Las autoridades guatemaltecas recuperaron este lunes a los niños que fueron sustraídos por la secta judía ultraortodoxa Lev Tahor el domingo. Los menores, que pertenecían a esa comunidad, se encontraban desde el viernes 20 bajo custodia del Ministerio Público, luego de que se iniciara una investigación por presunto abuso sexual infantil .
El grupo de 160 niños y adolescentes había sido rescatado por las autoridades este fin de semana, luego de realizar un allanamiento a la finca de Lev Tahor en el municipio de Oratorio, unos 60 km al sureste de la ciudad de Guatemala. La investigación comenzó a raíz de denuncias sobre embarazos forzosos, violaciones y maltratos, según el Ministerio Público Fiscal.
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Al momento de su segundo rescate, los niños estaban con integrantes adultos de Lev Tahor en una calle cercana al albergue Centro de Educación Especial Alida España de Arana, del que habían sido sustraídos el domingo. Entre forcejeos con esos adultos, la policía y los funcionarios recuperaron a los menores, observó un fotógrafo de la AFP.
La Procuraduría General de la Nación de Guatemala, a cargo del resguardo de los menores, indicó que un juez "ordenó el traslado de las niñas, niños y adolescentes" a un juzgado para "que se procediera con la promoción de las medidas de protección a su favor".
"Todo se realizó bajo un enfoque de derechos humanos", afirmó la Procuraduría en un comunicado, sin precisar el número de niños. Posteriormente los menores fueron retornados al Centro de Educación Especial Alida España de Arana donde estaban desde el viernes.
La secta Lev Tahor estaba en la mira de las autoridades guatemaltecas por denuncias de abusos de niños, matrimonios forzados y embarazos de adolescentes. En octubre, las autoridades allanaron la finca para constatar el estado de los menores tras un intento fallido en agosto, pero los dirigentes de la secta otra vez les habían impedido conversar con ellos.
Lev Tahor se formó en la década de 1980 pero recién se estableció en Guatemala en 2013. La agrupación se caracteriza por la práctica de una visión ultraortodoxa del judaísmo y por la vestimenta con túnicas negras de sus miembros. Las autoridades estiman que el grupo está conformado por 50 familias, principalmente de Guatemala, Estados Unidos y Canadá. Tras ser expulsada de un pueblo indígena maya en 2014 por conflictos con lugareños y pasar un tiempo en un edificio de la capital guatemalteca, la secta se instaló en el municipio de Oratorio en 2016.
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Tras los allanamientos y las investigaciones, los fieles de Lev Tahor denuncian persecución. "Es persecución política y religiosa en contra de los judíos ortodoxos", afirmó el miembro de la secta, Uriel Goldman ante el diario guatemalteco Prensa Libre. Uriel además calificó de "falsas" las denuncias que motivaron el operativo por parte de las autoridades este fin de semana en una finca situada en el departamento sureño de Santa Rosa.
LM/ML