"Fascista", "comunista", "mesiánico", "corruptos", "nazi"... Todo vale en la campaña para las inminentes elecciones presidenciales en Estados Unidos, pero pese a los esfuerzos de la candidata demócrata, Kamala Harris, y el presidente republicano Donald Trump, las encuestas siguen marcando que marchan empatados, lo que abre para la elección del martes 5 de noviembre un panorama de absoluta incertidumbre.
Este sábado dos encuestas reiteraron ese panorama electrizante, que llevará el comicio a una tensión como pocas veces, prometiendo además segura polémica si los resultados finalmente son tan ajustados como marcan los sondeos.
Según la encuesta nacional de CNN publicada este viernes, tanto Trump como Harris cosecharon el 47 por ciento de las preferencias. Sin embargo, el sondeo de The New York Times junto al Siena College, también ubicó a ambos candidatos en paridad, pero con Harris asomándose con una ligera ventaja de menos de un punto, ambos en torno al 48 por ciento de las preferencias. Esta última muestra encendió alarmas en el campamento republicano.
La encuesta de CNN, realizada por la empresa SSRS entre el 20 y el 23 de octubre con una muestra de 1.704 votantes, evidenció un apoyo igualado que dejó a analistas y estrategas en estado de adivinación respecto a los próximos movimientos de ambos bandos. Este resultado fue más ajustado en comparación con encuestas anteriores, donde uno de los candidatos brillaba con una ventaja considerable. Ahora, el tablero se encuentra en equilibrio, como un campo de batalla en el que cualquier error puede significar la derrota.
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Una ventaja insignificante
CNN recordó que, a diferencia de las elecciones de 2016 y 2020, donde Trump enfrentó a rivales que le sacaron varios puntos de ventaja, esta vez la diferencia con su contrincante es insignificante. En medio de un clima electoral especialmente turbulento, los sondeos mostraron una gran estabilidad, con un 85 por ciento de votantes decididos desde el principio de la campaña y solo un 15 por ciento que cambió de parecer. Pero el 11 por ciento restante, indeciso, podría ser el factor decisivo que incline la balanza.
En cuanto a la encuesta del NYT, Harris ostentó un 49 por ciento de apoyos frente al 48 por ciento de Trump a nivel nacional. En un desglose de los estados pendulares, cuatro estuvieron liderados por Harris y tres por Trump, cada uno con una mínima diferencia. Sin embargo, en un juego político donde los detalles marcan la diferencia, incluso un solo punto puede resultar fatal.
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Mientras tanto, otros estados mostraron ventajas más claras, pero estas se distribuyeron de manera desigual: Harris lideró por seis puntos o más en Minnesota, New Hampshire y Virginia, mientras que Trump se aseguró la misma ventaja en Texas, Florida y Ohio. Este mosaico de apoyos refleja una nación partida, lista para una confrontación que promete ser feroz y voto a voto.
El sondeo del NYT también insinuó que, si no se detectan cambios significativos hasta el 5 de noviembre, Harris podría alcanzar 276 votos electorales, superando los 262 de Trump. Sin embargo, la diferencia se convirtió en un hilo delgado, vulnerable a cualquier error o cambio inesperado. El sondeo incluso detectó una leve tendencia de cambio en favor de Trump en las últimas dos semanas, tanto a nivel nacional como en los siete estados bisagra, con la única excepción de Michigan. El reloj avanza y la cuenta atrás para la batalla electoral se intensifica.
NG
