La Red Siria para los Derechos Humanos (SNHR, por sus siglas en inglés) estima que el ahora depuesto gobierno del expresidente sirio Bashar al Assad hizo desaparecer por la fuerza al menos a 112.414 personas todavía en paradero desconocido.
La ONG, citada en múltiples ocasiones por organizaciones humanitarias internacionales como Amnistía Internacional, ha comenzado a recopilar al fin información pormenorizada de las cárceles sirias y a entrevistarse con los presos liberados durante y después de la ofensiva rebelde y yihadista que precipitó el fin del gobierno de Al Assad.
SHNR quiere matizar que “en las últimas semanas se han encontrado numerosas fosas comunes que contienen los cuerpos y los restos de miles de víctimas ejecutadas extrajudicialmente” que “siguen estando clasificadas como personas desaparecidas por la fuerza, ya que sus cuerpos no han sido devueltos a sus familias y su suerte no ha sido aclarada de manera concluyente”.
“Serán necesarios esfuerzos intensos y continuos para revelar toda la verdad sobre el destino de cada una de estas víctimas”, pide la ONG, con sede en Reino Unido pero con empleados en territorio sirio.
SNHR concluye con un llamamiento a la comunidad internacional para que “intensifique sus esfuerzos y garantice la rendición de cuentas y la justicia para las víctimas y sus familias, así como la promoción de la protección de los derechos humanos en Siria”.
El tío que huyó. Entre tanto, ayer, una fuente de seguridad libanesa informó que Rifaat al Assad, tío de Bashar al Assad, abandonó el país a través del aeropuerto de Beirut hace aproximadamente una semana, tras el derrocamiento de su sobrino por parte de los rebeldes.
Rifaat al Assad, de 87 años, está acusado por fiscales suizos de una larga lista de crímenes, incluidos “asesinatos, actos de tortura, tratos inhumanos y detenciones ilegales” mientras servía como oficial en el ejército sirio. Su participación en la infame masacre de febrero de 1982 en la ciudad occidental de Hama, donde murieron entre 10 mil y 40 mil personas, le valió el apodo de “el Carnicero de Hama”. Rifaat al Assad llegó a Líbano por tierra y “salió del aeropuerto de Beirut normalmente, ya que no existe ninguna orden de Interpol contra él”, dijo la fuente de seguridad.
La fuente agregó que Rifaat al Assad no era buscado por la agencia de Seguridad General del Líbano y no había otros documentos solicitando su arresto. La fuente solicitó anonimato, ya que no estaba autorizada para hablar con los medios.
Según la fuente, Rifaat al Assad abandonó Líbano hace alrededor de una semana y “utilizó un pasaporte diplomático”, sin revelar su destino.
Bouthaina Shaaban, extraductora del fallecido presidente sirio Hafez al Assad y asesora política de larga data de su hijo Bashar al Assad, también logró pasar por el aeropuerto de Beirut, según la fuente, utilizando igualmente un pasaporte diplomático.
Un amigo de Shaaban en Beirut reveló que la asesora de Assad huyó a Líbano la noche del 7 al 8 de diciembre y luego viajó a Abu Dabi.
Exvicepresidente de Siria, Rifaat al Assad se exilió en 1984 tras un intento fallido de derrocar a su hermano Hafez al Assad. Posteriormente, se presentó como opositor a su sobrino Bashar al Assad, quien sucedió a su padre en el año 2000, viajando a Suiza y luego a Francia.
En 2021, regresó a Siria desde Francia para evitar una sentencia de cuatro años de prisión por lavado de dinero y malversación de fondos públicos sirios.
A principios de este mes, periódicos suizos informaron que el Tribunal Penal Federal del país estaba considerando abandonar un caso que lo acusaba de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.
El tribunal señaló que el acusado, en sus 80 años, padecía enfermedades que le impedían viajar y participar en su juicio, según informaron los diarios.