En Caracas, capital de Venezuela, se producen este jueves manifestaciones a favor y en contra del gobierno encabezado por Nicolás Maduro. Mientras tanto, se encuentra en vilo futuro de los casi 30 millones de ciudadanos.
Maduro lidera un gobierno que anteriormente fue encabezado por el fallecido Hugo Chávez, el cual ha gobernado Venezuela durante un cuarto de siglo.
A pesar de una crisis económica sostenida que ha obligado a siete millones de ciudadanos a abandonar el país, el chavismo no muestra intención de ceder el poder.
Este jueves se esperaban manifestaciones y protestas, por lo cual el palacio presidencial ya estaba flanqueado por decenas de fuerzas de seguridad fuertemente armadas.
María Corina Machado, líder de la oposición, se presentó en Chacao y luego del acto, desde su espacio afirmaron que había sido interceptada por el gobierno chavista. Tiempo después, se conoció un supuesto video donde explicaba estar bien. Desde el Comando Nacional de Campaña que la acompaña manifestaron que la habían liberado y que la referente daría explicaciones sobre el hecho.
Los leales al partido gobernante también salieron a las calles en una dura advertencia a sus oponentes. Milicianos pro gubernamentales desfilaron en Caracas blandiendo rifles de asalto de fabricación rusa y el miércoles unos 3.000 motociclistas pro Maduro rugieron por la capital haciendo sonar las bocinas.
“¡De rodillas, señores! ¡Los caballos de hierro con Nicolás Maduro!”, gritó un motociclista con jeans y gafas de sol mientras golpeaba el aire con el puño.
Mientras tanto, los partidos de oposición y las ONG informaron sobre una nueva ola de arrestos, incluido el de Enrique Márquez, activista por la libertad de prensa y político que se presentó contra Maduro. La noche del miércoles el ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusó a Márquez de estar involucrado en un intento de "golpe de Estado" contra Maduro.
En Caracas y el resto del país se teme que las protestas provoquen otra represión sangrienta y aún más agitación política. "La incertidumbre persiste, seguimos en la misma situación, sin fe ni esperanza", dijo Gladis Blanco, apenas una de los muchos venezolanos que cruzaron el miércoles la frontera hacia Colombia para abastecerse de víveres o huir.
Gi