Tiempos muy extraños son los que corren. El flamante presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, nombró a un antivacuna al frente del ministerio de Salud norteamericano y un negacionista del cambio climático en el de Ambiente. Los seguidores del nuevo mandatario sostienen todo tipo de teorías conspirativas contra el progresismo y parece estar surgiendo una nueva era de oscurantismo mundial. Por eso, para analizar las perspectivas que se abren tras la asunción de Trump, decidimos abrir la columna de hoy de Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3), con Conspiraciones, de El Jincho.
Entre quienes tienen una mirada más positivista del conocimiento, se tiene la idea de que el progreso de la humanidad es creciente. A medida que pasan los años hay más descubrimientos científicos y la humanidad entiende más el mundo que la rodea.
Sin embargo, la historia de la humanidad es mucho más compleja. Luego del surgimiento de la filosofía y de gran parte de las disciplinas del conocimiento en la Antigua Grecia y de los progresos romanos, vino el medioevo, un periodo cargado de oscurantismo que duró aproximadamente 10 siglos.
El periodo posterior al medioevo, fue un resurgir de la evidencia empírica y el conocimiento como motor del pensamiento humano, aunque tuvo sus bemoles. La Iglesia Católica aún detentaba mucho poder y obstaculizó hasta donde pudo muchos descubrimientos.
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Fue con la Ilustración del siglo XVIII que llevó a la Revolución Francesa de 1789, que diseñó a grandes rasgos la cosmovisión del mundo en el que vivimos hoy en Occidente. La razón en el puesto de mando y la democracia como el mejor sistema de Gobierno. La ciencia y la evidencia como los discursos prioritariamente aceptados.
¿Estamos viviendo una suerte de contramarcha? El movimiento de la Iluminación Oscura, de la extrema derecha mundial, hoy fieles adherentes de Trump, se plantean como los ideólogos de los valores anteriores a la Ilustración. Parece como si la evidencia científica y la democracia fueran los blancos a destruir de este tipo de derecha.
Por ejemplo, entre quienes tomaron el Capitolio el 6 de enero del 2021 contra la asunción de Joe Biden y negando la derrota de Donald Trump estaban los integrantes de Qanon. Esta es una de las principales teorías de la conspiración de la extrema derecha estadounidense. Sus partidarios sostienen que actores de Hollywood, identificados como políticamente progresistas, políticos del Partido Demócrata y funcionarios de alto rango participan en una red internacional de tráfico sexual de niños y realizan actos pedófilos. Trump los está investigando y persiguiendo para prevenir un supuesto golpe de Estado orquestado por Barack Obama, Hillary Clinton y George Soros.
Aunque de origen estadounidense, existe un movimiento QAnon fuera de los Estados Unidos, incluso en el Reino Unido y Francia. Y hay un movimiento particularmente fuerte y creciente en Alemania y Japón.
En las imágenes que recorrieron el mundo de la toma del Capitolio, estaba el “Chamán” de QAnon. Este hombre, identificado por la prensa estadounidense, fue uno de los tantos miembros de este colectivo que fueron ese seis de enero a intentar impedir la asunción de Biden. Este hombre, y todos los que asistieron, ya fueron indultados por Trump. Además de los Qanon, Trump también es apoyado por los movimientos antivacunas, como se pudo ver en las movilizaciones contra Biden en 2022. Algo similar ocurría en las marchas en Argentina, donde se pedía “libertad médica”, donde casualmente participaban partidarios de Javier Milei y Patricia Bullrich.
Uno podría pensar que Trump es un político, y que independientemente de lo que él crea, necesita gente que lo siga y lo sostenga. Por eso indulta a sus seguidores, a pesar de que no piense como ellos. Sin embargo, cuando toma a representantes de estas teorías conspirativas y les propone ocupar cargos importantes, el fenómeno se lleva a otro nivel.
Al frente del ministerio de Salud nombró a Robert Kennedy Jr., un antivacunas a cargo de la salud estadounidense. Numerosos funcionarios de salud pública han criticado sus opiniones como “peligrosas”. El funcionario supervisará áreas que van desde medicamentos hasta seguridad alimentaria, investigación médica y programas de bienestar social.
