“La herida abierta en 1994 parece no querer cerrarse. Para el pueblo judío, el duelo es un elemento muy importante, es parte esencial del ritual. La sociedad argentina también debe cuidar a esas otras víctimas del atentado. Hoy, en el acto al que asistirá por primera vez un presidente desde 2016 debería tenerse en cuenta ese aspecto. Que la memoria tenga un lugar predominante sobre la geopolítica. Que la verdad sea el eje que lleve a la justicia”, expresó Jorge Fontevecchia en el editorial de Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1) del 18 de julio de 2024.
Hoy, 18 de julio, se cumplen 30 años del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) que se llevó la vida de 85 personas y dejó 300 heridos. Este terrible hecho fue el ataque más grave contra el pueblo judío fuera de Israel desde la Segunda Guerra Mundial y fue el ataque terrorista más importante de la historia argentina.
Casi todos aquellos que tienen más de 30 años tienen un recuerdo propio y personal de lo que fue el 18 de julio de 1994. Así como sucede con el 11 de septiembre de 2001, gran parte de la población puede precisar qué hacía exactamente en el momento en que voló la sede de la mutual judía en Buenos Aires y cómo se enteró del hecho. También son muchos quienes conocían a alguna de las víctimas. La Ciudad de Buenos Aires es otra, luego de los atentados contra la embajada de Israel en 1992 y la mutual isreaelita en 1994. Se trata de cortes en la historia que establecen nuevos significados, nuevas vinculaciones. La presencia del terrorismo internacional fue el germen de un proceso que resultó al mismo tiempo local y global. Y del que aún percibimos sus consecuencias. Quizás el rol del análisis sociológico y periodístico consiste en despejar los matices del recuerdo, que es individual, y transformarlos en memoria, que es algo colectivo y también vigente. Este aniversario número 30 del atentado en el contexto de las decisiones geopolíticas de Javier Milei, también demuestra que del corte del que hablábamos sigue manando sangre.
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El 18 de julio de 1994 la cobertura televisiva tras la explosión comenzaba a mostrar el terrible escenario del atentado. Aquella cobertura mostraba los escombros y los restos de la AMIA, junto a la gente impactada y a la gran cantidad de heridos.
Por su parte, la cobertura de César Mascetti en el atentado aun sigue movilizando mucha sensibilidad, el periodista cubrió el momento exacto donde los escombros volvían a caer sobre los bomberos que estaban rescatando a las personas que habían quedado adentro, mientras que estaban siendo aplastadas por un nuevo derrumbe.
El mismo 18 de julio de 1994, el entonces presidente Carlos Menem sostuvo en una entrevista con Mauro Viale que frente a aquel momento debía imponerse la pena de muerte, y describió a los culpables como “bestias humanas” que no merecen seguir viviendo.
Dos días después del atentado, el 20 de julio de 1994, Carlos Menem sostuvo en cadena nacional que Argentina es una “tierra de paz” que fue señalada para ser “regada con sangre de inocentes”. “Hacemos todos los esfuerzos posibles para hallar a los culpables”, señaló el expresidente.
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En su momento, también hubo un spot institucional que ofrecía una recompensa a quien brindara información sobre los responsables del atentado bajo el lema “Hay que encontrar a todos los culpables”. El spot sostenía que si bien no había dinero que le devuelva la vida a las víctimas, el Estado argentino había creado un fondo de protección contra el terrorismo internacional que establecía una recompensa de 3.000.000 de pesos para quienes aporten informes o testimonios que permitan identificar a los culpables.
Lamentablemente la causa AMIA es un monumental y complejo ejemplo de la impunidad, la corrupción, el encubrimiento y la utilización política de hechos trágicos. Jorge Lanata escribió en una nota en el Diario Perfil en el 2006 que “La causa AMIA suma hoy 113.600 fojas. Son 568 expedientes de doscientas fojas cada uno, a los que deben sumarse 400 legajos de “Investigación”, 1.000 paquetes de siete a ocho legajos, cada uno con intervenciones telefónicas, y 1.500 carpetas con información de la SIDE. En esas 113.600 fojas, 568 expedientes, 400 legajos, 1.000 paquetes y 1.500 carpetas no hay nada. Si nos dedicáramos a hacer un tótem judicial con esa cantidad absurda de papel, podríamos llenar varios cuartos en una casa. Varios cuartos llenos de nada”.
Hoy, a 30 años del atentado, no hay claridad sobre la autoría y el móvil del atentado, aunque sí hay tres pistas de investigación y un largo desarrollo judicial que terminó con un juez destituido, un jefe de inteligencia y de la policía bonaerense condenados por encubrimiento.
Relacionada con esta causa está también la muerte del fiscal Alberto Nisman en el 2015. Un hecho que tampoco tuvo un desenlace claro.
