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MODO FONTEVECCHIA
El editorial de Jorge Fontevecchia

Día 276: El ego, talón de Aquiles de la extrema derecha

Después del debate presidencial entre los candidatos norteamericanos del martes 10 de septiembre, Kamala Harris dejó una pista sobre la debilidad de quienes representan a la ultraderecha: el ego de los líderes narcisistas, como Donald Trump y Javier Milei. 

Debate presidencial entre Kamala Harris y Donald Trump
Debate presidencial entre Kamala Harris y Donald Trump | AFP

“Para la psicoanalista británica Melanie Klein, siempre es más fácil enfrentar una amenaza externa que una amenaza que proviene desde adentro, desde la propia mente. Para Milei y Trump los demás son las ratas, los mediocres, los liliputienses y ellos son los políticos más importantes del planeta, los colosos, los gigantes. Enfrentar a un conjunto de ratas fracasadas, según Klein, es mucho más sencillo que enfrentar los aspectos no tolerados del propio Yo”, analizó Jorge Fontevecchia en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).

Además de saludar a todos los maestros en este 11 de septiembre, hoy es relevante hablar del debate presidencial de ayer en Estados Unidos, particularmente del momento en el que el candidato republicano Donald Trump perdió los estribos: cuando su contrincante, la demócrata Kamala Harris atacó su ego. Vamos a comparar cuánto de este rasgo del expresidente estadounidense lo tiene en común con nuestro presidente Javier Milei. 

Harris y Trump tuvieron su primer cara a cara en el debate presidencial 

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En un momento del debate, Kamala Harris dijo que la gente se aburría y se iba de los mitines de Donald Trump porque hablaba siempre de los problemas y hacía planteos delirantes, pero nunca proponía soluciones concretas. En ese momento, Donald Trump se mostró visiblemente ofuscado y dijo que nadie se va de sus mitines, que sus reuniones son las más grandes de la historia de la política y luego lanzó varios disparates que hicieron que sea cuestionado hasta por el moderador. Uno de sus disparates incluía la agresión verbal contra los inmigrantes, acusándolos de “comerse a los perros y a los gatos”: 

“En Springfield se están comiendo a los perros. Las personas que entraron se están comiendo a los gatos. Se están comiendo a las mascotas de las personas que viven allí”, expresó Trump en el debate. 

Al notar que el expresidente desviaba el tema, Kamala reconoció que Trump iba a hablar mucho de inmigración, incluso cuando no era el tema que se estaba planteando. Sin embargo, decidió seguir apuntando contra el ego del republicano: “Los voy a invitar a asistir a uno de los mitines de Donald Trump porque es algo realmente interesante de ver. Notarán que la gente comienza a irse temprano de sus mitines por cansancio y aburrimiento”.

Por su parte, Trump eligió apuntar contra ella acusándola de marxista y de la “peor vicepresidenta de la historia” de Estados Unidos. 

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Quienes puedan visualizar el debate, notaran que es muy interesante el lenguaje analógico de Kamala, ella siempre lo mira sonriente y hace gestos. Podríamos decir que hay un triunfo en la forma expresiva de Kamala Harris

En otra parte del debate, siguiendo la línea de los disparates, Trump acusó s su oponente de proponer el aborto luego del nacimiento del niño, algo bastante extraño. 

Frente a la pregunta de la presentadora sobre por qué las mujeres deberían confiar en él después de que haya cambiado de opinión muchas veces respecto al aborto, el candidato republicano sostuvo que “los demócratas piensan en la ejecución después del nacimiento”. 

Aunque sea obvio, la presentadora le recordó al candidato y a la audiencia que no existe ningún estado en su país donde sea legal matar a un bebe. 

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Viajando hacia nuestro país, en el debate presidencial previo al balotaje del 2023, Sergio Massa logró descolocar a Javier Milei al referirse a su salida del Banco Central. 

El candidato de Unión por la Patria insistió con la idea del psicotécnico y sostuvo que el actual Presidente se negaba a realizarlo. En esa línea, trajo a colación la pasantía que realizó Javier Milei en el BCRA: “¿Por qué no te renovaron la pasantía? Entiendo que estés enojado con el BCRA y hables de destruirlo, porque en realidad en un momento te sentiste rechazado”.

El ego de Milei es el blanco predilecto de Massa. Sin embargo, hay algo interesante en la diferencia del tiempo y entre la situación de Trump en el debate de ayer y la de Milei en el debate antes de las elecciones. Aquel Milei era distinto, mientras que Trump ya fue presidente y anteriormente era un personaje reconocido tanto por su programa de televisión como por ser un empresario de alto perfil, Javier Milei llegó al debate siendo alguien mucho más desconocido. 

