Una serie de documentos secretos, recientemente revelados, mostró evidencia de cómo la CIA -la agencia de inteligencia de Estados Unidos- llevó a cabo un programa llamado MKUltra en el que cientos de estadounidenses fueron drogados y torturados con el fin de desarrollar drogas de control mental para ser utilizadas contra los soviéticos durante la Guerra Fría.
Los 20 documentos con más de 1.200 páginas de información detallan cómo la CIA utilizó sueño inducido, electroshocks y "conducción psíquica" en personas drogadas que fueron torturadas psicológicamente durante semanas o meses para reprogramar sus mentes.
Entre las personas sometidas a este estudio se encontraban delincuentes, enfermos mentales y drogadictos, pero también soldados del ejército y ciudadanos comunes a quienes se les suministraban drogas sin su conocimiento, revelaron los documentos publicados por el Archivo de Seguridad Nacional (NSA).
"La CIA llevó a cabo experimentos aterradores usando drogas, hipnosis, aislamiento, privación sensorial y otras técnicas extremas en sujetos humanos, a menudo ciudadanos estadounidenses, quienes con frecuencia no tenían idea de lo que se les estaba haciendo o que eran parte de una prueba de la CIA", dijo la NSA.
"Estos registros también arrojan luz sobre un período especialmente oscuro en la historia de las ciencias del comportamiento, en el que algunos de los mejores médicos en el campo llevaron a cabo investigaciones y experimentos generalmente asociados con los médicos nazis que fueron juzgados en Nuremberg".
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Las páginas recientemente desclasificadas detallaron que, entre 1953 y 1964, por decisión del entonces subdirector Allen Dulles, la agencia llevó a cabo 144 proyectos destinados a desarrollar procedimientos y fármacos que pudieran utilizarse durante los interrogatorios, para debilitar a detenidos y forzarlos a confesar.
Aunque durante mucho tiempo se pensó que las personas sometidas a este programa secreto eran prisioneros, pacientes mentales y drogadictos, el informe mostró que incluso funcionarios de la CIA y del Ejército y "sujetos involuntarios procedentes de todos los ámbitos de la vida" fueron drogados con "grandes dosis de LSD-25" a lo largo del experimento.
Un documento de 1955 enumeraba 17 "materiales y métodos" en los que trabajaba la agencia, incluidas sustancias que "promueven el pensamiento ilógico", ayudarían a los individuos a soportar "privaciones, torturas y coerciones durante los interrogatorios" e intentos de "lavado de cerebro".
La lista incluía sustancias que "producían discapacidad física, incluida parálisis, y otras que alteraban la estructura de la personalidad" o que "producían euforia "pura" sin bajón posterior", y una "píldora para dejar fuera de combate" que se utilizaría "en medicaciones subrepticias y para producir amnesia, entre otras cosas".
Uno de los documentos revelados, fechado en 1956, mostró que los investigadores estaban desarrollando "una droga antiinterrogatorio" probando "materiales capaces de producir alteraciones en el sistema nervioso central humano que se reflejan como alteraciones en el comportamiento humano".
Un documento de ese año también mostró que la CIA estableció casas seguras que fueron dirigidas por el agente de narcóticos George White "para realizar experimentos que involucraban la administración encubierta de materiales fisiológicamente activos a sujetos inconscientes".
Otro memorándum sobre una reunión clasificada, que forma parte de los archivos revelados, mostró que la CIA estudió la posibilidad de realizar pruebas en extranjeros, pero decidió que en su lugar debían continuar las pruebas involuntarias en ciudadanos estadounidenses.
"Pérdida total de apetito. Alucinaciones. La habitación cambiaba de forma. Horas de paranoia y sensación de violencia", detalló el mafioso James "Whitey" Bulger, ex jefe del crimen organizado, que fue utilizado en las pruebas mientras cumplía sentencia en la cárcel de Atlanta.
"Pasamos por momentos horribles, en los que vivimos pesadillas y hasta sangre saliendo de las paredes. Había tipos que se convertían en esqueletos frente a mí. Vi cómo una cámara se transformaba en la cabeza de un perro. Sentí que me estaba volviendo loco", agregó Bulger, que era uno de los ocho convictos que, sometidos al programa MKUltra, vivían en estado de pánico y paranoia constante durante las pruebas.
Uno de los últimos documentos del programa, publicado en 1963, reveló que los agentes utilizaron radiación, electroshock, varios campos de la psicología, psiquiatría, sociología y antropología, grafología, sustancias de acoso y dispositivos y materiales paramilitares.
El nombre del proveedor de LSD fue eliminado del informe, pero la compañía farmacéutica Eli Lilly desarrolló un proceso para agilizar la fabricación de esta droga a finales de 1954. "La CIA tenía [LSD] en abundancia gracias a Eli Lilly, que había desarrollado la capacidad de producir la droga en 'cantidades enormes' y había aceptado convertirse en proveedor de la agencia", según la NSA.
"A pesar de los esfuerzos de la Agencia por borrar esta historia oculta, los documentos que sobrevivieron a esta purga y que se han reunido aquí presentan una narrativa convincente e inquietante del esfuerzo de décadas de la CIA para descubrir y probar formas de borrar y reprogramar la mente humana", dijo la NSA, que publicó junto a ProQuest los documentos desclasificados el 23 de diciembre.
ds