando las relaciones entre personas del mismo sexo y podía llevar a penas de prisión. Algo que se mantuvo vigente hasta la disolución de la Unión Soviética. En China también se persiguió a personas LGBT durante la “Revolución Cultural” (1966 a 1976). Se consideraba que la homosexualidad era una “desviación burguesa”, y eran perseguidos por “contrarrevolucionarios”. Y lo mismo consideraban en Cuba. Durante los primeros años de la revolución castrista, se produjeron arrestos y discriminación contra personas de minorías sexuales.

Javier Milei en Davos
Durante su discurso en Davos, Javier Milei comparó la homosexualidad con la pedofilia.

Por otra parte, durante en el otro extremo del arco político, el nazismo persiguió y reprimió duramente la homosexualidad. Antes de que Hitler llegara al poder, las comunidades y redes homosexuales florecían en Alemania, especialmente en las grandes ciudades, a pesar de la criminalización. El régimen nazi llevó adelante una dura campaña cntra la homosexualidad masculina y los persiguió violentamente entre 1933 y 1945. Muchos hombres fueron arrestados en virtud del artículo 175 del código penal, que estuvo vigente desde 1872 hasta 1994. Su contenido penaba las relaciones homosexuales con diversos castigos. Los nazis endurecieron el contenido de la norma para crear una situación de pesadilla para la comunidad LGBT.

Cuando se conoce la historia de la persecusión a la homosexualidad tan tranversal a los diferentes regímenes y a los diferentes momentos históricos, se entiende un poco más el concepto de “orgullo”. La exacerbación y la exageración de los rasgos festivos en las marchas del orgullo que tanto han despertado la disconformidad de los sectores conservadores tienen que ver justamente con esto. Con mostrarse fuertes, resilientes y decididos a ser quien se quieren ser sin temor a ninguna reprimenda.

Desde una perspectiva psicoanalítica, podemos pensar la homofobia como una agresión proyectada al otro, al distinto, porque vemos en él aspectos de nuestra personalidad que fueron reprimidos y arrojados al inconsciente. Es decir, lo que se rechaza son en realidad aspectos de la propia sexualidad, exhibidos libremente en los demás. Para Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, todos nacemos bisexuales.

Otro de los argumentos para promover la homofobia es el biologicista. Según esta afirmación, lo más natural en nuestra especie es la heterosexualidad y el tener relaciones con personas del mismo sexo implicaría un desvio a la naturaleza. Escuchemos el siguiente informe sobre la homosexaulidad en animales.

Sin embargo, en los animales también existe la homosexualidad, e incluso, según un informe de la prestigiosa revista Nature, tiene ventajas evolutivas. Unas 1500 especies de animales de todo tipo tienen conductas homosexuales, incluyendo al 4% de los mamíferos. Según este informe, las especies que presentan esta conducta son las más sociales, porque les ayuda a reforzar vínculos y alianzas.

Frente a la ola de críticas, referentes del Gobierno salieron a intentar explicar la posición del Presidente. El inefable diputado Bertie Benegas Lynch, en una entrevista en Cenital, afirmó que los dichos del Presidente relacionando la homosexualidad con la pedofilia “no fueron una barbaridad, es la igualdad ante la ley, no importa quien lo hace, me importa un bledo que hacés en la cama”.

Javier Milei también salió a defenderse. Mediante un posteo en X, publicó un extenso mensaje titulado “De falacias y algo más”, en el que reafirmó que las élites globales intentan imponer una ideología de género que "nos está condenando al fracaso". Según Milei, estas élites "escudados en buenas intenciones" buscan expandir el Estado y "la muerte de la libertad", y critica que, al no tener argumentos sólidos, recurren a tácticas como la "estigmatización, la categorización y las falacias".

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Además, mencionó que estas élites, “como no tienen argumentos para defender sus ideas utilizan la estigmatización y falacias”, y mencionó el caso de Elon Musk, a quien se lo acusó de nazi. Por otra parte, mencionó a Tenembaum y Jorge Macri, a quienes, junto a otros, acusó de “montar una campaña de desinformación”. Además, afirmó que no se dejarán intimidar por las campañas de difamación: “Frente a cada curva que ustedes quieran inventar, nosotros vamos a seguir acelerando". Por último, el mensaje cierra con un mensaje de determinación: “La libertad avanza y nada impedirá que lo siga haciendo".

El Presidente se desdice de la afirmación terrible que hizo en Davos, lo cual sería sano si fuera sincero. Lamentablemente para hacerlo tiene que culpar, atacar e insultar a periodistas, políticos y referentes de la cultura.

Marica o maricón es un término peyorativo que se usaba para referirse a varones homosexuales. En la actualidad, el colectivo LGBT lo resignificó y se lo apropió para referirse ampliamente a personas con una sexualidad diversa. La resiliencia de esta comunidad, atacada por regímenes de extrema izquierda como el estalinismo o el castrismo, o de extrema derecha como el nazismo, y ahora por quienes dicen que lo más importante es el “proyecto de vida del prójimo”, es admirable.

Este sábado hay una movilización en defensa de que cada persona sea libre para vivir su sexualidad, independientemente de lo que diga el Presidente. Para apoyar su causa, la de todos los que realmente quieren respetar de manera irrestricta el proyecto de vida del prójimo, nos vamos con I Want to break free de Queen, que se traduce como “Yo quiero ser libre”.

Producción de texto e imágenes: Daniel Capalbo, Pablo Helman y Matías Rodríguez Ghrimoldi.

FM