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Es impresionante que haya gente que contra toda evidencia, sostenga este tipo de locuras, pero es muchísimo más impresionante que lo haga desde el gobierno del país más poderoso del mundo. Las siguientes enfermedades prácticamente se erradicaron o bajaron a la mínima expresión su impacto en la sociedad gracias a la vacuna: sarampión, paperas, rubéola, polio, tétanos, difteria, tos ferina, meningitis y viruela. Es decir, había personas fuertemente afectadas o directamente muertas por este tipo de patologías. La Peste Negra en el medioevo llevó a la muerte 10 veces más gente que el COVID-19, con una población mundial mucho menor.
Por otro lado, el cambio climático, uno de los fenómenos más importantes de la humanidad desde hace décadas también tiene una suerte de teorías conspirativas que intenta refutarlo. Según personajes de extrema derecha que habitan el universo Trump, este fenómeno en realidad es mentira, es un invento de sus rivales políticos. Algo de esto dijo el Presidente en una entrevista de un canal de streaming.
Uno de estos negacionistas del cambio climático estará al frente de la cartera de Energía.
Chris Wright, un ejecutivo de combustibles fósiles, fundador de la empresa Liberty Energy, con sede en Denver. Públicamente ha dicho que no cree en el cambio climático y es defensor de las energías tradicionales. Además, busca que se reduzca la regulación en el petróleo y el gas.
En un informe de Las Naciones Unidas sobre cambio climático y sus consecuencias, se explica que “los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) son, con diferencia, los que más contribuyen al cambio climático mundial, ya que representan más del 75 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y casi el 90 % de todas las emisiones de dióxido de carbono”.
“A medida que las emisiones de gases de efecto invernadero cubren la Tierra, atrapan el calor del sol, lo que conduce al calentamiento global y al cambio climático. El mundo se calienta ahora más rápido que en cualquier otro momento de la historia del que haya registros. Con el tiempo, las temperaturas más cálidas están cambiando los patrones climáticos y alterando el equilibrio normal de la naturaleza. Esto plantea muchos riesgos para los seres humanos y todas las demás formas de vida de la Tierra”. Entre los riesgos que se plantean son: sequías, escasez de alimentos, lo que provocaría hambre y problemas de salud en poblaciones vulnerables.
También se prevén inundaciones, fuertes tormentas, que llevarían a que personas tengan que abandonar el lugar en el que viven porque las condiciones climáticas se vuelven inhabitables. Esto se llama refugiados climáticos. En 2022, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados estimó que 32 millones de personas se desplazaron por el cambio climático. Esto representa un aumento del 41% en comparación con los niveles de 2008.
Imaginen el daño que un negacionista del Cambio Climático generará al frente de la cartera de Energía en el segundo país que más carbono genera, el primero es China, que todavía utiliza el carbón.
Por otro lado, Trump va a sacar a Estados Unidos de los países que integran y componen la Organización Mundial de la Salud. Lo anunció el 20 de enero, reiterando una política que había llevado adelante durante su primer mandato. Por otra parte, anunció una revisión del gasto de cooperación exterior. Ambas medidas son coherentes con su enfoque proteccionista. Muchos científicos creen que el retiro de fondos podría hacer retroceder avances de décadas logrados en materia de cura de enfermedades, como el VIH, la malaria o la tuberculosis.
Ayer, nuestro presidente, Javier Milei también dijo que Argentina saldrá de la Organización Mundial de la Salud. Durante la pandemia, cuando nadie entendía demasiado qué era el Covid 19 y había gente tomando cloro en cámara y con todo tipo de teorías conspirativas en internet, la OMS fue clave a la hora de proporcionar información confiable, y también fue un actor importante a la hora de intentar repartir las vacunas para que las naciones más pobres no se queden sin ellas. ¿Se imaginan cómo hubiera sido atravesar la pandemia sin esta entidad, con todos los errores y defectos que pueda tener?
Además, tanto Trump como Milei dijeron que van a salir del acuerdo de París contra el cambio climático. Es decir, mucho de lo que estamos diciendo en esta columna sobre Estados Unidos, va a empezar a servir para analizar nuestro propio país.
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Mel Gibson, el aclamado actor de Hollywood, actualmente devenido en una suerte de activista de las teorías conspirativas y la homofobia, fue anunciado como embajador del gobierno de Trump en Hollywood. Gibson también ha hecho declaraciones contra las vacunas y tiene muchos posteos y entrevistas en las que ataca directamente a la comunidad LGBTQ+.
