INTERNACIONAL
opinión

Venezuela, al borde de la libertad

11_01_2025_maria_corina_machado_venezuela_afp_g
| afp

Una vez más, Venezuela se encuentra en el centro de la tormenta política. La elección de Edmundo González Urrutia como presidente encendió una nueva llama de esperanza entre millones de venezolanos que sueñan con una democracia. Sin embargo, esa esperanza está siendo brutalmente amenazada por maniobras antidemocráticas que buscan desconocer la voluntad popular.

La situación es crítica. A pesar de que las actas electorales fueron verificadas, el régimen de Nicolás Maduro intensificó sus esfuerzos por deslegitimar el proceso y perpetuar su control. Esta estrategia no es nueva: durante años, el chavismo utilizó la censura, la violencia y la manipulación institucional para aferrarse al poder.

En este contexto, resulta vital que todos los gobiernos del mundo, las organizaciones internacionales y los líderes democráticos tomen una posición firme. Reconocer a Edmundo González Urrutia como el presidente electo no es solo una cuestión de valores democráticos, sino una acción urgente para evitar que el régimen de Maduro siga sometiendo a su pueblo.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El control de los medios de comunicación por parte del chavismo fue clave en su estrategia de desinformación. La narrativa oficial intenta reducir la figura de González Urrutia a la de un simple “candidato opositor”, desvirtuando su papel como representante legítimo del pueblo venezolano.

El escenario internacional fue testigo durante años del colapso de Venezuela. La crisis humanitaria, reflejada en el éxodo masivo de ciudadanos que huyen de la pobreza y la violencia, es una consecuencia directa de un régimen que prioriza su supervivencia sobre el bienestar de su pueblo. Ahora, más que nunca, es fundamental que las democracias del mundo actúen de manera decidida. La condena a cualquier intento de obstaculizar la asunción de González Urrutia debe ser clara y contundente.

Desde la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad en Buenos Aires, junto a Cescos, un think tank uruguayo, se elaboró el documental “Ecos de libertad: historias de El Helicoide”, un film que narra la experiencia de sobrevivientes al centro de torturas más grande de América Latina ubicado en Caracas. Este proyecto no sólo da voz a quienes sufrieron directamente la represión del régimen, sino que también busca movilizar a la opinión pública internacional frente a las sistemáticas violaciones a los derechos humanos en el país.

Venezuela no está sola. La presión interna, combinada con el apoyo de la comunidad internacional, puede acelerar el cambio que tanto anhelan los venezolanos. Al pueblo le corresponde una verdadera transición para que Venezuela pueda convertirse en una democracia liberal basada en la libertad, la justicia y la dignidad humana.

Hoy, la pregunta no es si Venezuela logrará salir de la crisis, sino cuánto tardará en hacerlo y cuál será el costo humano de la transición. Cada día que pasa sin que se respete la voluntad popular es un día más de sufrimiento para millones de personas. La comunidad internacional tiene la responsabilidad histórica de actuar con determinación y evitar una nueva prolongación de esta tragedia.

La historia juzgará a quienes, teniendo el poder de actuar, decidieron mirar hacia otro lado. Hoy, el mundo tiene la oportunidad de estar del lado correcto de ésta.

* Director de Proyecto de la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad en Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.