Desde la Libertad Avanza y el PRO dicen que quieren la unidad para enfrentar al kirchnerismo, pero desde ambos lados tienen en mente una táctica pensada más para derrotar a su aliado que para batallar contra el peronismo, lo que constituye la descripción de una traición anticipada por parte de quien logre tener la táctica correcta. Por eso, para analizar la guerra fría entre el partido de Mauricio Macri y el gobierno de Javier Milei, decidimos empezar la columna de hoy en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3), con Traición, de Miranda.
En la selección natural, las especies se enfrentan a situaciones cambiantes del entorno. Aquellas que tienen capacidades más convenientes para enfrentar estos cambios logran adaptarse, mientras que el resto perece. De esta manera, las especies evolucionaron con rasgos que responden a las exigencias del ambiente. No sobrevive el más fuerte, decía Darwin, sino aquel que tiene mayor capacidad de adaptación.
Un ejemplo de selección natural es el de la polilla Biston betularia. Antes de la revolución industrial, las polillas de esta especie tenían alas de color gris claro, que les permitían camuflarse en los musgos de los árboles. Cuando los musgos se oscurecieron por el hollín de las fábricas, las polillas negras, que eran menos comunes, se hicieron más frecuentes. Esto se debió a que los depredadores ya no podían verlas con tanta facilidad.
Podemos llevar este concepto revolucionario creado por el padre del evolucionismo, Charles Darwin, hacia la política, para que nos ayude a explicarnos ciertos procesos. Durante el largo periodo progresista que podemos ubicar desde principios de los 2000 hasta el 2015, hubo muchos ensayos de derecha. Estaban las nacionalistas, como la organización que encabezaba Aldo Rico (que vale recordar, fue jefe del padre de Victoria Villarruel); las abiertamente neoliberales, como Recrear, de Ricardo López Murphy; y el PRO que aparecía como una organización administrativa, de gestión y que escondía sus inclinaciones ideológicas. Fue el PRO quien logró prevalecer, porque supo adaptarse al periodo progresista.
Cuando se enfrentó al kirchnerismo, simplemente decía que no iba a privatizar, ni a ajustar ni a despedir empleados públicos. “En qué te han convertido Daniel, parecés un panelista de 6,7,8”, fue la frase de Mauricio Macri durante el debate para expresar que si bien él era de derecha, el entonces candidato kirchnerista, ahora devenido en funcionario libertario, estaba exagerando.
Macri también decía que iba a dejar las cosas que se hicieron bien y cambiar las que se hicieron mal. Gracias a esa adaptación, el PRO fue una derecha exitosa, de centro, republicana, institucionalista. Efectivamente, los tiempos cambiaron. Ahora decir que se necesita un ajuste y que hay que echar científicos, trabajadores del Estado y prácticamente cerrar la ex Esma, parecen ser aplaudidos por una parte muy importante de la población. Pareciera que la exigencia de una derecha más frontal y menos políticamente correcta está a la orden del día.
Lo que efectivamente no sabemos es si esos cambios, al igual que la revolución industrial, representan un cambio de época o son cambios circunstanciales, más propios del péndulo constante que representa la política argentina. Es decir, ¿se viene un cambio profundo en el sistema político que va a representar otros valores completamente ajenos a los anteriores y otra forma de hacer política, o simplemente la gente quiso probar con una fuerza desconocida de la que también se terminará cansando?
Esta pregunta debe estar en la cabeza de los dirigentes del PRO que discuten cuál es la táctica frente a la Libertad Avanza. A modo de registro, vamos a reproducir el cruce de declaraciones entre el Gobierno y la organización de Mauricio Macri.
“Quiero que vayamos juntos con Macri y arrasemos al kirchnerismo en las elecciones", afirmó el Presidente, el pasado 8 de enero en una entrevista con Luis Majul, aunque no hizo precisiones acerca de cómo se articularía ese acuerdo en cuestión de candidaturas.
Ante las palabras de Milei, el PRO tuvo una reunión de su dirección compuesta por Mauricio Macri, Ritondo, Santilli, Jorge Macri y otros dirigentes y decidieron que el expresidente responda las palabras del libertario con un tuit. El posteo se realizó en la cuenta oficial del ex presidente:
“Querido Javier. Desde el PRO siempre vamos a estar del lado de los que trabajan para terminar con el populismo, la demagogia y la falta de transparencia. En definitiva, para que el kirchnerismo nunca más vuelva a gobernar el país o alguna de las 24 provincias argentinas. Es por eso que estamos dispuestos a conformar un equipo de trabajo conjuntamente con quien vos dispongas, para defender los logros obtenidos y también avanzar en una agenda profunda de cambios y transformaciones que la Argentina aún necesita. Nuestras convicciones y coherencia las planteamos tanto en el balotaje del 2023 como en el acompañamiento legislativo a lo largo de todo el 2024. Estoy seguro de que este año que comienza podemos representar juntos las banderas del cambio, la libertad y las instituciones”.
Quienes leyeron esto rápidamente entendieron que Macri había aceptado ya todas las condiciones leoninas que le imponían desde el Gobierno. Sin embargo, la palabra “instituciones” representa un matiz que es expuesto para decir algo como: “No somos lo mismo, nosotros somos una derecha que respeta las instituciones y no vamos a diluirnos en un Gobierno que no nos representa del todo”.
