El fútbol es culturalmente el epicentro de manifestaciones de la sociedad. El fútbol es la pasión de multitudes. Sin embargo, no se justifican los cánticos racistas u homofóbicos, aunque pareciera que detrás de los mismos estuviese parte del fenómeno mundial que encarnan los libertarios en Argentina, el fenómeno de la extrema derecha racista, xenófoba y homofóbica.
La Selección Argentina, el futbol y el conflicto por los cánticos racistas |
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“Vivimos un tiempo donde las pasiones son también políticas. Y, en muchos casos extremas. En algo tiene razón el tuit de Villarruel, a Argentina la forjan y la forjamos todos: descendientes de europeos, pueblos originarios, blancos, negros, bolivianos, paraguayos, la comunidad trans y tantos otros colectivos. Esperemos que este incidente nos ayude a repensarnos para poner en cuestión estas tendencias que hay en nuestra sociedad y que no nos hacen nada bien”, analizó Jorge Fontevecchia en el editorial de Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1) en el marco del conflicto con Francia por los cánticos de la Selección Argentina, el tuit de la vicepresidente y los incidentes en el partido ante Marruecos en los Juegos Olímpicos de ayer.
Desde hace décadas pueden encontrarse vinculadas al fútbol prácticas machistas, homofóbicas y xenófobas que, a pesar del avance cultural en este sendero, perduran.
Luego del episodio del canto racista de los jugadores de la selección argentina, la salida del subsecretario de Deportes Julio Garro, y la pelea entre Javier Milei y Victoria Villarruel, ayer se vivió un escándalo en el primer partido de Argentina en los Juegos Olímpicos de París.
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La Selección perdió por 2 a 1 y la actitud de los hinchas marroquíes en medio de los sucesos fue violenta e injustificable, pero esconde un problema que no se está logrando ver en toda su dimensión y no es solamente en el caso de los hinchas marroquíes.
El fútbol es culturalmente el epicentro de manifestaciones de la sociedad que revelan un estado de cosas que lo trascienden.
Tener padres africanos o árabes y nacionalidad francesa es muchas veces por lo que discriminan a millones de personas en Francia y parte de la agenda de la extrema derecha. El canto del jugador argentino Enzo Fernández y sus compañeros muy probablemente sin quererlo, tocó una fibra sensible del padecimiento de una buena parte de la población.
Son las pasiones que despierta el fútbol que se mezclan con temas sociales, políticos y religiosos. De la misma manera, cada vez que gana Argentina, en Bangladesh o en la misma Escocia, hay fiesta popular porque en el país asiático tienen un sentimiento anticolonialista muy fuerte contra Inglaterra y, en aquel lejano país, conocen el conflicto que nuestro país tiene por las Malvinas y la historia del gol de Maradona a los ingleses.
Obviamente no ayudó que intervenga Victoria Villarruel en la discusión y le dé un carácter de Estado a la polémica racista. La Vicepresidente salió a respaldar a Enzo Fernández, quien luego se disculpó y acusó a Francia de colonialista. Es interesante que le preocupe el colonialismo de Francia, cuando de manera tácita reivindica o al menos relativiza los crímenes de un gobierno militar que se entrenó con métodos de represión y tortura con generales franceses luego de la guerra en Argelia.
También le dio un carácter de Estado el hecho de que Javier Milei haya echado al subsecretario de Deportes, Julio Garro, por plantear que el capitán del seleccionado nacional, Lionel Messi, y toda la Selección se debería disculpar por el video.
Debe comprenderse que, por un lado, Argentina es campeón del mundo y nuevamente campeón de América, y por el otro está viviendo un extraño fenómeno político, como lo es un anarcocapitalista en la Presidencia, todo lo que suceda en este país, tiene la potencialidad de ser noticia.
¿En Argentina hay racismo y discriminación o todo lo que sucedió fue un malentendido sumado a la impericia de un Gobierno inexperto? ¿Los cánticos racistas, homofóbicos en el fútbol son parte de una suerte de licencia que se da la sociedad o expresan tendencias profundas que vehiculizan el fenómeno de la ultraderecha? Preguntas que son inquietantes y nos pueden servir para reflexionar.
