“El racismo es un pecado que no puede ser tolerado” fueron las palabras que el Papa Francisco pronunció con relación a la muerte de George Floyd y que titulan esta edición semanal en lengua española del L´Osservatore Romano. Esas declaraciones fueron realizadas al finalizar la catequesis semanal de los miércoles donde también manifestó su “gran preocupación” por las violentas protestas que se estaban desarrollando en Estados Unidos. El texto completo de esa audiencia general se incluye en forma íntegra y oficial en la página 12 de esta edición.
Al finalizar el rezo del Regina Caeli, el Santo Padre, nuevamente asomado a la ventana del Palacio apostólico vaticano frente a la plaza San Pedro, volvió a enfatizar en relación con la pandemia que “las personas son más importantes que la economía”. Mencionando los pobres de la Amazonía y de todo el mundo, el papa Bergoglio expresó: “Por la intercesión de María, Madre de la Amazonía, rezo por los más pobres e indefensos de esa querida Región, pero también por los de todo el mundo, y hago un llamamiento para que a nadie le falte atención sanitaria. Para cuidar de la gente, no para ahorrar para la economía. Cuidar de las personas, que son más importantes que la economía. El pueblo es el templo del Espíritu Santo, no la economía. El texto completo de este sermón dominical que se retomó luego de tres meses con la presencia de fieles, respetando distanciamiento interpersonal, se transcribe completo en la página 2.
Especial espacio ocupa la situación de América Latina que se ha convertido en epicentro de la pandemia del COVID-19. Entre las páginas 4 y 5 de este ejemplar del diario oficial de la Santa Sede, se analiza el lugar de la Iglesia al lado de los necesitados en esta región, a la vez de aportar datos concretos de este flagelo. Tomando información de la Organización Mundial de la Salud, se destaca que actualmente la mitad de los casos se concentra en América a la vez que la situación en América Latina y los países del caribe preocupa particularmente alos organismos internacionales. Allí han perdido la vida más de 40.000 personas por causas relacionadas con el coronavirus. Al igual que en el resto del mundo, en América Latina la economía también está sufriendo daños muy graves que podría provocar 11,5 millones de nuevos desempleados en la región este año. En este contexto, los obispos latinoamericanos han reiterado su agradecimiento a todos los trabajadores de la salud y a todos los que han hecho un compromiso valiente y se han sacrificado para ayudar a las personas más afectadas por la emergencia.
L'Osservatore Romano de esta semana: "La oración como refugio ante el mal en el mundo"
Para asegurar transparencia, control y concurrencia en los procedimientos de adjudicación de los contratos públicos de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano, el Papa Francisco ha promulgado —mediante la publicación el lunes 1 de junio en «L’Osservatore Romano»— un Motu propio que entrará en vigor dentro de treinta días. Se trata de un código único, que supera la regulación actual en vigor ante algunas realidades determinadas y se aplica ahora a todos los entes de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano. «La economía mundial —escribe el Papa— y una creciente interdependencia han dado lugar a la posibilidad de obtener considerables ahorros como resultado de la operatividad de múltiples oferentes de bienes y servicios». Y añade Francisco: «Estas posibilidades deben utilizarse sobre todo en la gestión de los bienes públicos, donde es aún más sentida y urgente la necesidad de una administración fiel y honesta, dado que en este ámbito el administrador está llamado a asumir la responsabilidad de los intereses de una comunidad, que van mucho más allá de los individuales o de los que se derivan de intereses particulares».
Como es habitual, en este ejemplar se transcriben en forma completa y oficial otras homilías, discursos y mensajes del Papa Francisco en esta semana. Estos son: El Mensaje por el 50 aniversario de la promulgación del Rito de la Congregación de las Vírgenes (página 3), el Mensaje para la próxima Jornada Mundial de las Misiones (páginas 5 y 7), el llamado a los sacerdotes de Roma a “anunciar y profetizar el futuro”, recordando que la fase después de la pandemia requiere coraje, discernimiento y esperanza para “establecer un tiempo siempre nuevo: el tiempo del Señor” (páginas 8 y 9) y la Homilía en la Misa de la solemnidad de Pentecostés celebrada en la mañana del 31 de mayo (página 10) en donde Francisco llamó a “Que el Espíritu nos sane de la carestía de la esperanza”.
