El triunfo de Donald Trump en Estados Unidos fue percibido como una victoria propia por parte del gobierno de Javier Milei. “Ganamos”, se dijo en el entorno del Presidente y luego de llamar al repúblicano para felicitarlo, Milei se agendó un viaje a Estados Unidos para hablar con él en persona. Milei partirá el jueves para estar el viernes en Palm Beach, en la residencia Mar-a-Lago, cerca de Miami, del presidente electo estadounidense. Luego, juntos serán oradores este viernes en una nueva reunión de la Conferencia de Acción Conservadora (CPAC), que también se realizará en Florida.
Entre los trascendidos de la conversación telefónica, se dice que Trump le habría expresado a Milei que él era “su presidente favorito”.
¿Qué significa verdaderamente el triunfo de Trump para Milei y más aún qué significa para el país? Eso vamos a intentar analizar en esta columna, que decidimos introducirla con algo de humor, con “Yo soy aquel”, de Raphael, que en su estribillo dice “yo estoy aquí para quererte”, reflejando el cariño y enamoramiento político que Milei siente por Trump.
Cuando Milei conoció personalmente a Trump en la cumbre de CPAC, en febrero del 2024, se reflejó algo de este cariño y admiración. Al grito de “¡mr president!”, se abalanzó sobre el magnate estadounidense para estrechar su mano. Luego, ambos bromearon con las siglas MAGA, ya que pueden usarse cambiando América por Argentina (Make Argentina Great Again), y se tomaron una foto juntos.
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Lo que se observa en las imágenes impresiona. Un Milei en estado puro, con una admiración casi devocional por la figura de Donald Trump.
El 6 de noviembre, el presidente argentino posteó en sus redes una felicitación a Trump por su victoria, en la que le expresó al nuevo primer mandatario estadounidense: “Sabe que puede contar con la Argentina para hacer grande a los Estados Unidos nuevamente, y nosotros sabemos que podemos contar con usted para hacer a Argentina grande nuevamente”.
Cuentan en algunos off cercanos a la Casa Rosada recogidos por La Nación, que el pasado miércoles, posterior al triunfo de Trump, los funcionarios del gobierno de Milei estaban tan eufóricos por el resultado electoral estadounidense que algunos vestían con corbatas rojas, color que hace años identifica al Partido Repúblicano.
Cuando llegó el secretario de Justicia, Sebastián Amerio para sumarse a una rueda de prensa con el vocero Adorni, con una corbata celeste, fue interceptado por el estratega en jefe del Gobierno, Santiago Caputo, que lo envió a comprar una corbata roja para salir en la conferencia.
Pero Donald Trump también tuvo palabras elogiosas para con el presidente Milei. En una entrevista con Elon Musk el pasado 12 de agosto, el presidente norteamericano dijo que “El nuevo líder de un lugar llamado Argentina es genial y es un gran fan de MAGA”. “Realmente recortó, y estoy escuchando que esto comienza a funcionar bastante bien. La inflación baja. Tenían como 2000%”, agregó Trump.
Es importante observar cómo considera Trump a la Argentina como “un lugar”, no “una nación”, o siquiera “un país”.
Milei también tuvo demostraciones de devoción casi infantil al magnate Elon Musk, quien también es uno de los arquitectos del triunfo de Trump en las elecciones estadounidenses.
El 12 de abril de 2024, en la reunión que mantuvo con el millonario tecnológico en Washington, Milei se tomó una selfie con el magnate, con el típico gesto, tan habitual en nuestro Presidente, de los pulgares hacia arriba.
Como pueblo tenemos un reflejo instintivo contra gestos políticos que puedan leerse como sumisión de nuestros representantes a gobiernos extranjeros, que presumimos tienen intereses opuestos a los nuestros.
Muchos de nosotros nos sentimos orgullosos de aquel discurso de Alfonsín frente a Ronald Reagan, cuando contradijo al presidente norteamericano en la propia Casa Blanca. Y naturalmente, al habernos constituido como Nación a partir de un proceso de independencia de una potencia imperial como era España, haber enfrentado las invasiones inglesas y posteriormente la ocupación británica de Las Malvinas, es esperable que ante estas demostraciones haya quienes reaccionen con aversión.
Pero es lícito preguntarse, ¿es esperable que podamos esperar algo bueno del triunfo de Trump en Estados Unidos? ¿O solo representa un espaldarazo ideológico para Milei y su forma de ver el mundo y una derrota para el progresismo?
