Este martes, la Cámara de Casación de Entre Ríos ordenó la prisión efectiva de Sergio Urribarri, exgobernador de la provincia sentenciado a ocho años en prisión por delitos de corrupción. Daniel Enz afirmó que la defensa esperaba que la detención se dictara “en dos o tres años” y declaró que la Justicia tomó la decisión “por hartazgo”. “Urribarri y sus abogados instalaron una maquinaria de impedir, cercar, advertir y amenazar a fiscales y jueces”, sostuvo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Daniel Enz es periodista y director periodístico de la revista Análisis. “Cuestión de fondo” y “Memoria frágil” son algunos de sus programas. En su trayectoria, realizó investigaciones sobre la dictadura militar, la guerra de Malvinas, la corrupción y el narcotráfico, por lo que fue premiado con el premio Perfil a la Libertad de expresión en 2016 y la Academia Nacional de Periodismo lo distinguió con la Pluma de Honor en 2022.
¿Cómo se toma allí la detención de Sergio Urribarri, exgobernador de la provincia?
La decisión judicial fue muy fuerte y pegó en la opinión pública. Si bien se sabía que esto iba a pasar, los abogados de Urribarri pensaron que esto podría pasar dentro de dos o tres años a partir de la instancia de apelación que pidieron los abogados defensores de Urribarri para trasladar el expediente a la Corte.
Nadie calculó que a partir de un pedido concreto de los fiscales, la Cámara de Casación iba a resolver que la decisión de prisión preventiva fuese tomada esta semana, como corresponde porque la causa Urribarri fue confirmada en primera, segunda y tercera instancia.
¿Qué paralelo hacen allí con la condena en segunda instancia de Cristina Kirchner?
Es una cuestión de interpretación, pero depende de nuestros magistrados. En el caso de Urribarri, si bien nadie lo ha definido así, según lo que plantean las Camaristas, hay una sensación de hartazgo.
Cuando se conoció la condena a ocho años de cárcel en septiembre de 2023, Urribarri y sus abogados instalaron una maquinaria de impedir, cercar, advertir y amenazar a fiscales y jueces de que si no hacían lugar a las peticiones iba a tener juicios políticos.
También amenazaron al periodismo. En nuestro caso, nos denunciaron ante la jueza Servini por entender que participamos de una mesa judicial, como si mi revista hubiera crecido con Urribarri. La revista va a cumplir 35 años como medio el año que viene y en la historia hubo mucha gente condenada, mucha gente procesada y muchos funcionarios que tuvieron que renunciar por publicaciones de la revista.
¿Cómo es la comparación con el caso de Cristina, también condenada? En el caso de Urribarri no se espera el fallo de la Corte para ordenar su detención, y en el caso del exgobernador, sí.
Me parece que es una cuestión de cada jurisdicción. La diferencia entre Cristina y Urribarri es que Cristina tiene respaldo. Desde que a Urribarri lo condenaron en 2022, los mismos hombres del peronismo dejaron de atenderle el teléfono.
El exgobernador volvió de ser embajador de Israel y organizó 30 reuniones para dar charlas de su experiencia política en la provincia, y de esas 30 solo hizo 6 porque no iban más de 30 personas.
Alejandro Gomel: El senador Oscar Parrilli fue muy fuerte en la defensa de Urribarri.
Sí. El hijo de Urribarri es uno de los asesores de Parrilli.
AG: ¿Cómo ves la relación del gobernador de Entre Ríos con el Gobierno nacional?
Frigerio va moviendo las fichas muy lentamente y va buscando no generar ningún tipo de rispidez con Milei. Esa situación fue condenada por el peronismo, por algunos diputados y por otros referentes.
El gobernador ha explicado que respalda muchas cosas del Presidente, que quiere tener una relación cordial pero que le ha presentado una denuncia ante la Corte por la falta de envío de fondos. Ha sido muy inteligente a la hora de mover las fichas.
Elizabeth Peger: ¿Cómo impacta la situación de Urribarri en el peronismo entrerriano? ¿Se reacomodó luego de haber perdido la gobernación en 2023?
A Urribarri lo hicieron a un lado a partir de la condena y dejó de existir. Los referentes del peronismo me dicen que no hablan con él desde hace mucho tiempo porque entendieron que el nombre generaba un negativismo en la gente y decidieron tomar distancia.
El peronismo se está reuniendo. Hay una línea de trabajo en la que estaban el diputado nacional Gustavo Bordet, el exintendente Adán Bahl, el extitular de la Aduana Guillermo Mitchell, el exgobernador e intendente de Concepción José Eduardo Lauritto y la intendenta de Paraná Rosario Romero.
Han tenido varias reuniones, pero no invitaron a nadie de La Cámpora. A partir de la aparición de Cristina, se movió el tablero porque reapareció La Cámpora. El tema es cómo van a unir las fuerzas porque se nota que hay distancias. Más allá de la buena relación entre Mitchell y La Cámpora, no hay relación entre los dos espacios.
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EP: Históricamente, el peronismo tomó distancia del kirchnerismo en Entre Ríos…
No con Urribarri, que tuvo dos mandatos. El cristinismo y La Cámpora tuvieron mucha incidencia en los dos mandatos de Urribarri. En las elecciones legislativas del último gobierno de Urribarri, Cristina le dijo a quién poner en las listas, que eran dirigentes desconocidos de La Cámpora.
Claudio Mardones: Teniendo en cuenta que la derrota del peronismo, ¿cuánto está ayudando Milei a Rogelio Frigerio? ¿O está muy solo?
No se quejaban para afuera pero si se quejaban para adentro de que Milei no ayudaba pese a los mensajes del propio Frigerio o pese a convencer al senador Kueider a que vote a favor de Milei. Pero algunas cosas comenzaron a sorprender.
La semana pasada se destrabaron 4.900 millones de pesos que le debía Nación a la provincia. Ese es el primer aporte grande que ha llegado. Nadie salió a aplaudir, pero en off the record dicen que la negociación está dando sus frutos.
CM: ¿Creés que el peronismo tiene condiciones competitivas en las elecciones legislativas de 2025 luego del cimbronazo de Urribarri?
Lo que se ve aquí es que si Frigerio va a las elecciones con el sector de Milei, gana las elecciones. Si esa alianza no ocurre, puede que el peronismo avance y gane las elecciones. Hay que ver cuánto incide el caso de Urribarri en la opinión pública, porque se reinstaló un tema que el peronismo pensaba que tenía controlado porque iba a llevar tiempo.
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