La Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó un pedido de queja presentado por el periodista Roberto Navarro, en el marco de una causa por "incitación a la violencia" colectiva, que se originó tras denuncias presentadas por su colega Eduardo Feinmann.
La causa iniciada el 17 de agosto de 2022, luego de que Navarro realizara declaraciones polémicas en su programa de radio El Destape el 15 de agosto de 2022. En esa ocasión, Navarro señaló a varios periodistas, incluyendo a Jonatan Viale, Luis Majul, Jorge Lanata, y Eduardo Feinmann, como responsables de generar un clima de violencia.
"Algo tenemos que hacer para frenarlos", afirmó Navarro en su programa, lo que llevó a Feinmann su letrada, Silvina Martinez, a presentar una denuncia por incitación a la violencia colectiva. Navarro también sugirió que la violencia generada por estos periodistas podría eventualmente volverse en su contra por lo que el estado "debería cuidarlos".
Qué dice el fallo de la Corte Suprema sobre el fallo Navarro
Después de que la causa avanzara en las distintas instancias judiciales, la defensa de Navarro, a cargo de Graciana Peñafort, planteó un pedido de recusación de Carlos Mahiques, uno de los jueces que dispusieron la reapertura de la causa que había sido desestimada en primera instancia por "inexistencia del delito". El director de El Destape consideró la maniobra como una "operación política", por lo que presentó el recurso de recusación y posterior queja ante el máximo tribunal.
Sin embargo, este martes 13 de agosto los integrantes del máximo tribunal, Horacio Rosatti, Carlos Fernando Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, terminaron por rechazar el recurso extraordinario solicitado por la defensa de Navarro.
"Considerando que el recurso extraordinario, cuya denegación motivó esta queja, no se dirige contra una sentencia definitiva o equiparable a tal (art. 14 de la ley 48). Por ello, se desestima la presentación directa", indicaron los cortesanos en el fallo.
A partir del fallo, la causa continuará en línea con el debate que suscitó sobre la libertad de expresión y sus límites, especialmente en contextos de alta polarización política. La decisión de la Corte Suprema de desestimar el pedido de Navarro, y la reapertura de la causa en su contra, reavivan la discusión sobre la responsabilidad de los medios y los periodistas en el discurso público.
Coparticipación y subsidios: Ciudad pide que la Corte Suprema castigue a Nación
El litigio entre Roberto Navarro y Eduardo Feinmann
El 12 de octubre de 2022, la jueza María Eugenia Capuchetti desestimó la denuncia por inexistencia de delito, argumentando que las expresiones de Navarro estaban amparadas por la libertad de prensa y expresión. Esta decisión fue ratificada por la Sala II de la Cámara Criminal y Correccional Federal. Sin embargo, la querella, liderada por Feinmann, apeló la decisión, llevando el caso a la Cámara Federal de Casación Penal.
La defensa de Navarro intentó recusar al juez Carlos Mahiques, integrante de la Sala I de Casación, alegando que sus comentarios sobre El Destape, medio donde Navarro es director, generaban un temor objetivo de parcialidad. Este planteo fue rechazado por la Sala I, lo que llevó a la defensa a presentar un recurso extraordinario federal, también denegado, y finalmente un recurso de queja ante la Corte Suprema, que también fue desestimado.
La polémica entre Navarro y Feinmann se intensificó recientemente, cuando el periodista de LN+ presentó una nueva denuncia contra Navarro, vinculando sus declaraciones con el juicio por el intento de atentado contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Feinmann alegó que Fernando Sabag Montiel, acusado de intentar asesinar a la expresidenta, había mencionado que seguía su programa, lo que, según Feinmann, reforzaba la peligrosidad de los comentarios de Navarro.
El pedido de recusación del juez Carlos Mahiques
La Cámara Federal de Casación Penal había ordenado previamente reabrir la causa contra Navarro, al considerar que los argumentos para desestimar la denuncia en las instancias anteriores eran insuficientes. Los jueces Daniel Petrone, Diego Barroetaveña y Carlos Mahiques señalaron que las expresiones de Navarro podrían constituir un delito de incitación a la violencia colectiva, y destacaron la necesidad de evaluar prudentemente la libertad de expresión en armonía con las conductas que pueden poner en riesgo el orden público.
Navarro, por su parte, calificó la reapertura de la causa como una operación política, insinuando que responde a intereses del gobierno de Javier Milei y de sectores de la justicia alineados con la oposición. El periodista también subrayó que sus declaraciones debían entenderse en el contexto de un clima de alta tensión política, y no como una incitación directa a la violencia.
Qué dijo Navarro en 2022
Las expresiones de Roberto Navarro que generaron la denuncia de Majul en su contra se produjeron el 15 de agosto de 2022, en un pase que hizo con Roberto Caballero, en El Destape Radio. “Los Viale, los Lanata, los Feinmann, los Majul son los que están generando la violencia. Después pasan al aire los escraches. Yo creo que algo hay que hacer con ellos, algo hay que hacer con Jony Viale, con Majul, Leuco. Algo tenemos que hacer para frenarlos”, reflexionó al aire.
“Algo tenemos que hacer con ellos, que están generando este nivel de violencia. Mañana o pasado un loco puede matar a alguien. Deberían tener miedo ellos. Viale debería tener miedo de que algo lo frenara. El Estado debe cuidarlo a Jony Viale para que esto no despierte la violencia contra él. Un día estos hechos van a terminar mal. Van a terminar a los tiros. Esa violencia puede ir contra ellos también”, agregó Navarro.
Posteriormente, en una entrevista sostuvo que es importante escuchar “todo el pase de ese día” para “ver el contexto en que se dijeron las cosas”. “Advertí que los discursos de odio iban a terminar en violencia y así fue: dos semanas después atentaron contra Cristina”, explicó, en referencia al jueves 1 de septiembre de 2022. “Era la época de los escraches de Revolución Federal. Algunos medios los repetían y los aprobaban. Dije que el Estado tenía que hacer algo. Que era peligroso incluso para los periodistas que tenían estas prácticas. Me denuncian por cosas que dije en el ejercicio de mi profesión”, continuó en ese momento.
CD CP