Probablemente, eso hizo que, frente al ataque certero de Massa, hubo parte de la audiencia que logró empatizar con Milei por haber sido acorralado por el candidato peronista. Tal vez, en un nuevo escenario, luego de escuchar a Milei en reiteradas ocasiones decir que es la segunda de las personas más importantes del planeta, el efecto de un ataque al ego del presidente libertario generaría otros efectos en la audiencia. 

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El talón de Aquiles

Según la mitología, Aquiles era el más grande de todos los héroes griegos de la Guerra de Troya, pero tenía una debilidad que, como cuenta la profecía, se inició cuando era un bebé. 

Tetis, su madre, era una ninfa o diosa del mar y no soportaba la idea del riesgo de sobrevivir a su hijo. Es por esto que intentó hacerlo inmortal. Una de las versiones explica que Tetis llevó a Aquiles al río Estix, que marcaba el límite entre el mundo de los vivos y el de los muertos. 

Para volverlo inmortal, Tetis sumergió a Aquiles en las aguas del río. La única parte del cuerpo de Aquiles que permaneció vulnerable fue su talón, porque fue de ahí que su madre lo sostuvo para bañarlo en el río.

Con el tiempo Aquiles se volvió uno de los guerreros más fuertes, incluso un héroe de la Guerra de Troya. El pueblo lo veneraba y sus enemigos le temían, pero nadie, ni él mismo, sabía de la debilidad que tenía en su talón. De ahí viene la frase, “el talón de Aquiles”. 

Milei y Trump
Los representantes de la ultraderecha que tienen la idea narcisista de ser las personas más importantes del mundo.

Los tipos de personalidades megalómanas o narcisistas también, al igual que la debilidad de Aquiles, nacen en la infancia. De hecho, este tipo de personalidades pueden observarse como un rasgo infantil de la personalidad. 

La personalidad en extremo narcisista se caracteriza por la soberbia, la arrogancia y la altanería, tres rasgos que son expresión manifiesta de la sobrevaloración del Yo. A esta tríada –soberbia, arrogancia y altanería– le acompaña y complementa una actitud de desprecio y desvalorización de las demás personas. 

En "Introducción al narcisismo" (1914), Sigmund Freud exploró el concepto de narcisismo, que inicialmente consideraba una desviación patológica, pero luego lo reconoció como una etapa normal del desarrollo humano.

Freud argumentó que el narcisismo es una fase temprana en la que la libido se dirige hacia el propio yo antes de dirigirse hacia objetos externos. En esta etapa, el individuo se ve a sí mismo como el objeto de amor y admiración.

Freud también introdujo la idea del "ideal del yo", que es la imagen idealizada que uno tiene de sí mismo. El ideal del yo actúa como un modelo para el yo real, y la brecha entre ambos puede generar sentimientos de insatisfacción y conflicto.

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Es decir, el narcisismo nace en la temprana infancia y, en todo caso, su reproducción en la edad adulta requiere de una falla en el desarrollo psicoemocional, que lo vuelve una suerte de defensa frente a los aspectos negativos del propio Yo. 

Para la psicoanalista británica Melanie Klein, siempre es más fácil enfrentar una amenaza externa que una amenaza que proviene desde adentro, desde la propia mente. Para Milei y Trump los demás son las ratas, los mediocres, los liliputienses y ellos son los políticos más importantes del planeta, los colosos, los gigantes. Enfrentar a un conjunto de ratas fracasadas, según Klein, es mucho más sencillo que enfrentar los aspectos no tolerados del propio Yo.  

Kamala Harris
Kamala Harris, la candidata demócrata. 

Otro fragmento del debate de ayer entre los candidatos norteamericanos fue cuando Kamala logró acorralar a Trump trayendo a cuento las múltiples causas que enfrenta el ex presidente. 

El republicano se refirió al intento de asesinato que sufrió el pasado mes de julio, en el que una bala estuvo a punto de acabar con su vida durante un mitin en Pensilvania, e incluso acusó a los demócratas de haber incentivado dicho ataque. “Probablemente casi recibí un tiro en la cabeza por las cosas que dicen sobre mí. Hablan de democracia, de que soy una amenaza para la democracia. Ellos son la amenaza para la democracia con la falsa investigación de Rusia, que no llegó a ninguna parte”, expresó. 

Kamala Harris aprovechó la situación y se refirió a las acusaciones judiciales en contra de Trump: “Creo que es demasiado viniendo de alguien que ha sido procesado por delitos de seguridad nacional, delitos económicos, interferencia electoral y ha sido declarado responsable de agresión sexual, y su próxima gran comparecencia ante el tribunal es en noviembre, cuando se dictará su sentencia penal”. 

Tal vez Kamala haya dado una pista al progresismo y los espacios políticos democráticos de todo el mundo: que una extrema derecha mundial conducida por personajes singularmente megalómanos tiene un potencial talón de Aquiles en el ego de sus representantes.  

Producción de texto e imágenes: Daniel Capalbo, Pablo Helman y Matías Rodríguez Ghrimoldi. 

VFT