En un mundo convulsionado por guerras, con grandes ciudades destruidas por bombardeos y cientos de miles de personas que abandonan sus casas para protegerse, un grupo de 13 países advirtió que está en juego la supervivencia de la humanidad. Al finalizar ayer la reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, estas naciones del Sur Global decidieron formar el Grupo de Amigos de la Paz, bajo el liderazgo de China, Brasil, África del Sur, Argelia, Turquía, Bolivia, Colombia, Egipto, Indonesia, México, Kenia, Zambia y Kazajistán.
A las grandes potencias atómicas les reclamó: “Pedimos que se abstengan del uso de armas de destrucción masiva como las nucleares, las químicas y las biológicas. Todos los esfuerzos deben estar dirigidos a prevenir la proliferación y a evitar una guerra nuclear. Todas las partes deben cumplir los acuerdos internacionales relevantes e impedir de manera resuelta accidentes nucleares provocados por el hombre”. El documento firmado por todos los participantes, hace un llamado a las “naciones en conflicto” para reducir la escalada de las guerras y destaca “la importancia de no expandir el campo de batalla y no intensificar los combates”.
La declaración se refiere específicamente al conflicto bélico entre Kiev y Moscú. Y afirma, al respecto, que hay “preocupación por los riesgos que derivan de él”; señala que ya afectó a muchos países y demanda “la observación de los principios de la Carta de las Naciones Unidas, respetando la soberanía y la integridad territorial de los Estados, respetando las legítimas preocupaciones de los Estados y considerando la necesidad de sostener los principios de paz, seguridad y prosperidad”.
En ese contexto, pide “la asistencia humanitaria y la protección de civiles”, y sobre todo, rechaza el ataque a “las infraestructuras civiles, incluidas las instalaciones nucleares pacíficas y otras instalaciones de energía, que no deben ser blanco de operaciones militares”.
Arde Medio Oriente por la muerte del líder de Hezbolá: Rusia condenó el ataque de Israel
La iniciativa fue concretada bajo el liderazgo de la diplomacia de Beijín, con la conducción del ministro Wang Yi, y de Brasilia, con el canciller Mauro Vieira. El acuerdo final destaca la decisión de poner en marcha ese Grupo especial, con consultas en los distintos niveles y con todas las partes. Las negociaciones quedarán en manos en los representantes permanentes de estas naciones en la ONU.
En el contexto conflictivo de Medio Oriente, el Palacio de Itamaraty, en Brasilia, anunció hoy su preocupación ante la creciente escalada bélica de Israel en el Líbano. Y señaló que se estudian las vías más factibles para rescatar los ciudadanos brasileños que actualmente viven en ese país. La cancillería informó que “se está montando un menú de opciones”, mientras mantienen un diálogo con las “dos partes involucradas”. Pero también advierte que los bombardeos sobre Beirut y el sur del Líbano se intensificaron las últimas semanas, con lo cual generaron una “gran alarma en la comunidad internacional" por el “aumento de los riesgos para los ciudadanos extranjeros”.
"Hasán Nasralá está muerto": Israel eliminó con sus bombardeos en Beirut al líder de Hezbolá
Con la intensificación de las hostilidades de Israel contra Hezbolá, “se elevó a niveles extremos la inseguridad, con lo que inclusive tornó las rutas de fuga cada vez más limitadas” señalaron fuentes diplomáticas. Según Itamaraty, la ruta más probable para la repatriación será la frontera del norte del Líbano con Siria; pero la diplomacia brasileña teme que las rutas de evacuación se tornen inviables a medida que se agrava el conflicto. La Fuerza Aérea de Brasil, que se hará responsable del rescate, informó que está “preparada al 100 por ciento para cumplir la misión, en cuanto el gobierno lo demande”. Las relaciones entre Brasil e Israel pasan por el momento más crítico. El gobierno de Lula da Silva retiró, hace meses, su embajador en Tel Aviv y dejó la misión diplomática bajo el comando de su encargado de negocios. El alejamiento entre ambos países se vio cristalizado esta semana cuando el jueves la delegación de Brasil en la Asamblea de la ONU se retiró de la sal, durante el discurso del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu. En cambio, estuvo presente durante la exposición del presidente de la Autoridad Palestina de Cisjordania y Gaza, Mahmud Abás.
Gi
