El productor Claudio Martínez se refirió a la muerte de Jorge Lanata y sostuvo que su genialidad como periodista y su histrionismo produjeron un cambio definitivo en la televisión. “Fue el primero que se animó a utilizar otros lenguajes, así como lo había hecho en el periodismo gráfico con Página12, también lo hizo en la televisión”, señaló en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Claudio Martínez es periodista, productor de ciclos periodísticos educativos y culturales para la televisión. Fue productor general de Día D, programa de Jorge Lanata, subdirector de la revista Veintitrés, también de Lanata, y director periodístico de América TV, entre otros cargos. En el año 2002, fundó su propia productora, El Oso Producciones, y en las últimas décadas produjo ciclos como Científicos, Industria argentina, Palabras más, palabras menos, Alterados por Pi, Economía sin corbata, La vida es arte, Maestros de TV, Milagros en campaña y Desafíos 2017. Además fue productor de Argentina Debate, el primer debate presidencial de la historia.
Venimos haciendo una especie de hilado entre distintas personas muy cercanas a Lanata. Y la pregunta de fondo es si vos crees que Lanata cambió para adaptarse a Clarín, o si Clarín cambió para adaptarse a Lanata. Si, como dicen los kirchneristas, Lanata terminó siendo un títere de Héctor Magnetto, o al revés, si realmente Clarín necesitó una persona como Lanata porque tuvo que cambiar por distintos motivos.
Yo creo que hay un poco y un poco, ninguna de las dos hipótesis son concluyentes ni determinantes. Yo creo que Jorge necesitó a Clarín para darle un nuevo impulso a su carrera televisiva. Te escuchaba esta mañana cuando vos decías que se le habían cerrado todos los caminos de la televisión a Jorge, y creo que para él fue una muy buena oportunidad relanzar su carrera, quizás como nunca había sido antes. Porque lo que le ofreció el grupo Clarín en el momento en el que él desembarca con Periodismo para Todos fue un presupuesto y un desarrollo de producción como el que él nunca había tenido.
Cuando nosotros hacíamos Día D en América y luego cuando Jorge estuvo durante un tiempo en Canal 26, las posibilidades de producción eran muy limitadas. No teníamos demasiado presupuesto para hacer viajes, para hacer grandes investigaciones, era todo a pulmón. Cuando él desembarca en Canal 13 con Periodismo para Todos hay un presupuesto que nunca había tenido, la posibilidad de tener un despliegue que en la historia de Día D y de todos los programas que Jorge había hecho nunca había existido. Creo que para él fue una gran oportunidad, creo que también para el grupo Clarín fue la oportunidad de contar con alguien que pudiera dialogar con otras audiencias, que pudiera entrarle al público por otro lado.
En todos los años en los que el grupo Clarín tuvo Canal 13, tiene Canal 13 desde el año 1990 que Carlos Menem privatizó los canales, nunca había tenido un ciclo periodístico en el aire. Recién a mediados de los 90 crea TN y vuelca todo su caudal de periodismo, salvo Telenoche por supuesto, dentro del canal de noticias. Pero con Lanata se anima a inaugurar o reinaugurar el espacio del domingo a la noche jugando bien fuerte, y eso es una apuesta estratégica. Obviamente los dos encontraron un enemigo en común, que era el kirchnerismo. Como vos decías hoy a la mañana, el kirchnerismo de algún modo, por lo menos lo que Jorge sentía, era que le había cerrado los caminos de la televisión. No sé si eso es absolutamente así, pero convengamos que hay una parte de eso.Y cuando Jorge se incorpora a su programación, el Grupo Clarín estaba en una guerra declarada con el kirchnerismo a propósito del impulso de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. O sea, yo creo que fue una unión muy conveniente para ambos.
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Qué diferencias existen entre en el Lanata de aquel Dia D de 2003, donde vos eras el productor general, y el Lanata de Periodismo para Todos los domingos en Canal 13?
Voy a empezar por lo que hay en común. Lo que hay en común es Jorge, su genialidad como periodista, su histrionismo, que produjo un cambio definitivo dentro de la televisión. Fue el primero que se animó a utilizar otros lenguajes, así como lo había hecho en el periodismo gráfico con Página 12, también lo hizo en la televisión. Me parece que las diferencias no son ni estéticas ni de formato, sino que tienen que ver con diferencias políticas. Jorge dejó de abrevar en lo que uno podría llamar el progresismo. Había una serie de banderas, de temas recurrentes que estaban en aquel Día D que hacíamos juntos. Pensá que yo estuve con Jorge entre el año 96 y principio de 2002, cuando junto con Ernesto Tenebaum, Marcelo Zlotogwiazda y Adrián Paenza, nos abrimos del proyecto de Jorge y empezamos a crear nuestro propio espacio, que derivó luego en lo que fue mi productora en esas producciones.
