Rebeldes liderados por yihadistas tomaron ayer el aeropuerto de Alepo y decenas de localidades cercanas, tras haber dominado gran parte de la segunda ciudad más importante de Siria, informó un observatorio de guerra.
Moscú, aliado de Damasco, respondió con sus primeros bombardeos en Alepo desde 2016, mientras los yihadistas y sus aliados respaldados por Turquía avanzaban rápidamente en una ofensiva que iniciaron el miércoles, coincidiendo con un alto el fuego en el vecino Líbano entre Israel y Hezbollah.
Los enfrentamientos han causado al menos 327 muertos, en su mayoría combatientes, pero también incluyen 44 civiles, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG con sede en Londres y una amplia red de informantes en el territorio de Siria.
“Hayat Tahrir al-Sham (HTS) y facciones aliadas tomaron el control de la mayor parte de la ciudad, así como de los centros gubernamentales y prisiones sin encontrar gran resistencia”, señaló el observatorio.
También lograron ocupar el aeropuerto de Alepo tras la retirada de las fuerzas gubernamentales y se apoderaron de “decenas de localidades estratégicas sin resistencia alguna”, añadió.
El ejército sirio confirmó que los rebeldes habían ingresado en “grandes partes” de la ciudad, que alberga a unos dos millones de habitantes, y añadió que “decenas de hombres de nuestras fuerzas armadas murieron y otros resultaron heridos”.
HTS es una alianza yihadista liderada por la antigua rama siria de Al Qaeda, que junto a sus aliados ha controlado durante mucho tiempo un enclave rebelde en la región de Idlib, al noroeste del país.
El jefe del Observatorio, Rami Abdel Rahman, dijo que “en este momento, el régimen sirio parece haber sido abandonado por sus principales aliados, Irán y Rusia, quienes hasta ahora han llevado a cabo ataques simbólicos”.
Rusia efectuó bombardeos en partes de Alepo durante la noche, informó el Observatorio. Y durante el día de ayer, “al menos 16 civiles murieron y otros 20 resultaron heridos” en nuevos ataques aéreos de la aviación de Moscú.
Francia pidió a todas las partes proteger a los civiles en Alepo.
Imágenes en las redes mostraron incendios tras los bombardeos, mientras fotografías captaron a los rebeldes en las inmediaciones de la emblemática ciudadela de Alepo.
“Esperando 10 años”. Se observaron combatientes posando con una bandera rebelde frente a una comisaría que tenía un gran retrato del líder sirio Bashar al-Assad, y parados debajo de una valla publicitaria parcialmente quemada con la imagen del presidente.
El ejército sirio afirmó que los rebeldes habían lanzado “un ataque amplio desde múltiples frentes en Alepo e Idlib”, reportando intensos combates “en una franja que supera los 100 kilómetros”.
Mientras la lucha continuaba por cuarto día, el Observatorio informó que el gobierno había perdido 100 soldados y milicianos, mientras que los rebeldes registraron 183 bajas.
Indicó además que los rebeldes habían tomado decenas de localidades en el norte, incluidas Maaret al-Numan y Khan Sheikhun. “Hemos estado esperando esto” durante años, dijo el combatiente rebelde Mohamed Hammadi en una plaza de Alepo, antiguo centro industrial de Siria antes de la guerra.
El joven de 29 años afirmó que la ofensiva era “para liberar Alepo y acabar con la opresión contra nuestros hermanos en la ciudad. Vamos a liberar toda Siria, si Dios quiere”.
La estación de radio progubernamental Sham FM reportó que “grupos armados estaban presentes en varias calles y barrios de Alepo. La mayoría de los civiles evita salir de sus casas y las instituciones públicas y privadas de la ciudad están prácticamente cerradas”.
El OSDH señaló que “el gobernador de Alepo y los comandantes de las ramas de policía y seguridad se retiraron del centro de la ciudad”.
Algunos combatientes rebeldes dispararon al aire en señal de celebración al llegar al centro de la ciudad, donde se veía colgada una bandera rebelde en un semáforo, según las imágenes.
Los distritos occidentales de Alepo estuvieron bajo control rebelde hasta 2016, cuando un asedio del ejército forzó una evacuación negociada. Rusia, cuyo apoyo aéreo fue decisivo para cambiar el rumbo a favor del gobierno, se unió a Irán ayer para expresar “gran preocupación” por las pérdidas de su aliado.
