Jordania, Israel y el pueblo palestino avanzarán en medio de sus conflictivas relaciones políticas para llevar adelante un proyecto que permita revivir al Mar Muerto, que avanza paulatinamente hacia su muerte.
Durante los últimos 25 años, el nivel de la superficie del Mar Muerto, el cuerpo de agua más salobre del mundo, bajó un metro al año y de persistir la tendencia -advierten Jordania e Israel- el mar de 625 km cuadrados, y su ecosistema desaparecerán para 2050.
El proyecto para elevar el nivel del Mar Muerto, el punto más bajo de la tierra, pretende bombear agua desde el Mar Rojo, pero ha sido motivo de disputas entre Israel, palestinos y jordanos, según publica hoy el diario Clarín, que cita a la agencia AP.
Sin embargo, ante la gravedad de la situación y los peligros que corre el mar, hace unos meses se decidió avanzar en el proyecto.
Por un efecto colateral del agotamiento del agua una serie de abismos se abren repentinamente en los terrenos que rodean el mar. Cerca de la aldea jordana de Gor Haditha, varios letreros a la entrada de la aldea, advierten sobre los peligros de los hundimientos.
Cuando el Mar Muerto retrocede, sus sales son absorbidas por el terreno circundante, y se erosiona la tierra, porque los mantos acuíferos de agua potable se reducen también y el terreno se colapsa, lo que provoca los derrumbes.
La extinción del Mar Muerto extinguiría un lugar histórico,al que se hacen numerosas referencias en la Biblia, incluso en el Génesis.
El retroceso del mar ha sido causado por Jordania, Israel y Siria, que han desviado y sobreexplotado el agua de los ríos tributarios.
Israel y Jordania coincidieron en la idea de construir un ducto subterráneo que trajese agua desde el Mar Rojo: El proyecto "Rojo-Muerto". Pero la ruptura de las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos, y la intensificación de la violencia, frenaron el proyecto.
Después de algunas idas y vueltas y conversaciones suspendidas, a instancias de Jordania, en diciembre del 2006 comenzó el estudio de factibilidad, que tardará 2 años en completarse.
El ducto de 1.000 millones de dólares correría por la frontera entre Jordania e Israel. También hay planes para construir una planta de 1.500 millones de dólares, para desalinizar las aguas del Mar Rojo y que puedan utilizarlas Jordania, Israel y los palestinos.
El acuerdo incluyó a delegados palestinos de la facción moderada Al Fatah encabezada por el presidente Mahmoud Abbas, para que participara en un comité supervisor del proyecto
