INTERNACIONAL
enviado especial a caracas

Primer round con Maduro: ¿deportados y ‘agenda cero’?

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Documentos. Richard Grenell con el presidente venezolano en el Palacio de Miraflores. | afp

En el que puede ser el primer round de una previsible pelea entre la Casa Blanca y el Palacio de Miraflores, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, despachó un representante especial a Caracas para advertirle a su colega venezolano, Nicolás Maduro, que acepte de manera incondicional a sus compatriotas deportados o soporte las consecuencias de negarse, como intentó hacer, con poca suerte, su vecino colombiano, Gustavo Petro.

Richard Grenell, un leal aliado de Trump que la Casa Blanca usa como enviado global para “misiones especiales”, viajó a Caracas para hablar con Maduro mientras el nuevo gobierno de Washington promete impulsar una línea dura en el terreno migratorio y, posiblemente, en sus relaciones con Venezuela. Al parecer, Maduro arrancó la danza de presiones de manera cortés: la televisión estatal venezolana transmitió el viernes imágenes del mandatario sudamericano recibiendo a Grenell para una reunión a puerta cerrada en el palacio presidencial.

La vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo que Grenell exigirá que Caracas permita los vuelos de repatriación para los miembros del Tren de Aragua, la organización criminal venezolana que Trump designó como grupo terrorista.

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Trump espera que Maduro acepte “a todos los criminales y pandilleros venezolanos” deportados de Estados Unidos, “y que lo haga de manera inequívoca y sin condiciones”, dijo por su parte Mauricio Claver-Carone, representante especial de Estados Unidos para América Latina. El funcionario dijo que Grenell viajó también para exigir que “los rehenes estadounidenses sean liberados, de manera inmediata e inequívoca”.

Claver-Carone le propuso “al régimen de Maduro”, quien sigue en el poder después de unas elecciones presidenciales que para la mayoría de los observadores internacionales ganó la oposición, que “preste atención al enviado especial Ric Grenell y a sus demandas y lo que ponga sobre la mesa porque, de lo contrario, habrá consecuencias”.

Esta primera avanzada pública de la Casa Blanca sobre el sucesor de Hugo Chávez fue celebrada por la prensa conservadora norteamericana, en la primera fila de los sectores que apoyan a Trump. Grenell, señaló por ejemplo la cadena Fox News, “viajó a Venezuela para entregar un mensaje en persona al dictador socialista Nicolás Maduro sobre la aceptación de criminales violentos deportados de Estados Unidos”.

En otra señal de la prudencia que está ejerciendo Maduro frente al nuevo inquilino de la Casa Blanca, la visita de Grenell fue cubierta con un escueto despacho por la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), el servicio oficial de noticias del régimen chavista. El enviado, señaló la agencia con llamativas vueltas, “llegó a Venezuela para reunirse” con Maduro, “luego de que medios nacionales y extranjeros informaran sobre el previsto encuentro”.

“La información de su visita fue difundida en horas de la mañana (del viernes) por CNN”, se despegó la AVN. “Otros medios añaden que la audiencia solicitada por el enviado de Donald Trump fue aceptada con base en una ‘agenda cero’ para tratar asuntos concernientes a las relaciones bilaterales”, continuó la agencia, que en los párrafos siguientes se refirió a los choques de Washington con Brasilia y Bogotá por la cuestión de los deportados, pero sin hacer referencia a Venezuela.

Por su parte, la emisora Telesur se arriesgó un poco más y hasta tendió una mano amistosa a la Casa Blanca. Junto a una fotografía de Maduro y el enviado norteamericano sonrientes, el canal bolivariano estimó que “este diálogo revive los intentos secretos de acercamiento entre ambos gobiernos durante el primer mandato de Trump (2017-2021), cuando Grenell sostuvo reuniones con funcionarios venezolanos en Ciudad de México en 2020”.

Más aún, “la ‘agenda cero’ propuesta por el presidente venezolano” y también destacada por la AVN, “es definida como un punto de partida sin condiciones previas para reconstruir la confianza” entre Venezuela y Caracas, aventuró el artículo de Telesur.