INTERNACIONAL
tras reunión de doha

Ola de repudio internacional al fallo que avaló la reelección de Maduro

Estados Unidos, la UE, la ONU, la OEA y varios países latinoamericanos, de distinto signo ideológico, rechazaron la esperada confirmación que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Caracas, en manos del chavismo, hizo de la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE), otro organismo controlado por el oficialismo, de la victoria del presidente el 28 de julio. Presidentes como Gabriel Boric o Luis Lacalle Pou criticaron a la “dictadura”. El régimen rechaza las “injerencias”.

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Esperado. El fiscal Saab, chavista, y la presidenta de la Corte, Craryslia Rodríguez, que pidió el voto por Maduro antes de las elecciones. Ella confirmó la reeleccion, él persigue opositores. | afp

“Carece totalmente de credibilidad”, “no hemos visto ninguna prueba”, “pretende convalidar resultados sin sustento”: Estados Unidos, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea y diez países de Latinoamérica rechazaron ayer la sentencia que convalidó la reelección del presidente Nicolás Maduro en Venezuela.

Washington consideró que “es el momento” para que el chavismo gobernante y la oposición “inicien conversaciones sobre una transición” política. Sin embargo, poco después la Fiscalía venezolana anunció que citará al candidato opositor Edmundo González Urrutia como parte de una investigación penal en su contra.

González reivindica su victoria en los comicios del 28 de julio, en los que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó a Maduro reelecto. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) avaló el jueves el resultado. Ni el Tribunal ni el Consejo mostraron las actas del escrutinio. La oposición subió las que asegura representan más del 85 por ciento de los votos que le dan una amplia victoria a su candidato.

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Ante denuncias de fraude de la oposición, Maduro había pedido al TSJ validar los boletines del CNE, que le dan el 52% de los votos. La independencia del CNE y el TSJ ha sido cuestionada por la oposición y una misión de la ONU, que reafirmó sus críticas horas antes de que se conociera el fallo, el jueves.

El TSJ y la CNE, sostuvo la Misión Internacional Independiente de Investigación sobre Venezuela del Consejo de Derechos Humanos, forman parte de hecho de la “maquinaria represiva” del gobierno de Nicolás Maduro.

“Dar la cara”. Estados Unidos, que mantiene sanciones contra funcionarios del chavismo y la industria petrolera venezolana, y es parte de la presión internacional contra Maduro, sostiene, como varios países latinoamericanos, que existe “abrumadora evidencia” del triunfo de González Urrutia.

El fallo de la Corte Suprema “carece totalmente de credibilidad, dada la abrumadora evidencia de que González recibió la mayoría de los votos”, dijo Vedant Patel, portavoz del Departamento de Estado, en un comunicado. “Los continuos intentos de reclamar fraudulentamente la victoria de Maduro solo exacerbarán la crisis”, añade el texto, que llama a emprender negociaciones para una transición “respetuosa y pacífica”.

También la secretaría general de la Organización de Estados Americanos rechazó el fallo. 

El CNE no ha publicado resultados mesa por mesa, como exige la ley, al alegar que su sistema fue hackeado, lo que el Centro Carter y varios especialistas en ciberseguridad han descartado, al recordar, entre otras cosas, que los datos de cada sede de votación se transmitían por teléfonos satelitales. 

Liderada por la exdiputada María Corina Machado, la oposición publicó en una web copias de actas de escrutinio que, sostiene, comprueban la victoria de su aspirante con el 67% de los sufragios. 

Esa página web, que el chavismo desestima, es el blanco de la investigación penal contra González, que además fue declarado en desacato al no comparecer ante el TSJ en el proceso de “peritaje”. Él argumentó “indefensión”.

“Va a tener que dar la cara”, dijo ayer el fiscal general, Tarek William Saab, un dirigente chavista que ya lo investiga junto a Machado por “instigación a la insurrección”. González está en la clandestinidad y la última vez que apareció en público fue el 30 de julio. Desde entonces habla por redes sociales. El jueves por la noche, en un mensaje televisado luego del fallo del TSJ, Maduro lo desafió: “Mírame a los ojos, cobarde, ¿dónde estás, cobarde? Te reto a que salgas a la calle y des la cara por este país. Criminal, asesino, terrorista. Te reto a salir de la cueva”.

“Inaceptable injerencia”. Ayer, diez países de América Latina (Argentina, Costa Rica, Chile, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay) rechazaron “categóricamente”, en un comunicado conjunto con Estados Unidos, un fallo que, aseguran, “pretende convalidar los resultados sin sustento emitidos por el órgano electoral”.

“Solo una auditoría imparcial e independiente de los votos, que evalúe todas las actas, permitirá garantizar el respeto a la voluntad popular”, indicó el documento.

El canciller Yván Gil calificó de “inaceptable acto de injerencia” ese texto “grosero e insolente”.

