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Derechos humanos

Tráfico de clítoris: dotes "mágicos" y curativos, los motivos detrás del negocio clandestino que azota a Costa de Marfil

La mutilación genital femenina es una práctica que se sostiene en varios países africanos. Una investigación periodística reveló detalles sombríos detrás del comercio de polvo hecho a base de clítoris extirpados usado para "pócimas de amor" y para "atraer dinero".

Mutilación genital femenina en África
Mutilación genital femenina en África | Gtlza. prensa UNICEF

Bajo la mirada occidental puede resultar difícil entender el complejo entramado detrás de la mutilación genital femenina, una práctica que responde a motivos esotéricos y a tradiciones ancestrales que persiste en buena parte de África. Más aún cuando está ligada al tráfico de clítoris extirpados, un negocio ilegal que persiste en Costa de Marfil y que está asociado a las supuestas dotes "mágicas" de los productos asociados a su comercialización.

Este fenómeno, revelado en una investigación de la agencia AFP, muestra cómo la mutilación genital femenina sigue perpetuándose de maneras inesperadas y hasta aterradoras, a pesar de las leyes que la prohíben y las campañas de sensibilización. Afectando particularmente a mujeres y disidencias que son forzadas a hacerlo, en medio de un debate que contrapone la defensa de los derechos humanos con las prácticas culturales de cada país.

Mutilación genital femenina en África
A pesar de las prohibiciones, en Costa de Marfil se estima que una de cada cinco mujeres fue sometida a la mutilación genital.

Qué es la mutilación genital femenina

La mutilación genital femenina, también conocida como ablación, es una práctica cultural arraigada en diversas comunidades de África que persiste a pesar de estar mayormente prohibida. Este procedimiento implica la eliminación parcial o total de los genitales externos femeninos y se realiza bajo diversas justificaciones culturales, religiosas o sociales.

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En algunas regiones, la ablación se considera un rito de iniciación a la adultez, mientras que en otras se emplea como un medio para controlar la sexualidad femenina. A pesar de la condena internacional y la existencia de leyes en muchos países africanos que prohíben la mutilación, la prevalencia de esta práctica sigue siendo alta, particularmente en comunidades donde las creencias tradicionales mantienen una fuerte influencia.

En África Occidental, la mutilación genital femenina es un problema persistente. Según datos de la OCDE, la prevalencia de la ablación en algunos países de la región sigue siendo alarmantemente alta. Por ejemplo, en Costa de Marfil, una de cada cinco mujeres fue sometida a esta práctica.  En tanto, la resistencia a erradicar la mutilación se debe en parte a las creencias y en los supuestos "poderes" místicos de los órganos genitales de las mujeres. 

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Una investigación sobre el tráfico de clítoris en Costa de Marfil

Durante tres años, el marfileño Moussa Diallo, ahora en sus cincuentas y cuyo nombre fue modificado para preservar su anonimato, se untaba diariamente el cuerpo y el rostro con un ungüento que contenía el glande de clítoris extirpados de mujeres.

"Tenía muchas ganas de ser un gran jefe", confesó Diallo, recordando su periodo como hechicero y curandero en Touba, en el noroeste de Costa de Marfil. El hombre, que ahora se dedica a combatir la ablación, contó que se embarcó en estas prácticas en busca de poderes místicos que, creía, le permitirían alcanzar una posición de gran influencia.

Mutilación genital femenina en África
Un líder religioso musulmán que lucha contra la escisión de niñas mira los instrumentos de mutilación abandonados por ex circuncidadores en su aldea cerca de Touba el 10 de julio de 2024.
Crédito: AFP

Este testimonio, que forma parte de una investigación de AFP, revela un aspecto perturbador del comercio clandestino relacionado con la mutilación genital femenina. En diversas regiones de Costa de Marfil, el clítoris mutilado se utiliza en la preparación de pócimas de amor, para atraer dinero o para obtener altos cargos políticos, según explica Labe Gneble, director de la Organización Nacional para la Infancia, la Mujer y la Familia (ONEF).

A pesar de la prohibición de la mutilación genital femenina en el país desde 1998, la investigación descubrió, mediante entrevistas con hechiceros, extirpadores y trabajadores sociales, que existe un tráfico clandestino significativo de estos órganos.

Cómo es el negocio clandestino de clítoris

El tráfico ilegal del clítoris, una vez pulverizado y vendido por sus supuestas propiedades místicas, puede alcanzar hasta 125 dólares (unos 75.000 francos CFA), un monto equivalente al salario mínimo mensual en Costa de Marfil. Dependiendo de las condiciones de la mujer de la que se extrajo el clítoris, el polvo se vende por unos 170 dólares si la mujer es virgen, o 110 dólares si ya tuvo hijos.

