Un turista argentino fue detenido este viernes en la localidad costera de de Arraial do Cabo, en el estado de Río de Janeiro, en Brasil, acusado de violencia racista contra una mujer, tras llamarla "macaco" (en español, "mono"). Si bien el hombre negó las imputaciones en su contra, la Policía ordenó su arresto luego de tomarle declaraciones a él y a la víctima.
El hecho ocurrió en un ómnibus que se dirigía a Búzios, en la Avenida Dom Pedro I, la noche del pasado jueves. Según consignó el medio local G1, los testigos indicaron que el joven chocó contra la mochila de una mujer y ella se quejó. En respuesta, él la habría insultado al menos dos veces. “¿Seguirá en el colectivo?”, preguntó un pasajero, y planteó: “Cometió un crimen. Acoso sexual, racismo. Todo es un delito”.
En tanto, CNN Brasil informó que el momento causó furia entre los pasajeros, siendo que uno de ellos le gritó al argentino que se bajara del colectivo. Si bien el conductor intentó calmar la situación para continuar el viaje, algunas personas insistían en que debía retirarse por lo que había hecho.
“Este chico llamó a una mujer ‘mona’. ¡Bajá ya, argentino, te merecés un golpe en la cara, bajá ya del ómnibus!”, le gritó un viajero que filmó al joven, quien lo miraba sin decir nada. Ante esa situación, el chofer les pidió a los presentes que se tranquilizaran, pero el hombre que grababa con el celular se mantuvo firme y le mostró al conductor que en el transporte había un cartel con un número para denunciar agresiones raciales o sexuales.
“¿Pero se quedará en el autobús? Y por respeto a nosotros que somos negros, somos negros”, insistió. El resto de los pasajeros tampoco aceptó que el turista argentino permaneciera en el autobús. “Dale el billete y decile que se vaya”, agregó otro viajero, según se escucha en el video. “Está equivocado. Él no va en el autobús con nosotros. Cometió un crimen. Acoso sexual, racismo. Todo es un crimen. Él habló aquí en el autobús. Tenés que bajarlo”, reiteró.
Una agente del Programa Estatal de Integración en Seguridad de Arraial do Cabo, alertada por lugareños, acudió al lugar y procedió a la detención del turista. Después de escuchar a la víctima y al sospechoso, la Policía Militar derivó a los implicados a la comisaría de Arraial do Cabo, 132º DP. El caso se registró inicialmente allí y luego se remitió a la 125ª DP, en São Pedro da Aldeia, que determinó que el turista debía ser arrestado en flagrancia por lesiones raciales.
En Brasil, la injuria racial es castigada con penas de dos a cinco años de prisión, a la vez que no admite fianza y tampoco tiene prescripción, según el Código Penal. La legislación, endurecida a finales de 2023, también contempla penas más severas si el delito ocurre en eventos deportivos, culturales o de tipo humorístico, o es cometido por más de una persona.
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