En cambio, Machado saludó el comunicado. “A estas alturas, nadie se traga la burda maniobra del TSJ”, escribió en la red X.

En mensajes individuales en las redes sociales, los presidentes de Chile y Uruguay, Gabriel Boric y Luis Lacalle Bou, de signos ideológicos opuestos, coincidieron en calificar de “dictador” a Maduro tras este fallo. 

Para el mandatario uruguayo, el fallo confirma que el gobierno de Venezuela es “una dictadura que cierra todas las puertas a una vida institucional y democrática para su pueblo”, y para el presidente chileno “no hay duda de que estamos frente a una dictadura que falsea elecciones, reprime al que piensa distinto y es indiferente ante el exilio más grande del mundo”. Boric, un represente de la llamada nueva izquierda, quiso subrayar también que “la dictadura de Venezuela no es la izquierda. Es posible y necesaria una izquierda continental profundamente democrática y que respete los derechos humanos sin importar el color de quien los vulnere”.

“Resultado verificable”. “No hemos visto ninguna prueba”, dijo ayer el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell. “Mientras no veamos un resultado que sea verificable, no lo vamos a reconocer”, declaró Borrell en Santander, España, donde dijo estar intentando que los 27 países de la UE “fijen una posición” como bloque. Por lo pronto, el gobierno español pidió que “se publiquen de manera íntegra y verificable” las actas.

Preguntado sobre si reconoce la reelección de Maduro, el presidente de México, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, dijo este viernes que esperará “a que se den a conocer las actas”.

López Obrador formó parte de una iniciativa conjunta con sus pares de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y Colombia, Gustavo Petro, para promover una negociación. Lula y Petro –que no han comentado aún el fallo del Tribunal Supremo venezolano– propusieron una nueva elección, idea rechazada de plano por Maduro y la oposición. 

En contraste, los gobernantes de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y Nicaragua, Daniel Ortega, felicitaron a Maduro.

El TSJ –que no presentó detalles técnicos del peritaje que realizó– dijo en su fallo que el material electoral peritado queda bajo su “resguardo” y exhortó al Consejo Nacional Electoral a publicar en gaceta oficial los “resultados definitivos”, sin pedir detalle mesa por mesa.

 

Apoyo de aliados, prudencia de mediadores, silencio chino

Agencias

Solo los aliados incondicionales del chavismo –Rusia, Cuba, Nicaragua– expresaron ayer su apoyo a la polémica confirmación que la Justicia hizo de la reelección de Nicolás Maduro. Pero otros datos son significativos: la prudencia de los mediadores Brasil y Colombia, que insisten en su reclamo de que se exhiban las actas, el cambio de posición de Andrés Manuel López Obrador, que se sumó a ese reclamo después de haber dicho que aceptaría el fallo del TSJ, y el “estruendoso” silencio que llega desde Beijing.

“Se ha confirmado la victoria del pueblo de Bolívar, del pueblo de Chávez, del pueblo de Nicolás Maduro. Felicidades, queridos hermanos”, festejó Daniel Ortega en la plaza de Managua, que cuenta con un monumento al “comandante supremo”, rodeado de los inmensos arbolatas (árboles metálicos) plantados por su mujer, Rosario Murillo.

En La Habana también se celebró la “victoria”, acompañada de la habitual retórica revolucionaria, esta vez en palabras del canciller Bruno Rodríguez: “Deben respetarse las decisiones de las instituciones venezolanas y cesar la injerencia en Venezuela”. Bolivia y Honduras, con gobiernos revolucionarios e izquierdistas, también acompañaron con su apoyo.

En cambio, en el bloque que forman los tres países mediadores, la sentencia provocó un nuevo cambio de postura de López Obrador. El presidente mexicano, aliado histórico del chavismo, había dejado en manos de la corte venezolana, pese al evidente alineamiento del cuerpo con el chavismo, la decisión final sobre su reconocimiento del resultado de las elecciones. Ahora dice que esperará a ver las actas. El TSJ mandó al Consejo Electoral publicar los resultados, no el detalle, así que ha regresado a la postura inicial de requerir la publicación de las actas. No obstante ha asegurado que el Supremo había mandado su exhibición. No es así: en la sentencia, los jueces adelantan que el Consejo Nacional Electoral publicará los resultados, solo los resultados sin mayor detalle, en la Gaceta Oficial del Estado.

Pero tal vez lo más significativo sea el silencio de China. Dos días después de los comicios, la prensa oficial divulgó un comunicado formal en el que Xi Jinping felicitaba a Maduro “por su reelección como presidente de la República Bolivariana de Venezuela” y rechazaba toda “injerencia externa”. Desde entonces, cuando fueron creciendo las protestas internas y los cuestionamientos externos por el escrutinio, nada.