En relación a esto, Donald Trump dijo en su discurso de asunción: “Sólo habrá dos géneros: masculino y femenino”.
Como viene explicando desde hace décadas la psicología, la sociología y otras ciencias sociales, una cosa es el género y otra la orientación sexual. Es decir, una persona puede tener un sexo biológico masculino, haber nacido con los órganos sexuales masculinos, pero en su género, es decir su aspecto, su manera de habitar el mundo desde la sexualidad, puede identificarse con el género mujer. Es una persona trans. Y esto puede conllevar que tenga una orientación sexual hacia a los hombre o hacia las mujeres, indistintamente.
Lo importante es entender que no se trata de una decisión. Nadie decide ser varón heterosexual o mujer trans o lo que sea. La sexualidad no se decide, es algo que viene con nosotros, se forja en los primeros años de vida, es la constitución misma de nuestro psiquismo. Con la cantidad de discriminación y crímenes de odio que hay, si se pudiese elegir, tal vez todos eligirían ser heterosexuales.
Por eso, con este tipo de discursos de odio, simplemente se está atacando a personas que no le hacen daño a nadie, simplemente viven su sexualidad como pueden, como todo el mudo, solo que su sexo no coincide con su género. No lo hicieron por llamar la atención, ni necesariamente son progresistas. Esto es algo que le puede suceder a cualquiera.
Son tiempos extraños los que corren, la evidencia científica durante gran parte de la historia de la humanidad era el discurso que más prestigio tenía y eso parece estar empezando a cambiar, a agrietarse. Volvemos al oscurantismo medieval, en el que los que defendían el discurso científico, la evidencia, eran los herejes, los perseguidos por el poder.
La Santa Inquisición enjuició a Galileo Galilei en el siglo XVII, atacando su pensamiento como herejía. El 22 de junio de 1633, obligaron al científico a retractarse de cuestionar que Dios haya colocado la tierra en el centro del universo. Para salvar su vida, Galileo tuvo que decir que, contra la evidencia de toda su investigación, la tierra era el centro, pero no si agregar: “Sin embargo, se mueve”. Como es conocido, el papa Juan Pablo Segundo le pidió disculpas a Galileo por aquel infame juicio.
Pasemos ahora a otro caso histórico de anticientificismo. Spinoza, uno de los filósofos rescatados en la modernidad y en la actualidad. El filósofo fue acusado de herejía y excomulgado en 1656, a los 24 años, del judaísmo, por no adoptar una lectura ortodoxa del Antiguo Testamento. Sus obras fueron colocadas, después de su muerte, en el índice de libros prohibidos de la Iglesia Católica. El revuelo que causó con su “Tratado teológico-político” generó la persecución de la religión y la censura.
Darwin, por su parte, fue otro de los grandes pensadores cuyas teorías fueron perseguidas o negadas. Hasta el día de hoy, el Tea Party y la nueva derecha cuestionan su teoría de la evolución. Fue considerado un hereje por plantear que los seres humanos descendemos de otros mamíferos en lugar de haber sido creados, tal cual somos hoy, por Dios.
Si los que defendemos el conocimiento científico, la evidencia, el pensamiento crítico y el libre intercambio de ideas pasamos a ser minoritarios y el oscurantismo pasa al frente y se transforma en el discurso oficial, no será una novedad. Como lo cuentan las historias de Copérnico y Galileo, esto ya sucedió y en ese momento ellos fueron tildados de herejes. No nos podemos adaptar a que este tipo de discursos sigan desarrollándose, tenemos que discutirlos con evidencias y datos objetivos. Seamos herejes, hoy esa es nuestra resistencia frente al negacionismo de los neo reaccionarios.
Esto nació con el Tea Party en el 2009 como reacción a la crisis de las hipotecas y el empobrecimiento que generó. Ya estaba a la derecha, pero cada vez se hacía más y más extremo. El Tea Party se subsumió en la “alt right”, la nueva derecha mundial, en donde hay discursos directamente fascistas. Este movimiento y todas sus variantes mundiales, que impulsan un nuevo oscurantismo, tienen como objetivo cuestionar las verdades científicas, para que pueda ser verdad cualquier cosa que quiera el que está en el poder.
Producción de texto e imágenes: Daniel Capalbo, Pablo Helman y Matías Rodríguez Ghrimoldi.
FM