Una rehén israelí liberada en el primer intercambio durante el alto el fuego en Gaza el mes pasado prometió ayer luchar para asegurar la liberación de los cautivos que aún permanecen en poder de Hamas, insistiendo en que “no están solos”.
Doron Steinbrecher, de 31 años, fue liberada el 19 de enero, cuando entró en vigor el alto el fuego en Gaza, junto con otras dos mujeres cautivas, Emily Damari y Romi Gonen.
En un mensaje en video proyectado en una manifestación en Tel Aviv ayer y dirigido a las familias de los rehenes que aún están en Gaza, Steinbrecher afirmó que lucharía para asegurar la liberación de sus seres queridos.
“No están solos. Seguimos luchando por ustedes y haremos todo lo posible”, dijo.
“Haré todo lo necesario hasta que todos regresen a casa y hasta que puedan cerrar este círculo, y estemos juntos, hasta el final”.
Steinbrecher dijo que enviar el mensaje en video era importante para ella. “La última vez que estuve frente a una cámara fue en cautiverio”, señaló. “Y aunque esto es difícil, era importante para mí grabar este video para transmitir mi mensaje y mi petición, y para mostrar que estoy bien”.
“Tomará tiempo y es un proceso, no terminará en una o dos semanas, pero estoy aquí gracias a ustedes y estoy bien”, agregó. “Ya no soy cautiva de Hamas y estoy en casa”.
Hasta ahora, Hamas ha liberado a 18 rehenes como parte de la primera fase del acuerdo de alto el fuego en Gaza, a cambio de casi 600 prisioneros palestinos, en su mayoría con pesadas condenas por terrorismo.
Los tres rehenes liberados este sábado, Keith Siegel, Yarden Bibas y Ofer Calderon, revelaron haber sido retenidos en duras condiciones durante los 484 días que pasaron en cautiverio. Keith Siegel estuvo retenido por integrantes de Hamas en la ciudad de Gaza y permaneció junto a otros secuestrados.
Estuvo en túneles, pero fue trasladado a departamentos.
Ofer y Yarben estuvieron juntos en los primeros días de cautiverio. En las primeras semanas los integrantes de Hamas los golpearon, los encerraron en celdas con rejas y los maltrataron física y psicológicamente. Yarben fue trasladado a varios sitios en Khan Younis y permaneció en un edificio escondido y en túneles. Sufrió abuso psicológico: los captores le hablaron todo el tiempo de su esposa, Shiri, y sus hijos, Kfir y Ariel.