Pero en ese momento, en aquellos años, había una recurrencia en temáticas que tenían que ver con, por ejemplo, derechos humanos, otro tipo de derechos civiles y una mirada del mundo económico. Y claramente, en lo que fue el menemismo y el gobierno de Fernando de la Rúa, donde hay diferencias claras con lo que Jorge fue después en la época del Periodismo para todos. Incluso con el tipo de invitados y el tipo de fuentes y de temáticas que iba abordando en uno y en otro programa. Me parece que las diferencias son más políticas. Es insignificante lo que voy a decir, pero en términos personales, para mí es significativo. Yo tuve diferencias políticas con Jorge, nunca personales, nunca personales. Y siempre fui un tipo muy agradecido con su generosidad. Como dije en algún momento, Jorge iluminó mi carrera, descubrió en mí cosas que yo no sabía que tenía, y por eso voy a estar eternamente agradecido. Obviamente que en términos políticos y no personales, empezamos a ver las cosas de distinta manera. Y para mí eso, insisto, en términos personales no significó nada. Pero es cierto que sí empezamos a mirar las cosas de la política de distinto modo, y eso para mí sí tuvo un impacto. Pero insisto, nunca en todos los años posteriores, que fueron más de 20 luego de que dejamos de trabajar juntos hasta la actualidad, nuestro vínculo personal estuvo impactado por esas diferencias.
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La vulgata dice que si “cuando sos joven no sos socialista, no tenés corazón, y si cuando sos grande no sos conservador, no tenés cerebro”. Me parece que en todas las personas lo que hay es un proceso de evolución. La pregunta es si la evolución sigue un orden o es oportunismo. En el caso de Lanata, ¿era oportunismo o era simplemente un proceso de evolución profesional y personal?
Yo creo que fue un proceso de evolución personal más que profesional. A mí me parece que Jorge se aburrió de los progresistas y del progresismo. Me parece que eso empezó a pasar en el gobierno de De la Rúa. Nosotros en Dia D, tuvimos una posición muy confrontativa con el menemismo, lo cual nos costó en su momento que América nos levantara del aire a principios del año 98, lo cual derivó luego en la creación de Revista Veintitrés. Pero la llegada de La Alianza al poder y de todos los sectores de La Alianza, diría, sectores que tal vez en términos ideológicos, políticos, nosotros nos sentíamos cerca como sectores del FREPASO, en Jorge produjeron una enorme decepción. Creo que algo de eso le ocurrió luego con el kirchnerismo y eso lo fue alejando de los progresistas.
Yo diría que, insisto, no es relevante porque estamos hablando de Jorge, no estamos hablando de mí. En muchos momentos también me decepcioné y a veces aún hoy, muchos años después, vuelvo a decepcionarme con algunos progresistas. Yo no me decepcioné del progresismo, sigo pensando lo mismo y sigo poniendo en un lugar diferente a personas que me han decepcionado porque no han sido capaces de defender esas banderas en términos de lo que a mí me gusta. Creo que Jorge se decepcionó de todo eso. Jorge, a través de su trayectoria, que hay que incluso marcar algunos pasos antes de Página12, estoy hablando de la época donde él funda con otras personas El Porteño, que era una cooperativa periodística.
Era un tipo muy cercano a los movimientos de derechos humanos, muy cercano al progresismo y con el tiempo eso fue cambiando. Obviamente sus años de Página12 estuvieron marcados por la misma idea, los años de Día D, los años de Hora 25, pero lentamente él se fue aburriendo y decepcionando eso. Yo por eso insisto que es un proceso más personal que profesional, porque profesionalmente él siguió trabajando sobre los mismos ejes que conformaron su trayectoria profesional. Yo miraba Periodismo para Todos y veía rasgos de lo que habíamos hecho en Día D o Detrás de las noticias. Veía ese Jorge innovador, ese Jorge que a la práctica profesional periodística le agregaba un lenguaje casi publicitario. Jorge era un gran publicista. Jorge era un tipo que diseñaba sus propias promociones y diseñaba desde Página 12 en adelante las propias campañas de sus medios de comunicación.
El lanzamiento de Revista Veintitrés, que al principio fue Revista Veintiuno, tenía la impronta publicitaria que Jorge le daba, porque tenía un lenguaje muy marketinero, lo cual no va en contra de sus valores como periodista. Era un complemento fabuloso porque le daba un impacto que en televisión fue muy determinante. Por eso fue un tipo tan innovador también, porque le agregó un lenguaje popular y cercano proveniente del mundo publicitario al contenido periodístico.
¿Y respecto del peronismo? Porque se puede ser antiperonista progresista o se puede ser antiperonista conservador, ¿cuál es la relación de él con el peronismo y si fue cambiando a lo largo de los años?
Yo creo que Jorge nunca nunca fue peronista. O sea, podía estar más cerca del peronismo, no sé, hablo de aquellos años, de un peronismo que podía expresar a fines de los noventa Chacho Álvarez, pero nunca fue peronista, ni nunca lo sentí cerca del peronismo.
¿Nunca fue gorila o creés que al final fue gorila?
No lo sé. No estuve cerca de él en los últimos años y no podría decirlo. Vos pensás que nuestro vínculo se forjó durante el menemismo y nosotros estábamos muy enfrentados con las políticas del menemismo, que fue un gobierno peronista porque estaba bajo la bandera del peronismo. Podría decirse que en aquellos años fuimos gorilas porque estábamos en contra del peronismo, pero por otro lado estábamos cerca de tipos como Chacho, por ejemplo. Cerca, digo, no personalmente, pero sí nos sentíamos cerca de esas ideas que expresaba el FREPASO.
MC CP