El pasado 15 de julio de este mismo año, Enzo Fernandéz, subió el video que, sin intención, inició con la polémica. Los jugadores de la Selección, luego de consagrarse bicampeones de América, festejaron el triunfo con sus seguidores en las redes sociales. Enzo Fernandez compartió un video que no tardó en viralizarse y que generó polémicas por los cánticos racistas que sonaban de fondo.
Un día después, el 16 de julio, el jugador hizo públicas sus disculpas a través de las redes sociales.
El mismo 16 de julio, la Vicepresidenta defendió a los jugadores y apuntó contra Francia: “Argentina es un país soberano y libre. Nunca tuvimos colonias ni ciudadanos de segunda. Nunca le impusimos a nadie nuestra forma de vida”.
El tuit de Victoria Villarruel que agudizó el conflicto con Francia.
Hay historiadores que explican que en Argentina no hay negros como Cabral o Remedios de Escalada porque era a quienes enviaban más al frente y murieron todos en las guerras de Independencia y en la guerra contra el Paraguay. Eso desmiente al menos parcialmente la idea que desarrolla Villarruel en su tuit. Por otro lado, personas de la comunidad trans que tienen una esperanza de vida que en muchos casos no llega a 40 años y que son parte de las letras discriminatorias en los cánticos de fútbol tampoco deben estar tan de acuerdo con “argentinidad” que propone la Vicepresidente en su posteo.
Luego de esto, en Francia se viralizó un video hecho con inteligencia artificial que es completamente repudiable y que no compartimos en absoluto, pero que sirve para analizar la situación. El video muestra a Messi caracterizado como Hitler con inteligencia artificial, la imagen del dictador nazi fue modificada para que resulte el rostro del jugador argentino.
Este video tiene el sentido de tildar al seleccionado nacional de racista. A tal punto escaló la polémica que el Gobierno le pidió disculpas al gobierno francés.
El 19 de julio, el vocero presidencial, Manuel Adorni, pidió disculpas por parte de La Libertad Avanza e informó queKarina Milei fue a explicar a la embajada de Francia que el “desafortunado comentario” publicado en las redes sociales no era la posición del gobierno.
Mientras tanto, el mismo 19 de julio, el presidente Javier Milei señaló en Neura TV que la publicación de la Vicepresidenta “no fue un tuit feliz” y celebró que Karina lo haya “arreglado”.
Sin embargo, esto siguió escalando hasta ayer en el partido de fútbol contra Marruecos en los Juegos Olímpicos, donde se desarrollaron distintos incidentes y los franceses silbaron el himno argentino en señal de repudio.
El sociólogo Pablo Alabarces envió un audio a la producción de Modo Fontevecchia dando su punto de vista sobre el tema y calificó a las palabras de la Vicepresidente como “poco nacionalistas y profundamente patéticas”. “Es bastante poco creíble que la vicepresidenta Villarruel haya hecho referencia a un presunto anticolonialismo frente a los franceses considerando que la generación de su padre fue educada en el ejército argentino por represores y torturadores franceses entrenados en la guerra de Argelia”, señaló Alabarces.
¿Eran todos blancos colonialistas los franceses que silbaban el himno argentino? ¿Los marroquíes reaccionan con violencia en todos los partidos que juegan? ¿Cuánto del cántico racista que se ríe de que los franceses son “todos de Angola” tiene que ver con reírse de que hay equipos en los que “son todos paraguayos” y “bolivianos”? En el caso de los marroquíes, además hay que decir que fueron colonia de los franceses. ¿Cuál es el juego de Victoria Villarruel en todo esto? ¿Cómo aprovecha la pasión del deporte para lograr visibilidad y despegarse de la perspectiva de Milei? Parece como si detrás de estos cánticos estuviese parte del fenómeno mundial que encarnan los libertarios en Argentina, el fenómeno de la extrema derecha racista, xenófoba y homofóbica. Como bien decía Freud, siempre se dice lo que se dice, y también otra cosa.
El deporte es un canalizador de pasiones sociales intensas. La palabra pasión, derivada del griego pathos alude tanto al “arrebato” como al padecimiento. Y muchas veces, quienes asisten a un partido de fútbol son víctimas de ambos instintos. No en vano se habla de ira, de hartazgo, de enojo, en el voto a opciones como la de Javier Milei.
