Imágenes impactantes, que demuestran un cambio físico drástico de los tres rehenes israelíes que se liberaron este 8 de febrero, renovaron el “escenario del horror” con el que Hamas entrega a los secuestrados el 7 de octubre de 2023, en este caso a cambio de 183 presos palestinos en Israel, todos cumpliendo condenas por terrorismo, en el marco del acuerdo de cese del fuego en Gaza.
A los tres rehenes, todos hombres, se les vio una bajada de peso extremo, y se encuentran en condición médica “pobre”, según el hospital que los está tratando.
Los tres rehenes –Or Levy, de 34 años; Eli Sharabi, de 52; y el alemán-israelí Ohad Ben Ami, de 56–, que llevaban 16 meses cautivos en Gaza, fueron exhibidos en un podio en una ceremonia organizada por la milicia yihadista palestina. Las imágenes de los tres hombres demacrados y extremadamente delgados siendo interrogados con un micrófono en un escenario por milicianos de Hamas armados y con el rostro cubierto causaron indignación en Israel.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, prometió que esas imágenes “no quedarán sin respuesta”. Previamente, su oficina se había limitado a condenar el “impactante espectáculo” que contó con la participación involuntaria de los rehenes.
Por su lado, la ONG Club de Presos palestinos denunció la “brutalidad” y los malos tratos en las cárceles israelíes y Hamas arremetió contra lo que calificó como una “política de asesinato a fuego lento”, en las prisiones. Pero la mayoría de los presos liberados lucían bien de salud y uno de ellos fue fotografiado en andas de una persona esgrimiendo un fusil de asalto.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que recibió a los rehenes y los llevó a Israel, pidió que las próximas liberaciones sean “dignas” y se realicen “en privado”.
El Foro de las Familias de rehenes israelíes denunció “imágenes chocantes” durante la liberación de los tres secuestrados, que, pese a su evidente agotamiento, fueron obligados a hablar desde el podio por un miliciano de Hamas encapuchado.
El presidente israelí Isaac Herzog denunció “un espectáculo cínico y cruel” que ilustra “un crimen contra la humanidad”.
La coreografía del horror de Hamas y el dilema moral de Israel
El canje de ayer estuvo en dudas hasta el viernes, tras las sorprendentes declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, quien al recibir a Netanyahu el martes en la Casa Blanca propuso que Estados Unidos tome el control de Gaza y que su población sea desplazada a países vecinos, una idea rechazada por Hamas y condenada por gran parte de la comunidad internacional.
Basem Naim, miembro del comité político de Hamas, criticó la “dilación y la falta de compromiso” de Israel en la implementación de la primera fase de la tregua, que afirmó que pone “en peligro” al acuerdo. Pero indicó que el movimiento islamista palestino sigue dispuesto a retomar las negociaciones para la implementación de la segunda fase del acuerdo, que debían comenzar mañana, y dijo que Hamas no desea “retomar la guerra”.
La primera fase del acuerdo, de seis semanas de duración prevé en total la entrega a Israel de 33 rehenes, entre ellos al menos ocho fallecidos, a cambio de la excarcelación de 1.900 palestinos. Desde el 19 de enero fueron liberados 21 rehenes y 765 prisioneros palestinos, además de un egipcio.
Dos de los rehenes liberados por Hamas están en grave estado
El estado de salud de dos de los rehenes liberados ayer es “malo” y el tercero presenta un “estado nutricional grave”, indicaron los hospitales israelíes a donde fueron trasladados tras 16 meses de cautiverio.
Se trata a los rehenes y sus familias para atender sus “necesidades físicas y emocionales”, explicó Hagar Mizrahi, director de la División de Medicina General del Ministerio de Salud.
Para Or Levy y Eli Sharabi “las consecuencias de 491 largos días de cautiverio son evidentes y su estado de salud es malo”, dijo Frenkel Nir, directora del hospital de Ramat Gan, cerca de Tel Aviv.
“Es la cuarta vez que el hospital recibe rehenes liberados de Gaza desde el inicio de la tregua y esta vez la situación es más grave”, advirtió. El tercer rehén, el israelí-alemán Ohad Ben Ami, presenta un “estado nutricional grave”, indicó el hospital Ichilov de Tel Aviv.
“En la evaluación médica inicial, fue evidente que regresó con un estado nutricional grave y perdió una cantidad significativa de masa corporal”, declaró Gil Fire, subdirector del centro médico.
Ben Ami, sin embargo, demostró tener “un espíritu resistente”, añadió. A los rehenes les espera también lidiar con duras noticias: la esposa de Or Levy, Einav, murió en el ataque terrorista de Hamas el 7 de octubre. La mujer de Eli Sharabi y sus dos hijas adolescentes murieron a su vez en su casa del kibutz Beeri.