La Casa Blanca intentó ocultar al público el rápido deterioro del estado mental de Joe Biden durante todo su mandato como presidente de Estados Unidos, según un informe explosivo basado en entrevistas con casi 50 personas y publicado por el periódico Wall Street Journal.
La investigación expulso un encubrimiento extenso, deliberado y de varios años de duración, que también vio a la administración engañar a quienes se atrevieron a afirmar que las habilidades de Biden se habían deteriorado.
El WSJ señala incluso que Biden estaba frágil cuando ganó la presidencia en 2020 y que los asesores pidieron a la prensa restar importancia a Jill, su esposa, porque "su enérgica agenda solo resaltaba el ritmo más lento de su esposo".
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El mensaje del equipo de Biden fue claro: "Cuanto más hablen de ella, más lo harán quedar mal a él", dijo una fuente.
Otros de los que hablaron con el diario criticaron "el insularismo de Biden", una estrategia diseñada para que la prensa no conociera la verdad sobre el estado del mandatario.
"El sistema colocó a Biden a una distancia inusual de los secretarios del gabinete, los presidentes de los comités del Congreso y otros funcionarios de alto rango. También lo aisló del escrutinio del público estadounidense".
"Los presidentes siempre tienen guardianes, pero en el caso de Biden, los muros que lo rodeaban eran más altos y los controles mayores, según legisladores demócratas, donantes y asistentes que trabajaron para Biden y otras administraciones", dice el diario.
"Había límites sobre con quién hablaba Biden, límites sobre lo que le decían y límites en torno a las fuentes de información que consumía", agrega el informe, firmado por los periodistas Annie Linskey, Rebeca Ballhaus, Emily Glazer y Siobhan Hughes.
Según el informe, el equipo de Biden contrató a un entrenador vocal, puso a otros funcionarios en roles que usualmente ocupa el presidente, canceló reuniones en sus "días malos" y lo mantuvo alejado de los miembros de su propio gabinete.
Biden, quien a sus 82 años es el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos, dejará la Casa Blanca en manos de su gran rival republicano, Donald Trump, el próximo 20 de enero.
Biden anunció que abandonaba la carrera para la reelección debido a las grandes preocupaciones sobre su edad y salud, que incluso fueron puestas en cuestionamiento por personalidades de alto nivel del Partido Demócrata.
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En julio y su heredera política, la vicepresidenta Kamala Harris, perdió las elecciones ante el republicano Donald Trump en noviembre, lo que provocó críticas al presidente por no abandonar antes.
Reuniones canceladas y "días malos"
El declive del presidente se hizo cada vez más evidente, especialmente después de que el fiscal especial Robert Hur publicara el año pasado un informe que retrataba a un hombre olvidadizo y frágil, dijo el WSJ.
Pero el fiscal decidió no acusar a Biden por guardar documentos clasificados en su garaje de Delaware porque "probablemente se presentaría ante un jurado" como un "hombre mayor, comprensivo y bien intencionado con mala memoria".
Según el informe, Joe Biden ni siquiera pudo repetirle a su personal las líneas que le dieron mientras se preparaban para su entrevista con el fiscal.
Durante su mandato, "algunos demócratas sintieron que era inusualmente difícil comunicarse con Biden", dice el WSJ.
En la Casa Blanca, Biden también cancelaba importantes reuniones de seguridad nacional, dejando a sus asistentes explicando a los asistentes que el presidente tenía "días malos y días buenos", dice el WSJ.
El informe dice que los principales asesores de Biden se dieron a la tarea de "adaptar la Casa Blanca a las necesidades de un líder disminuido" y evitar que quedara en evidencia.
"Los asesores de prensa que recopilaron fragmentos de noticias para Biden recibieron instrucciones de los altos funcionarios de excluir las historias negativas sobre el presidente", asegura.
Y continúa: "A lo largo de su presidencia, un pequeño grupo de asesores se mantuvo cerca de Biden para ayudarlo, especialmente cuando viajaba o hablaba en público".
"La Casa Blanca actuó de esta manera incluso cuando el presidente y sus asesores seguían adelante con su campaña de reelección, que se vino abajo espectacularmente después de que su actuación vacilante en un debate de junio con Donald Trump hiciera de su agudeza mental un problema insalvable".
DS/ff