(Desde San Pablo). En una inesperada cumbre virtual de jefes de Estado de los BRICS, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva trazó un panorama internacional crítico: “Vivimos un momento de creciente inestabilidad. Y cada vez está más claro que no se trata de una crisis de gobernabilidad mundial coyuntural”. Advirtió que los “pilares del orden mundial creados en 1945 hoy están siendo socavados, de forma acelerada e irresponsable”. En ese contexto, ponderó el líder brasileño, se deja de “cumplir el principio de igualdad soberana entre los Estados, y la injerencia en asuntos internos se torna una práctica común”.
Quedó claro, en su discurso, que el mensaje tenía destinatario: Donald Trump. No lo mencionó por el nombre, pero sí por las medidas de la Casa Blanca, adoptadas en relación a los aranceles (impuestos de importación del 50%), que recaen sobre Brasil e India. Según Lula, la actual administración republicana ha decidido “chantajear ” a ambos países por cuestiones políticas: “El chantaje arancelario se ha normalizado como un instrumento para interferir en los asuntos internos”.
Recordó, entonces, que “América Latina y el Caribe tomaron, desde 1968, la opción de verse libre de armas nucleares. Hace 40 años que somos una Zona de Paz y Cooperación”. El presidente brasileño tomó, entonces, una posición absolutamente contraria al despliegue de buques de guerra realizado estos días por Estados Unidos en las proximidades de Venezuela. “La presencia de fuerzas armadas de la mayor potencia del mundo en el Mar Caribe es un hecho absolutamente incompatible con la vocación pacífica de la región”, sentenció.
En esa línea, señaló que las soluciones pacíficas de las controversias han dado lugar a una “conducta belicosa”. La adopción de “medidas extraterritoriales amenaza a nuestras instituciones”, aludió así a las sanciones de Washington contra los jueces de la Corte Suprema brasileña, a quienes impiden el ingreso a territorio norteamericano, al negarles la visa. “Divide y vencerás es la estrategia del unilateralismo. Depende de los BRICS demostrar que la cooperación triunfa sobre cualquier forma de rivalidad”.
Para el gobernante brasileño, la Cumbre del grupo realizada en Río de Janeiro dos meses atrás demostró que “somos capaces de aportar medidas concretas a los dilemas que enfrenta la humanidad. Aprobamos decisiones importantes sobre el cambio climático, la salud global, la gobernabilidad de la inteligencia artificial y la integración económica y comercial”.

Describió, entonces, el peso específico de los BRICS en el mundo: “Representamos 40% del PBI, el 26% del comercio internacional y casi el 50% del total de la población en el mundo. Y tenemos entre nosotros a los principales exportadores y consumidores de energía. Hemos reunido las condiciones necesarias para promover la industrialización verde, que genera empleo e ingresos en nuestros países”. Concluyó con un dato poco conocido: “Poseemos 33% de la tierra cultivable y representamos 42% de la producción agrícola internacional”.
Puso de relieve, en ese marco, que el conjunto de 10 países que integran esa área “tiene la legitimidad necesaria para liderar la refundación del sistema multilateral de comercio, sobre una base moderna y orientadas a nuestras necesidades de desarrollo”. Y dijo que espera llegar “todos unidos a la 14ª Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio que se realizará en Camerún”.
Finalmente enfatizó, a modo de conclusión, que dentro de dos semanas estarán reunidos los mismos presidentes en la 80ª Asamblea General de las Naciones Unidas. “Ese será el momento para hablar con una sola voz en defensa del multilateralismo”.
ML