En un acto inesperado de humanidad en medio del conflicto, Rusia y Ucrania anunciaron el sábado el intercambio de 115 prisioneros de guerra por bando, un gesto de sensatez facilitado por Emiratos Árabes Unidos, dos semanas después de una incursión sorpresa ucraniana en la región de Kursk.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, celebró el regreso de "otros 115 de nuestros defensores" a casa, mientras que el Ministerio ruso de Defensa confirmó el retorno de "115 militares rusos hechos prisioneros en la región de Kursk".
Este intercambio se produjo después de que Kiev realizara una incursión en la región rusa de Kursk el 6 de agosto, en la que capturó a numerosos soldados rusos. El ejército ucraniano intensificó sus ataques en la región con bombas planeadoras estadounidenses de alta precisión y avanzó en la recuperación de territorio en la región de Járkiv.
Emiratos Árabes Unidos jugó un papel crucial en la mediación de este canje, que ya había mediado en anteriores ocasiones, y su cancillería destacó que lograron negociar el acuerdo en un momento crucial para ambas partes.
Zelenski especificó que los prisioneros liberados incluyen soldados de la Guardia Nacional, las Fuerzas Armadas, la Marina y el Servicio Estatal de Guardia de Fronteras. Las imágenes publicadas por el mandatario ucraniano muestran a los prisioneros envueltos en banderas ucranianas, un símbolo de su regreso a casa.
Por otro lado, el Ministerio de Defensa ruso reveló que los soldados liberados se encuentran actualmente en Bielorrusia, donde reciben "ayuda psicomédica" antes de su regreso a Rusia. También difundió imágenes de los exprisioneros en autobuses en un campo.
Kiev y Moscú ya habían canjeado prisioneros desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, en febrero de 2022. Este nuevo intercambio coincide con la conmemoración del 33 aniversario de la independencia de Ucrania tras la disolución de la Unión Soviética.
Kiev, desafiante
El viernes, el primer ministro indio, Narendra Modi, le dijo a Zelenski que está listo para ayudar en un acuerdo de paz. Pero el líder ucraniano insiste en que su país necesita el suministro de armas de los paquetes anunciados, sobre todo sistemas de defensa aérea extra para la protección de ciudades e infraestructura crítica.
El líder ucraniano ha vuelto a mostrarse desafiante. Zelenski calificó al presidente ruso, Vladimir Putin, de "viejo enfermo de la Plaza Roja que amenaza constantemente a todo el mundo con el botón rojo".
Ucrania está como nación cada vez más distanciada de todo lo ruso. Zelenski ha firmado la ley que prohíbe instituciones religiosas vinculadas a Moscú, vetando así las actividades de una rama de la Iglesia Ortodoxa vinculada a Rusia por su complicidad en la invasión de Ucrania por parte del Kremlin.
A su vez, Rusia ha afirmado en reiteradas ocasiones que su país no pretende ocupar los territorios ucranianos, pero sí se esforzará por desmilitarizar y desnazificar al régimen de Kiev, además de anular los desafíos que supone para su seguridad el avance al este de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
LT