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En la primera parte de su investigación, Nisman, luego de años de estar en el tema acusó formalmente al gobierno de Irán de ser autor intelectual del atentado y al partido Hezbolá del Líbano de ser el autor material. La justicia argentina imputó a ocho funcionarios iraníes y un ciudadano libanés de ser los autores, contra los que ordenó alertas rojas de captura de la Interpol que fueron aprobadas. Según la investigación, Argentina fue elegida como blanco del ataque tras la decisión del gobierno argentino de suspender un acuerdo de transferencia de tecnología nuclear a Irán. En septiembre de 2003, uno de los imputados, el exembajador iraní en la Argentina, Hadi Soleimanpour, fue detenido en Gran Bretaña, acusado de ser partícipe necesario, pero la justicia británica rechazó su extradición y fue liberado
Frente al proceso de la investigación sobre el atentado a la AMIA y las disputas políticas que se generan alrededor, el expresidente Néstor Kirchner sostuvo el 1 de marzo de 2004, en una conferencia, que la herida que provocaron los atentados han transformado a estos aberrantes crímenes en una cuestión de Estado que compromete al gobierno a una frontal lucha contra el terrorismo internacional. “Para impedir encubrimientos, se dispuso la apertura total de los archivos”, declaró Néstor.
En el año 2007, Nisman, quien fue designado por el propio Kirchner como el fiscal exclusivo para esta causa, señaló que “había una orden expresa de no investigar hasta el año 2000”.
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En el 2013, Argentina firmó un memorándum de entendimiento con Irán. En este acuerdo se establecían intercambios comerciales y a partir de este hecho, el fiscal Nisman planteó una nuevo desarrollo de la investigación. En enero del 2015 Nisman dijo que detrás del memorándum, había un pedido de Irán al gobierno argentino de levantar las acusaciones contra Irán por la causa Amia y aseguraba que la entonces presidenta Cristina Kirchner, estaba encubriendo al gobierno iraní.
El 14 de enero del 2015, Alberto Nisman expuso esto en TN: “Está absolutamente probado, nada de lo que se hace acá es sin la directiva expresa de la Presidenta”.
Luego de esta acusación sobrevino la muerte del fiscal Nisman. Cristina Kirchner primero fue sobreseída por la causa del memorándum de entendimiento y la última decisión de la justicia levantó ese sobreseimiento. Sin embargo, hasta ahora no hay pruebas contundentes que vinculen al memorándum con el devenir de la investigación sobre el Estado iraní y Hezbolá.
La posición de Javier Milei
Desde su asunción, el gobierno nacional actual tomó la decisión de alinearse con el gobierno actual de Israel, de Benjamin Netanyahu. Algunos de los hitos son el anuncio de establecer la embajada en Jerusalén y darle un estatuto de organización terrorista a Hamas. Esto hace que se incline a acusar al gobierno de Irán y a Hezbolá, que además son enemigos de Israel, por el atentado.
En el discurso de los Macabeos Panamericanos el pasado 28 de diciembre de 2023, Javier Milei sostuvo su acompañamiento hacia el pueblo judío y su compromiso con el Estado Israel. "Ratifico mi compromiso con Israel en la lucha contra el terrorismo islámico"
Milei encabezó una conferencia sobre antiterrorismo con Lacalle Pou y Peña
Por otro lado, ayer, el 17 de julio de 2024, Milei se refirió a los 30 años del atentado y volvió a apuntar contra el gobierno iraní. “Mañana se cumplirán 30 años del atentado cobarde a la AMIA”, señaló. Además, se refirió al presente y al ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023:“El flagelo del terrorismo extremo sobre vidas judeo-argentinas trasciende la tragedia de la AMIA”. El Presidente aseguró que en un contexto de “resurgimiento del antisemitismo” debemos ser firmes e intrascendentes con el terrorismo, “sólo existe el bien y el mal”, agregó Milei.
El dramaturgo griego Esquilo, dijo alguna vez que en la guerra la primera víctima es la verdad. Haciendo una paráfrasis de esta célebre frase, podemos concluir que en esta causa, además de las lamentables 85 víctimas, hay una constante víctima que es la verdad. Cada alineamiento político de un gobierno o de algún actor político que interviene en la causa opera como direccionamiento de acusaciones que no terminan por esclarecer lo sucedido. Esperemos que, por las víctimas, sus familias y la credibilidad de las instituciones de nuestra república que algún día se conozca la verdad sobre el atentado más grave que tuvo nuestra historia.
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En este contexto, el diario Teherán Times, vocero del régimen de los ayatolas, rechazó las acusaciones de la justicia argentina por el atentado, condenó el alineamiento del gobierno de LLA con Estados Unidos e Israel y deslizó una inquietante amenaza. "Teherán va a imponer su propio juego respecto del enemigo y hará que se arrepienta de su enemistad con Irán".
La herida abierta en 1994 parece no querer cerrarse. Para el pueblo judío, el duelo es un elemento muy importante, es parte esencial del ritual. Están reglados los tiempos, los momentos de velar a los muertos, del entierro y, sobre todo, el cuidado de los deudos, las personas más cercanas a quienes fallecen. La sociedad argentina también debe cuidar a esas otras víctimas del atentado. Hoy, en el acto al que asistirá por primera vez un presidente desde 2016 debería tenerse en cuenta ese aspecto. Que la memoria tenga un lugar predominante sobre la geopolítica. Que la verdad sea el eje que lleve a la justicia.
VFT
