La aviación ucraniana confirmó y mostró la destrucción de un puente en la región de Kursk, en territorio ruso, en el marco de una incursión que las fuerzas de Ucrania llevan adelante desde hace casi dos semanas. Según informó el comandante Mikola Oleshchuk en un mensaje publicado en Telegram, el ataque fue registrado en un video que muestra una potente explosión que derrumba gran parte de la estructura sobre el río.
En la madrugada del sábado, Oleshchuk indicó que la aviación ucraniana "participa activamente en las operaciones de combate" en Kursk, donde ya controlan más de ochenta localidades. "Los pilotos ucranianos utilizan ataques de alta precisión contra bastiones enemigos, reservas de equipos, así como centros logísticos y rutas de suministro", subrayó.
El mensaje está acompañado por un vídeo, aparentemente grabado por un dron, en el que se muestra una única y potente explosión que hace que gran parte de la estructura se derrumbe sobre el río.
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Las imágenes muestran cuatro puntos de impacto previos, que algunos expertos ucranianos atribuyen al uso de misiles HIMARS de "fabricación estadounidense". También sugieren que la destrucción del puente podría haberse logrado mediante una bomba aérea guiada. Esta información es consistente con las acusaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, que señaló que Ucrania utilizó cohetes occidentales, "probablemente HIMARS", para destruir el puente sobre el río Seym, lo que habría causado la muerte de varios voluntarios que intentaban evacuar a civiles.
Moscú responderá "con firmeza" ante ataques a centrales nucleares
Rusia intensificó sus acusaciones hacia Occidente, señalando su apoyo a la ofensiva ucraniana en la región. A pesar de la incursión ucraniana en Kursk, las fuerzas rusas continúan avanzando en la región de Donetsk.
Según el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, el objetivo es "destruir la logística del ejército ruso y agotar sus reservas", aunque el avance ruso no se ha detenido. "Debemos infligir el máximo daño a todas las posiciones rusas, y eso es lo que estamos haciendo", ha indicado en su habitual discurso nocturno.
Además de capturar prisioneros para un futuro intercambio de combatientes, la incursión ucraniana pretende ralentizar el avance ruso en la región de Dombás, algo que parece que no se está consiguiendo.
Las tropas rusas han capturado recientemente la aldea de Serguiivka y se encuentran a solo diez kilómetros del enclave estratégico de Pocrovsk.
En paralelo, Moscú denunció un ataque de dron ucraniano cerca de los reactores de la central nuclear de Zaporiyia, bajo control ruso desde marzo de 2022, lo que aumenta la tensión en torno a la seguridad nuclear.
El Ministerio de Defensa ruso advirtió que responderá "inmediatamente y con firmeza" ante cualquier ataque ucraniano contra instalaciones nucleares, incluidos posibles ataques contra la central nuclear de Kursk.
Fuentes militares rusas en la región de Zaporiyia denunciaron, basándose en interrogatorios a prisioneros de guerra ucranianos, que Kiev está planificando un ataque con "bombas sucias" contra ambas centrales nucleares y que estos proyectiles ya estarían listos para su uso. Según las autoridades militares rusas, "el propósito de esta provocación sería culpar a Rusia de un 'autoataque' a la estación para justificar ataques contra las instalaciones nucleares de Ucrania."
El conflicto continúa escalando, y con él, las amenazas y las acciones que ponen en riesgo no solo a las fuerzas combatientes, sino también a la población civil y a la seguridad nuclear en la región.
LT
