El PRO decidió acompañar el veto universitario, al igual que con la movilidad jubilatoria, y es una postura duramente criticada por el ala moderada del partido. El diputado Álvaro González reafirmó su apoyo a las universidades y criticó el uso del veto y los DNU de manera constante, ya que debilita el papel democrático del Parlamento. Se mostró disgustado con el aferramiento de Milei al dogma del déficit cero y su utilización para justificar el veto, cuando el costo fiscal de la ley en discusión es mínimo. “Me parece bárbaro el déficit cero como una condición para cualquier plan económico, lo que no puede es eliminar los problemas que existen”, expresó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Álvaro González es diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires, con mandato hasta 2027, y consejero de la Magistratura de la Nación. Fue presidente primero de la Cámara de Diputados entre 2019 y 2020, subsecretario de Asuntos Públicos de la Ciudad en 2011 y legislador porteño en 2013.
Al igual que con la reforma jubilatoria, será uno de los pocos diputados del PRO que no se une al bloque en la votación. Me gustaría que nos cuente un poco cómo recibió las idas y vueltas del partido respecto a lo que había que hacer, cómo lo miran dentro de su bloque y qué expectativas tiene para mañana.
En este caso se vuelve a repetir la historia, y creo que en estas épocas uno tiene que ser fiel a sus convicciones, más allá del partido político al que pertenece. En ese sentido tengo dentro del bloque y particularmente con el presidente del bloque, Cristian Ritondo, una relación de hace muchísimos años, nos conocemos y tenemos un respeto mutuo, con lo cual a lo mejor me permiten la licencia de que de acuerdo a mis convicciones, y a lo que yo creo que es lo que se debe hacer, que muchas veces no va en línea con lo que piensa el partido, me toleran, respetan y lo hago a mi manera, como diría el tema.
¿Qué cree usted que va a pasar mañana?
Ayer por la tarde tuvimos una reunión con Martín Menem y creo que venía gente del Ministerio de Educación y que algo mejoraron la propuesta, con lo cual le está dando pie al bloque para que el bloque acompañe el veto del Presidente.
Yo, particularmente, más allá de que estoy en contra del veto desde el punto de vista conceptual conceptual, no porque sea ilegal el veto sino porque no se puede vivir en un Parlamento donde prácticamente queda ignorado a partir de la proliferación de los DNU y el veto, entonces las mayorías que se necesitan para construir una ley son impedidas de ser puestas en funcionamiento por una minoría. Aparentemente, por lo que leí, hoy tenemos reunión de bloque nuevamente, donde seguramente podrán explicar, y habrían conseguido que el Gobierno mejore la oferta. No sé si esto alcanza, creo que no.
Elizabeth Peger: Mínimamente.
Sí, es cierto, mínimamente.
Yo no voy a cambiar mi posición, voy a votar en contra del veto porque creo que no se puede eludir permanentemente el Parlamento mediante la utilización de una herramienta que es legal, pero que cuando se utiliza de manera constante anula los acuerdos parlamentarios que se logran para llegar a sancionar una ley. En este Parlamento, donde estamos sentados aquellos que fuimos electos en el 2023, no hay ninguna fuerza política que tenga una mayoría propia para hacer funcionar el Parlamento, o sea que todas las leyes que salieron, salieron con acuerdos políticos.
Con todas las leyes, tanto la de jubilados como esta, que van a ser vetadas, pareciera ser que no tiene razón de existir el Parlamento y eso es un poco lo que yo quiero poner de manifiesto.
Cuando usted dice esto, que es una cuestión de principios, ¿sus colegas qué le dicen?
Que es la última vez.
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EP: También era la última vez con los jubilados.
Por supuesto, por eso me río cuando me dicen que es la última vez. A mí me parece que ya está. El modelo del Presidente de Milei ha decidido aferrarse al dogma del déficit cero y yo creo que en este caso puntual, por el que nos toca mañana estar en el recinto, el costo fiscal de esto era prácticamente nada y ellos ponen ahí como un elemento para vetar y es que la ley que fue sancionada no tenía los recursos estipulados. Lejos puede tener la ley los recursos estipulados cuando no hay presupuesto. Nosotros estamos, o el Gobierno, trabajando con un presupuesto prorrogado que, dicho sea de paso, Milei le pidió a Massa que lo retirara del Congreso.
Y la misma ley de administración financiera que ellos citan para un lado dice, por otro lado, en el artículo 27, inciso dos creo, que dado que el paso del tiempo y el periodo inflacionario lo que produce es que las partidas nominales se vayan agotando, es el Poder Ejecutivo el que tiene la responsabilidad de ir reformando el presupuesto con decretos que de ampliación presupuestaria. Y si uno mira lo que ha ocurrido este año, el Gobierno sacó ocho decretos modificando el presupuesto y ampliándolo donde se necesitaban partidas. Entonces, no le puede pedir al Congreso que haga lo que está haciendo el Ejecutivo.
Desde ese punto de vista, queda claro que hay un dogma que no se puede mover, que es el déficit cero. Me parece bárbaro el déficit cero como una condición para cualquier plan económico, lo que no puede, el déficit cero, es eliminar los problemas que existen. Cuando uno es gobierno y hay problemas, hay que resolverlos. En este caso el problema lo tienen las universidades y el Gobierno hubiera podido resolver este tema si hubiera tocado alguno de esos tantos privilegios que todavía están dando vueltas.
Es un tema que, a mi gusto y como egresado de la Universidad Nacional del Litoral que soy, me parece que había que haber atendido, pero mi posición no es la mayoritaria en el bloque.
MVB FM
