Las autoridades de la República Democrática del Congo detuvieron a tres ciudadanos chinos que intentaban traficar 12 lingotes de oro y 800.000 dólares en efectivo en el este del país africano, zona conflictiva por la explotación de los “minerales en conflicto”.
Jean Jacques Purusi, el gobernador de la provincia congoleña de Kivu del Sur, el oro y el dinero en efectivo fueron hallados debajo de los asientos del vehículo en el que se transportaban los ciudadanos chinos.
De acuerdo a Purusi, los hombres fueron arrestados en el marco de un operativo secreto luego de que las autoridades liberaran a otros 17 ciudadanos del país asiático acusados de explotar una mina de oro ilegal en la zona.
La detención se desarrolló con cautela porque las autoridades afirman que algunos de los comerciantes que se dedican al comercio ilegal de metales preciosos mantienen vínculos cercanos con personajes influyentes en Kinshasa, la capital del Congo.
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El país africano es el segundo más extenso del continente y es muy rico en recursos naturales, especialmente en minerales como el oro, los diamantes y el litio, utilizado para la fabricación de baterías para celulares y autos eléctricos.
Pirusi también confirmó que las autoridades actuaron tras obtener una pista, y que el oro y el dinero fueron secuestrados luego de hacer una búsqueda meticulosa en el auto de los detenidos en Walungu, a pocos kilómetros de la frontera de Ruanda.
El este del Congo es una zona problemática por ser foco del conflicto por el contrabando de minerales y el abuso de derechos humanos que llevan a cabo los grupos armados que controlan la extracción de los recursos naturales.
La guerra por los “minerales en conflicto” del Congo
En diciembre de 2024, el gobierno de la República Democrática del Congo presentó demandas penales contra la multinacional estadounidense Apple y sus subsidiarias en Francia y en Bélgica por utilizar “minerales en conflicto” extraídos y exportados desde el país hacia Ruanda, donde son vendidos a empresas tecnológicas.
Los principales minerales en disputa son el cobre, el cobalto y el coltán que, de la misma manera que el litio, son utilizados en la fabricación de elementos en la industria tecnológica, automotriz, aeronáutica, química y medicinal.
El noroeste del país se encuentra sumido en un conflicto armado desde hace casi tres décadas por el control de la explotación y la venta de estos preciados recursos naturales. Muchas minas son controladas por guerrillas con duras condiciones de trabajo: según UNICEF, aproximadamente 40.000 niños y niñas trabajan ilegalmente en estas explotaciones.
La denuncia presentada por el gobierno congolés hace referencia a el coltán -que se extrae del tantalio-, el estaño y el tungsteno, utilizados para la fabricación de celulares y computadoras. De acuerdo a las autoridades del Congo, estos minerales son extraídos de minas “en las que se violan numerosos derechos humanos” y “son importados por contrabando a Ruanda, donde se integran en las cadenas de aprovisionamiento mundiales”.
Tras la presentación de la denuncia, Apple negó las acusaciones en un comunicado y afirmó que luego de que escalara el conflicto en la región a principios de 2024, la empresa notificó a sus proveedores para que suspendan la compra de minerales desde el Congo y Ruanda.
“Reconocemos que la situación en la región es muy desafiante y hemos aumentado nuestro apoyo a las organizaciones que hacen un gran trabajo ayudando a las comunidades”, comunicó Apple.
TV/ff