La mujer que denunció a dos rugbiers franceses por violación está dispuesta a llevar el caso a la máxima instancia judicial del país luego de que la justicia de la provincia de Mendoza lo descartara, dijo su abogada Natacha Romano, quien se apresta a apelar el sobreseimiento.
"La instrucción que tengo es ir hasta la Corte", Suprema dijo en su despacho de Mendoza, la ciudad donde supuestamente ocurrieron los hechos, según la denuncia.
Hugo Auradou y Oscar Jegou, ambos de 21 años, fueron sobreseídos el 10 de diciembre de la acusación de violación presentada por una mujer de 39 años que dijo haber sido atacada por los dos la noche del 6 al 7 de julio en el hotel donde se alojaban la selección francesa de rugby tras un partido con los Pumas.
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Sin embargo "no había dudas de que la decisión, si era el sobreseimiento, se iba a apelar, era una instrucción de nuestra representada", dijo la abogada Romano.
De acuerdo a la explicación de Romano, la justicia habilitó que la apelación sea presentada, lo que ocurrirá en los próximos días.
"Nosotros tenemos otro paso que es Casación, la Corte en Mendoza y si es necesario la Corte Interamericana. La instrucción es agotar instancias", añadió, al describir una ruta que incluye la Corte Suprema.
La principal queja frente al proceso es que "se valore la prueba de forma completa". "Tenemos prueba pendiente de producción que incluso había sido ordenada y que después, sorprendentemente, el fiscal no quiso producir", prosiguió, refiriéndose al origen de los hematomas que presentó la denunciante y que fueron constatados por la justicia.
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Mientras la defensa de los jugadores alegó que la denunciante tenía una enfermedad que la hacía propensa a sufrir hematomas, la mujer niega que este sea el origen de las marcas que presentó y las atribuye a una golpiza en el marco de una violación.
"Las pruebas fundamentales eran la testimonial del hematólogo, que firma el informe (...) donde dice que descarta que nuestra clienta, nuestra representada, padezca alguna enfermedad que justifique estas atroces lesiones, que son 15", dijo Romano.
Según explicó, la jueza del caso desestimó tal informe, razón por la cual fue recusada por la querella. Sin embargo, la justicia confirmó a la magistrada.
Otro punto de queja, según Romano, es el rechazo a producir una inspección ocular de la habitación donde ocurrieron los hechos denunciados, así como pericias de sonido.
"Hubo repetidas contradicciones entre los testigos que ellos (la defensa) ofrecieron para poder definir si se habían escuchado los pedidos de auxilio de nuestra representada", explicó.
Añadió que la defensa buscó suplir esta prueba de inspección ocular con una filmación con sus propios celulares. El episodio fue "una ridiculez total", acusó Romano.
Respecto a la posibilidad de que los jugadores inicien una querella civil contra la mujer por difamación, Romano consideró que "la difamación la han hecho ellos", al recordar que se hizo público el nombre y apellido de la mujer.
Ella "tomó la decisión de denunciar ante la justicia, no de pararse ante una cámara", dijo Romano. "No es más que un apriete (extorsión) psicológico para que la denunciante frene, para que no apele y se retire. Eso no va a suceder", aseguró.
Auradou y Jegou, cuyo principal defensor es el abogado Rafael Cúneo Libarona, hermano del actual ministro de Justicia, estuvieron en prisión preventiva y luego en arresto domiciliario en Mendoza, hasta que la justicia les concedió la libertad a mediados de agosto y los autorizó a regresar a Francia a principios de septiembre.
AFP