Además, la propuesta de una comisión para construir una agenda común, implica algún tipo de incidencia por parte del PRO en el discurso y en la política del Gobierno, algo que en La Libertad Avanza y, particularmente, en el sector de Santiago Caputo, es inaceptable. Frente al silencio de La Libertad Avanza y a los permanente insultos de los usuarios y trolls libertarios en X, algunas horas después, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, dijo lo siguiente:
“Ojo que una vez nos dijeron ‘si quieren competir armen un partidito y ganen las elecciones’, y les ganamos. Guarda que se viene Mauricio Macri candidato”.
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¿Se referirá a Macri Candidato 2025 o 2027? Esa sería una pregunta interesante. Macri tiene 65 años. Dentro de 3 años, con 68, sería aún una década y media más joven que otros candidatos que lograron, después de perder una elección, volver a la presidencia, como Donald Trump, o Lula da Silva.
¿Qué es lo que está de fondo en todo esto? Sebastián Pareja, cercano a Karina Milei y armador de la Provincia de Buenos Aires del andamiaje libertario, dijo que, según las encuestas que consulta, la hermana del Presidente derrotaría a Cristina Kirchner en el principal distrito del país. Es decir, Karina le ganaría a Cristina, sin alianza, sin el PRO, sola con el sello de La Libertad Avanza.
Esto es muy importante, porque hace al balance de las elecciones del año que viene. Quien gane la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal, ganará, aunque sea simbólicamente, las elecciones legislativas. En varias de las derrotas legislativas del kirchnerismo, el entonces gobierno decía que “El Frente para la Victoria fue el partido más votado del país”, pero nunca conseguía convencer a nadie de que había salido triunfador, por perder, tanto en el 2009 como en el 2013, en los dos distritos más importantes del país. La Provincia de Buenos Aires, que representa el 38% del padrón nacional, y CABA, como capital del país. ¿La Libertad Avanza está en condiciones de ganar los “distritos vidriera”?
Por otro lado, desde el kirchnerismo ven que aumentan sus chances si el PRO y el Gobierno van divididos, y que podrían ganar la provincia de Buenos Aires, donde Cristina mide por encima de los 40 puntos, y en la Capital, donde en general el peronismo obtiene por encima de 30, y esperan que la Libertad Avanza se quede con algo del 50% que el PRO porteño obtiene habitualmente.
Desde La Libertad Avanza salieron con un acto que se realizará en Mar del Plata y que tendrá como figura central a la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei.
Desde el lado del PRO, empapelaron Capital Federal con carteles que solo dicen “Mauricio 2025”, con letras negras sobre fondo amarillo.
¿Qué tiene en la cabeza el PRO con esta táctica tan arriesgada? Hay un concepto que se llama “efecto del carro ganador”, desarrollado por la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neuman. Según este concepto, desarrollado en el libro "La Espiral del Silencio”, tan estudiado en las carreras de comunicación, cuando un candidato gana, disfruta por un tiempo del apoyo de una mayor cantidad de adherentes que los que tenía en campaña y de los que tendrá después. Hay un efecto impulsado por la conveniencia y por la imagen positiva que genera el triunfo que desembocan en este fenómeno.
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Tal vez Macri espera justamente que se termine este momento y, como es lógico, Milei empiece a desgastarse. Luego, debido a por un lado, la falta de pericia política de los libertarios y el hastío de la sociedad al kirchnerismo, el PRO y algunos otros aliados queden colocados en una buena posición hacia el recambio presidencial del 2027.
Es decir, la idea de Macri sería que Milei avance, haga el trabajo sucio de ajuste fiscal que él no pudo hacer, esto lógicamente produzca una caída de su popularidad, que hasta ahora no se ve, y tal vez después de la segura devaluación que deberá realizar según voces financieras dentro y fuera del país, el PRO aparezca como un recambio política de una derecha más institucional, como dijo en su tuit Mauricio Macri.
Hernán Lacunza afirmó que Milei se podría ir mañana, ya que, “con el solo hecho de haber eliminado el déficit fiscal, su aporte ya está hecho”.
Los casos internacionales de este tipo de duelos entre derechas más clásicas, moderadas e institucionales y extremas derechas radicalizadas, vienen bastante en contra de las previsiones del macrismo. En Italia, Giorgia Meloni también había sacado un 30% y tuvo que ser ayudada por el histórico partido de Silvio Berlusconi, Forza Italia. Luego de que Berlusconi la ayudó a llegar al poder, Meloni se recostó más en el sector de Salvini y fue fagocitando la organización del histórico dirigente italiano.
Otras olas de extrema derecha históricas, como la de los años 20, que hizo surgir a Hitler y al nazismo, muestran situaciones similares. Hitler había sacado un 30% de los votos, y se alió a la derecha tradicional, el partido conservador que en ese momento tenía los principales diarios de Alemania, y un año después se quedó con todo ese espacio político. No sería nuevo que el sector radicalizado de extrema derecha termine absorbiendo completamente al sector menos radicalizado, de derecha institucional o moderada.
En el fondo, todo el mundo se pregunta lo mismo que nos preguntamos nosotros cuando analizamos la selección natural de las polillas. ¿Estamos frente a un cambio de época, un cambio de valores en la sociedad, o a un vaivén de la situación política? Según el politólogo, creador de presidentes y columnista de Perfil, Jaime Durán Barba, el kirchnerismo no tiene chances de volver, porque efectivamente estamos frente a un cambio de época. Según el periodista, Ernesto Tenembaum, desde otra mirada, esto es parte del zigzagueo constante de la política nacional. Tal vez haya alguna combinación de ambas, pero la proporción que tenga la realidad de cada una de estas circunstancias podrá determinar quién tiene la táctica correcta.
Seguiremos analizando la evolución de este proceso, mientras tanto nos vamos con Traición, de Miranda.
FM