“Soy un veterano, pero al parecer no estoy de viejo lelo –ha dicho José Mujica unas semanas atrás–. La computadora biológica todavía me funciona bastante bien y por lo tanto no me voy a arrumbar como un trapo viejo en un rincón”. A los 79 años, el presidente uruguayo se siente con energías para encarar nuevos proyectos cuando abandone el poder. Aunque se presenta como candidato a senador, su máximo anhelo es montar una escuela de oficios agrarios en la chacra donde vive junto a su mujer, Lucía Topolansky.
Todavía le quedan algunos meses en el Ejecutivo: mañana es la primera vuelta de las elecciones presidenciales, pero seguramente habrá ballottage el 30 de noviembre entre Tabaré Vázquez y el opositor Luis Lacalle Pou. Su sucesor asumirá recién en marzo de 2015. Hasta entonces, Mujica tendrá tiempo para pensar en su futuro.
El mandatario es cabeza de lista para el Senado en la boleta del Movimiento de Participación Popular (MPP), que integra el Frente Amplio. Explicó que aceptó ser candidato al Congreso porque prevé una “difícil” composición parlamentaria, en la que ninguna fuerza tendría mayoría propia. “Se necesitará mucha capacidad de negociación y un espíritu de bajar la pelota al piso y de tratar de lograr amplios consensos”, afirmó.
Por eso Mujica llegará al Parlamento como un virtual mediador entre partidos. Sin embargo, la suya será algo parecido a una candidatura testimonial. En el entorno del presidente uruguayo explicaron a PERFIL que “Pepe seguramente irá alternando con su suplente, ya que él dijo que iba a estar un tiempo en la banca, pero no aclaró cuánto”. Su presencia en la Cámara “dependerá de la necesidad, según si tenemos mayoría”.
A lo que sí se dedicará a tiempo completo es a la construcción de una escuela agraria en el terreno que tiene junto a Topolansky en Rincón del Cerro. Se trata de un viejo deseo personal de la pareja presidencial, que ha visto de cerca cómo la tecnificación de la producción agrícola resultó expulsiva para muchos jóvenes del campo.
Habrá cursos y seminarios de capacitación para peones rurales sobre riego, secado de verduras, cadena de frío, hierbas medicinales, plantas autóctonas y otros menesteres. Mujica firmó un convenio para que los contenidos sean dictados por profesores de la Universidad del Trabajo de Uruguay. Pero la escuela funcionará en el predio del mandatario y toda la infraestructura corre por su cuenta.
Cerca de Mujica cuentan que “es un proyecto que tienen desde hace tiempo para que los ‘gurises’ del campo se queden en el campo, pero fueron avanzando pesito a pesito porque Pepe y Lucía no tienen mucho dinero”. Y agregan que “van paso a paso: consiguen un tractor, un vecino les presta un terreno, y así de a poco”.
Como la guerrilla, la cárcel y tantas otras cosas, la presidencia pronto quedará atrás para Mujica. Pero de la política no hay retiro. El mismo lo ha dicho: “Esta es una vida que no puede parar, y mientras tenga vida seguiré al pie de servir a lo que pienso”.