La NASA logró un nuevo hallazgo: descubrió un campo eléctrico ambipolar, que era buscado por los científicos hace más de 60 años, gracias a mediciones realizadas desde el cohete suborbital Endurance. Durante décadas, detectarlo estaba más allá de los límites de la tecnología existente en aquel momento y, se creía que sus efectos sólo se sentirían a cientos de kilómetros de distancia.
Las naves espaciales que sobrevolaban los polos del planeta Tierra han detectado una corriente de partículas que fluía desde nuestra atmósfera hacia el espacio. Los teóricos la denominaron como "viento polar" y buscaron comprender sus causas.
El campo ambipolar, como área de energía fundamental de nuestro planeta junto con la gravedad y el magnetismo, puede haber moldeado continuamente la evolución de nuestra atmósfera, de maneras que ahora podemos comenzar a explorar
Los iones de hidrógeno, el tipo de partícula más abundante en el viento polar, experimentan una fuerza hacia afuera de este campo 10,6 veces más fuerte que la gravedad.
Alex Glocer, científico del proyecto Endurance en el Centro Goddard de la NASA, consideró que “eso es más que suficiente para contrarrestar la gravedad; de hecho es suficiente para lanzarlos hacia el espacio a velocidades supersónicas”
El campo eléctrico ambipolar aumenta lo que se conoce como la “altura de escala” de la ionósfera
El equipo de la agencia espacial estadounidense descubrió que el campo eléctrico ambipolar aumenta lo que se conoce como la “altura de escala” de la ionósfera en un 271%, lo que implica que este conjunto de capas continúa siendo más denso a mayores alturas de lo que sería sin él.
El investigador principal del Endurance en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, Glyn Collison, conjeturó que “algo tenía que estar extrayendo estas partículas de la atmósfera”.
En 2016, Collinson y su equipo se pusieron a trabajar en la invención de un nuevo instrumento que creían que estaba a la altura de la tarea de medir el campo ambipolar de la Tierra.
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El 11 de mayo de 2022, el Endurance despegó y alcanzó una altitud de 768,03 kilómetros, para luego amerizar 19 minutos después en el mar de Groenlandia. En el rango de altitud de 518 kilómetros donde recopiló datos, el Endurance midió un cambio en el potencial eléctrico de solo 0,55 voltios.
Debido a que se crea por la dinámica interna de una atmósfera, se espera que existan campos eléctricos similares en otros planetas, incluidos Venus y Marte.
PM/ff