En primer lugar, hay una pregunta económica que hacer: ¿Por qué Milei festeja tanto el triunfo de Trump como propio, si el triunfo del candidato repúblicano fue en base a una retórica económica intervencionista y nacionalista, y Milei es un liberal extremo? Es decir, mientras Milei propone bajar los aranceles a las importaciones, Trump propone subirlos. ¿Qué pasa si un país se abre y otro se cierra? ¿Quién sale perdiendo? Como ejemplo podríamos revisar la gran crisis de 1929, cuando cada uno de los paíse, para defenderse del otro, cerró su economía, hasta que se produjo un colapso mundial.
Algo así sucedió en la previa del pacto Roca-Runciman, en 1933, período en el que las principales potencias se cerraron comercialmente por la crisis del 29. Como consecuencia de este auge del proteccionismo económico, bajó la exportación de carne de Argentina a Gran Bretaña.
Donald Trump y Ned Ludd | Perfil
Por esta razón, Julio Roca, hijo del expresidente Roca, se reunió con el funcionario inglés Runciman y se llevó adelante este pacto que podría subtitularse como el primer antecedente del RIGI, desde el punto de vista de las condiciones beneficiosas para los capitales extranjeros, ingleses en este caso, y perjudicial para los productores locales.
Se comenta que, en privado, cuando le preguntan a Milei por la comparación entre el RIGI y este tipo de acuerdos, el Presidente dice que no, porque en un plazo de 4 años bajará tanto los impuestos que los emprendedores locales pagarán lo mismo que los extranjeros. Se verá en un futuro próximo si esto se cumple o no.
Por otro lado, la edición de este martes del Financial Times advierte un peligro que el triunfo de Trump y de su proteccionismo económico puede traer sobre los mercados financieros emergentes como el nuestro. Un alza de los aranceles de importación y de la tasa de interés de los bonos del Tesoro de Estados Unidos implicaría una absorción de dólares que irían de los mercados emergentes a resguardarse en el los instrumentos financieros estadounidenses, algo que, vía la falta de dólares, generaría una fuerte devaluación de nuestra moneda y, en consecuencia, un alza inflacionario.
El Financial Times advirtió que las monedas que pueden sufrir mayores devaluaciones luego de que Trump haga lo que, efectivamente prometió que hará en la campaña, son las de Turquía, Egipto y Argentina.
Esta advertencia de uno de los medios económicos más prestigiosos del mundo debería poner a Milei en alerta, antes de seguir festejando el triunfo de Trump como un triunfo propio.
Por otra parte, en Argentina, durante el menemismo, la relación entre nuestro país y Estados Unidos también vivió un proceso de acercamiento tan grande que se hablaba de “relaciones carnales”, entre ambos países. El término surgió del discurso de asunción del entonces canciller Guido Di Tella, que habló de “la necesidad de tener relaciones con carnalidad con Estados Unidos”, para referirse a relaciones con contenido, con concretud, y el diario Página/12 publicó en su tapa al otro día, resignificando los dichos de Di Tella con el título de “relaciones carnales”. Sin embargo, fue la percepción de la época lo que hizo que la memoria colectiva recuerde el título de Página/12, y no las palabras de Di Tella.
Estados Unidos y el FMI tenían una gran influencia en la política económica argentina y la apertura económica significó el cierre de miles de pymes y múltiples pérdidas de puestos de trabajo.
Desde el Gobierno de Javier Milei, contestan que en realidad ahora Estados Unidos se dio cuenta del camino a tomar y que copiará el rumbo libertario de la gestión de La Libertad Avanza.
Durante el Meta Day, Javier Milei afirmó que “Estados Unidos nos está copiando el modelo". “El ‘afuera’ y la motosierra son productos de exportación, afirmó.
Es interesante que Elon Musk va a ocupar un puesto similar al que ocupa Federico Sturzenegger en Argentina. El magnate estará a cargo de la eficiencia del Estado. Es decir, probablemente se vengan recortes en las plantillas de trabajadores estatales en Estados Unidos y, tal vez, hasta cierre de ministerios. Sin embargo, esto no significa que cambie la política arancelaria y financiera proteccionista de Trump. Esto es efectivamente lo que cambia la situación para Argentina y lo que el Financial Times nos advierte. Esto pudiera aumentar la inflación en el país del norte, un fantasma que volvería tras la pandemia.
Es por eso que las corbatas rojas, más que de festejo por el triunfo repúblicano, deberían ser de alerta por la situación económica que se nos viene.
Producción de texto e imágenes: Daniel Capalbo, Pablo Helman y Matías Rodríguez Ghrimoldi.
FM