“Se reafirmó un fuerte apoyo a la soberanía e integridad territorial de la República Árabe Siria”, indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso tras una llamada entre Sergei Lavrov y su homólogo iraní Abbas Araghchi. Teherán informó que Araghchi viajará a Damasco hoy para discutir sobre la ofensiva rebelde, que incluyó un ataque al consulado iraní en Alepo (ver recuadro).
Desde 2020, el enclave rebelde en Idlib ha estado sujeto a una tregua mediada por Turquía y Rusia, que se ha mantenido en gran medida pese a repetidas violaciones. El ministro iraní también realizará consultas en Ankara, indicó su ministerio.
Lavrov habló con su homólogo turco Hakan Fidan ayer, y acordaron la necesidad de “coordinar acciones conjuntas para estabilizar la situación”. Ankara emitió el viernes un comunicado pidiendo el fin de los bombardeos rusos de represalia sobre el enclave rebelde.
Una campaña preventiva del yihadismo
Said Chaya*
La situación regional es de inmensa fragilidad. Una de las características que tienen las guerras del siglo XXI es que justamente generan escenarios fractales, digamos, de creciente impacto regional. Es como si un conflicto encendiese otro, muchas veces son conflictos que tienen que ver con lo humanitario, con lo ambiental. Otras veces, estallan conflictos en zonas cercanas, que no están directamente vinculados al conflicto mayor que de alguna manera son una consecuencia del mismo. Creo que acá está pasando algo parecido. Entonces, repasemos: en el año 2019 hubo una serie de acuerdos sobre los límites que iba a tener el enclave de Idlib. Idlib es un territorio que está al norte de Siria que fue a donde empujaron a las fuerzas de Al Qaeda y similares. Todos los grupos yihadistas, como se los llamos, los grupos más islamistas, islamistas, fueron empujados hacia esa zona. A través de diferentes campañas, el gobierno de Siria fue recuperando territorio de ese enclave, por lo que el gobierno Sirio no debería haber lanzado esos ataques. Al parecer, lo que sucedió aquí fue una cuestión distinta a la que estoy leyendo en muchos medios occidentales. El gobierno de Siria estaba preparando una ofensiva, una nueva ofensiva, sobre Idlib, destinada a quitarle más territorio del enclave.Frente a eso, el gobierno de Idlib, del enclave, que está formado más que nada, por Al Qaeda, Estado Islámico y otros aliados, lanzó una suerte de campaña preventiva. Esto generó que Irán y Rusia salieran a defender a Siria. En este contexto, Turquía se entrometió actuando en tándem con estos grupos yihadistas, no porque Turquía ahora apoya el terrorismo islámico, que también la ha atacado, sino que la posición turca fue decir que intervino para que se respeten los límites internacionales previstos en los acuerdos de 2019, porque hay que recordar que Idlib también limita con Turquía, que tiene varios puestos de control en la frontera.
* Doctor en Relaciones Internacionales. Coordinador del Núcleo de Estudios de Medio Oriente (NEMO) de la Universidad Austral.
La diplomacia en accción
Agencias
Los máximos responsables diplomáticos de Rusia, Turquía e Irán comenzaron ayer domingo una intensa ronda de contactos ante el avance de las últimas horas protagonizado por el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS) y movimientos armados de oposición al Gobierno sirio.
Los tres países son los garantes del llamado Proceso de Astaná, la iniciativa de paz para Siria que ahora mismo pasa por un proceso extremadamente delicado.
Rusia e Irán son aliados estratégicos del Gobierno sirio, pero Turquía ha tenido que salir al paso contra las acusaciones de que da respaldo logístico a los grupos opositores que están atacando Alepo y otras provincias, algunos de ellos integrantes de la coalición conocida como el Ejército Nacional Sirio con la que colabora.
Tras mantener primero una conversación telefónica el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, con su homólogo turco, Hakan Fidan, el diplomático ruso habló con el ministro de Exteriores iraní, Abbas Araqchi, en la que ambos “expresaron su máxima preocupación por la peligrosa escalada de violencia en Siria debido a un ataque terrorista por parte de grupos armados en las provincias de Alepo e Idlib”, donde también avanza la oposición, “y reafirmaron su firme apoyo a la soberanía e integridad territorial de la República Árabe Siria”.
Además, Araqchi comenzará en las próximas horas una gira relámpago, primero a Damasco, “para realizar consultas sobre cuestiones regionales, especialmente sobre los acontecimientos recientes” en Alepo, y mañana viajará a Ankara para tratar con Fidan este tema en persona, hizo saber su departamento en un comunicado publicado por la agencia semioficial de noticias iraní ISNA.