Lula da Silva se reunió en Brasilia con el ex primer ministro británico Tony Blair
El presidente brasileño recibió al ex premier británico, quien retorna a la esfera internacional luego de haber permanecido alejado por un tiempo de la dirección del Labour Party.
El diálogo entre el líder del PT y el ex primer ministro se prolongó tres cuartos de hora. |
CEDOC
27 años de cobertura en Brasil como corresponsal. Entrevistó a todos los presidentes brasileños desde 1995, salvo el último. Autora del site Brasil 7 días.
El presidente Lula da Silva recibió, hoy, en sus oficinas del Palacio del Planalto al ex premier británico Tony Blair. El diálogo entre el líder del PT y el ex primer ministro se prolongó tres cuartos de hora. Y si bien ya hubo un encuentro entre ambos el año pasado en Belem, la capital amazónica del Estado de Pará, esta vez el contexto fue bien diferente: Blair retorna a la esfera internacional luego de haber permanecido alejado por un tiempo de la dirección del Labour Party. La resonante victoria de su partido en las elecciones convocadas en julio por los propios conservadores, opera como una suerte de reactivación de la presencia británica en el mundo, con una visión distinta a la de los tories.
Lula evitó dar pistas, personalmente, de lo que fue abordado en la cita. Pero un comunicado posterior de la Presidencia reveló que “intercambiaron impresiones sobre la vuelta del Partido Laborista al poder en el Reino Unido, luego de 14 años de gobiernos conservadores”. También abordaron “de la importancia de esa transición en el momento actual”.
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El jefe de Estado brasileño mencionó, en ese contexto, “la reunión de los gobiernos democráticos contra el extremismo, que se organizará al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre próximo”. Y finalmente “comentaron las transformaciones en curso de la geopolítica mundial”.
Hoy los dos temas más convocantes de las relaciones internacionales son, sin duda alguna, la Guerra de Ucrania y la ofensiva de Israel en Gaza. En cuanto a la situación límite en Oriente Próximo, el nuevo premier británico Keir Starmer, ungido en los primeros días de julio, se había mostrado en un inicio dispuesto a continuar las orientaciones conservadoras en lo que respecta a este conflicto, lo que podría en principio marcar diferencias con el actual gobernante brasileño para quien Israel comete un “genocidio” de palestinos.
El presidente brasileño y el ex premier británico ya se habían reunido el año pasado.
Pero Starmer acaba de modificar su posición. Pidió el “cese del fuego” inmediato en Gaza y defendió la solución de la existencia de “los dos Estados”: el de Israel y el de Palestina. Más aún, anticipó que Inglaterra volverá a financiar a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, suspendida a inicios del año. Según el nuevo premier inglés, este paso diplomático fue una de las primeras acciones del recién electo gobierno laborista.
Starmer subrayó que la política del Reino Unido de buscar un alto el fuego es la única solución viable a la crisis. “Esto no puede continuar. Necesitamos un alto el fuego inmediato: salida de rehenes, entrada de ayuda y un enorme aumento de la asistencia humanitaria. Esa es la política de este gobierno", afirmó.
Al abordar la reciente opinión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Starmer suscribió la postura de su nuevo gobierno contra la expansión de los asentamientos ilegales. Esto cambia las “coincidencias plenas” que hasta ahora habían caracterizado al establishment británico en relación al poder en Washington. Hay que recordar que hasta la semana pasada sólo el Reino Unido y Estados Unidos no habían restablecido la financiación de la agencia de la ONU.
De acuerdo con el comunicado de la presidencia brasileña, Blair y Lula da Silva también “hablaron sobre el G20 y las agendas” en Brasil, donde se realizará en noviembre la próxima cumbre presidencial. “Intercambiaron sobre la agenda de la Alianza Global contra el Hambre y los impuestos sobre los super ricos”.
Difícilmente, Brasil e Inglaterra, gobernadas ambas por corrientes socialdemócratas lleguen a un acuerdo sobre la guerra em Europa oriental. Por el momento, los británicos se limitan a impedir que sus misiles, en manos del ucraniano Volodomir Zelensky sean objeto de destrucción de pueblos o ciudades del interior de Rusia.