Ira, hartazgo y enojo son cuestiones que se ven en los estadios. Podríamos decir que en los partidos de fútbol en el pasado se permitía que el ser racional sacara sus impulsos y sus emociones afuera y que durante una hora y media tuviese la posibilidad de que su inconsciente se convirtiera en consciente. Podríamos decir que con el fenómeno de Javier Milei, con los libertarios se da al revés, esa actitud inconsciente que se permitía sólo en la hora y media del fútbol ahora se lleva a todo el tiempo durante la política.
Un ejemplo histórico del vínculo entre pasión y fascismo pudo verse en el uso que hizo el propio Hitler de las Olimpiadas de 1936.
Este acontencimeinto destaca cómo la propia delegación francesa fue recibida por el líder nazi. En aquella Olimpiadas los franceses saludaban con el brazo tendido haciendo el famoso saludo olímpico que recuerda al saludo fascista y que se podía confundir con el saludo hitleriano.
Un evento recordado de esas Olimpíadas fue el racismo contra el atleta Jessie Owen, uno de los mayores velocistas de la historia.
En 1936, los Juegos Olímpicos se desarrollaron en Berlín y en el marco del ascenso meteórico de Hitler por tierras alemanas, un atleta afroamericano logró ensombrecer el poder Nazi. Jessie Owens logró marcas que pudieron ser igualadas casi 50 años después.
Más allá de las manifestaciones intensas, hay algo “reversible” en la pasión deportiva que, quizás, incluso, sea saludable. Se le adjudica al ex futbolista campeón mundial argentino decir que el fútbol es la cuestión más importante entre las menos importantes. Quizás, como sucede en las sesiones del psicoanálisis, en los estadios de fútbol pueda representarse algo que si se maneja con inteligencia exprese sentimientos y, sobre todo, los canalice.
En 2022 entrevisté al filósofo e historiador inglés. Amante del fútbol, admirador del talento de Lionel Messi, Simon Critchley, que me explicó lo siguiente: “Odio a ciertos equipos de fútbol. Odio al Manchester United. Odio al Chelsea, pero puedo tener una discusión racional con un aficionado del Manchester United. Odio al Manchester City, pero espero que podamos tener una discusión racional sobre Sergio Agüero. Podemos reconocer que es un gran jugador. El fútbol es un área fantástica de la vida humana en la que puedes tener pasiones absolutas, pero eres consciente de que están abiertas al debate. Y se gana y se pierde. La derrota es una dimensión factible”.
Sin embargo, en el fútbol argentino siguen repitiéndose episodios xenófobos desde hace unos años.
Hace unos años, el célebre relator de fútbol José María Muñoz definía al deporte como “pasión de multitudes". Vivimos un tiempo donde esas pasiones son también políticas. Y en muchos casos extremas. En algo tiene razón el tuit de Villarruel, a Argentina la forjan y la forjamos todos: descendientes de europeos, pueblos originarios, blancos, negros, bolivianos, paraguayos, la comunidad trans y tantos otros colectivos. Esperemos que este incidente nos ayude a repensarnos para poner en cuestión estas tendencias que hay en nuestra sociedad y que no nos hacen nada bien.
Nuestro periodista deportivo, Román Iucht, sostuvo para Modo Fontevecchia que “la discriminación, racismo y xenofobia, en un caso como el de Enzo Fernández y los futbolistas, tiene que ver con la ignorancia. No saben lo que están cantando, son pibes a los que más de una vez los deben haber discriminado. Cuando vos discriminas sabiendo lo que hacés, es de mala gente. Sin embargo, creo que en este caso lo que hacen se hace por ignorancia, y no por mala gente. Se abre otro debate que tiene que ver con cómo en el universo del fútbol se dan por aceptadas y se entienden como naturales en las canciones y en lo que se insulta a un rival una cantidad de agresiones que se entienden como parte del lenguaje de ese momento. Además, en el fútbol, donde un equipo es destacado por sus hinchas por la hombría para ganar, al mismo tiempo tienen canciones absolutamente transfóbicas y homofóbicas”.
Mañana comienzan formalmente los juegos olímpicos. Es deseable que tanto los aficionados como los deportistas canalicen sus enojos y entiendan que lo que sucede en el campo de deportes es un juego. Con todo lo esencial que constituye para los humanos el espacio de lo lúdico. Es lindo quedarse con la canción que fue pieza publicitaria de la liga española contra el racismo, “One voice vs racism”, como un mensaje que debiera acompañar a todo evento deportivo.