Mutilación genital femenina en África

En tanto, en un país donde más de la mitad de la población es pobre,  la rentabilidad de este negocio representa uno de los principales obstáculos en la lucha contra la mutilación genital femenina. Además, la magnitud del tráfico clandestino es difícil de estimar, pero fuentes locales consideran que es lo suficientemente grande como para ser "una barrera significativa" para erradicar la ablación.

El exhechicero Diallo explicó que el proceso de preparación del clítoris para su venta comienza con su secado. Luego, el órgano se tritura con piedras hasta obtener un "polvo negro", que se mezcla con hojas, raíces, cortezas o manteca de karité, un ingrediente común en la cocina africana. "Cuando cortan el clítoris, lo dejan secar durante un mes o dos" y luego "lo aplastan con piedras", explicó Diallo.

El polvo resultante se utiliza en diversas mezclas para propósitos místicos y medicinales. Diallo, que ahora milita contra la ablación, asegura que el tráfico persiste y demostró recientemente haber adquirido una mezcla de polvo de clítoris y plantas en su actual lugar de residencia.

Mutilación genital femenina en África
Con el órgano mutilado se prepara un "polvo negro".

A pesar de que la ley marfileña condena el comercio del clítoris como "tráfico de órganos", con penas que incluyen multas y varios años de prisión, la prefectura policial de Odienné, encargada de cinco regiones del noroeste, nunca ha iniciado procedimientos por este delito. El teniente N'Guessan Yosso justifica la falta de acción, señalando que "la gente no da información sobre cosas sagradas", reflejando un grave obstáculo en la lucha contra estas prácticas.

Una práctica arraigada y sostenida por el estado

La ginecóloga Jacqueline Chanine, con sede en Abiyán, la ciudad más grande de Costa de Marfil, consideró que la creencia en los poderes del clítoris es "absurda". "El clítoris no puede dar poderes", afirmó con contundencia. Sin embargo, la práctica persiste en varias regiones, como lo corroboraron los investigadores.

Dieudonné Kouadio, socioantropólogo de la salud de la Universidad de Bouaké, encontró una botella con clítoris secado en polvo durante un estudio sobre la escisión en Odienné. Kouadio compartió este hallazgo en un estudio realizado con la Fundación Djigui, un actor local de trascendencia en la lucha contra la mutilación genital femenina en Costa de Marfil.

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Por su parte, Nouho Konaté, miembro de la Fundación Djigui, recogió información sobre la ablación durante 16 años. Según él, en un distrito de Odienné, los agricultores compran clítoris y mezclan el polvo con semillas para mejorar la producción de sus campos. Más al sur, en el centro-oeste del país, algunas mujeres utilizan estos productos como afrodisíacos con la esperanza de mantener a sus esposos fieles.

Con respecto al gobierno marfileño, que cuenta con un Ministerio de la Mujer, no solo no validó las conclusiones del reporte publicado en 2021 por la agencia francesa sino que no respondió a las preguntas remitidas en esta oportunidad.

La dimensión "mística" de Costa de Marfil

El antropólogo canadiense Boris Koenig, especialista en prácticas mágicas en Costa de Marfil, explica que "la mística tiene allí una dimensión central en la vida cotidiana, tocando todas las esferas de la vida social, profesional, amorosa y familiar".

Mutilación genital femenina en África

La Fundación Djigui sostiene que el comercio de clítoris es "una de las razones de la pervivencia de las mutilaciones genitales femeninas" en el país. Aunque la tasa de prevalencia de la mutilación genital femenina disminuyó desde su prohibición y es significativamente inferior a la media en el oeste de África, en algunas regiones del norte puede afectar hasta al 50% de las mujeres.

En la zona donde trabajaba Diallo, se podían llegar a mutilar hasta "30 mujeres" en un solo día, especialmente entre enero y marzo, cuando el viento seco del harmatán desde el Sáhara favorece una mejor cicatrización de las heridas.

En conclusión, el tráfico clandestino de clítoris en Costa de Marfil representa una grave amenaza para la erradicación de la mutilación genital femenina en el país. A pesar de las leyes y los esfuerzos de organizaciones y activistas, la persistencia de estas prácticas y el comercio ilegal de órganos mutilados siguen siendo un desafío significativo particularmente por las creencias y prácticas místicas que permiten sostener esta violación a los derechos humanos. 

 

CD / Gi