"Estamos en una era de rearme". Con esta declaración tajante, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, marcó el tono en la presentación de un ambicioso plan para incrementar el gasto en defensa en la Unión Europea (UE). El anuncio se dio en un contexto de creciente incertidumbre internacional relacionada al acercamiento del presidente estadounidense Donald Trump al ruso Vladimir Putin, que puso en jaque no solo la posición de Ucrania en la guerra sino de la seguridad del bloque europeo.
El martes, la mandataria del órgano ejecutivo de la UE anunció un paquete multimillonario que pretende movilizar hasta 800.000 millones de euros en los próximos cuatro años, con el objetivo de reforzar las capacidades militares de Europa. Este ambicioso programa se considera una respuesta a la creciente escalada de tensión en el este europeo, luego de que Washington, principal sostén de la contraofensiva liderada por Volodímir Zelenski, suspendiera el envío de asistencia militar a Ucrania que había sido aprobada por el Congreso estadounidense.
A esto sumó la ofensiva de Trump hacia Europa, una retórica que tiene un componente comercial -mediante la imposición de aranceles- y militar, considerando las declaraciones en contra de la OTAN, la alianza transatlántica que sirve de paraguas de seguridad para el continente.
Cómo será el "plan de rearme" de Europa
El plan de rearme, presentado por von der Leyen, se nutrirá principalmente de fondos europeos y, en gran medida, de la movilización de gasto nacional. De los 800.000 millones de euros previstos (unos 850 mil millones de dólares estadounidenses), aproximadamente 150.000 millones se destinarían a préstamos a los países miembros a través de deuda común, lo que generará un impacto inmediato en la capacidad de gasto de los Estados miembros.
Aunque este paquete representa una medida decidida para aumentar las inversiones en defensa, la presidenta de la Comisión subrayó que la clave del éxito residirá en la capacidad de los países de la UE para aumentar su propio gasto militar.
"Es el momento de Europa y estamos dispuestos a dar un paso adelante", afirmó von der Leyen en una breve rueda de prensa en Bruselas, resaltando que el plan busca no solo reforzar la defensa del continente, sino también aumentar la asistencia militar a Ucrania. Esta medida resulta particularmente relevante después de que Estados Unidos decidiera congelar los fondos destinados a la contraofensiva ucraniana, poniendo en peligro los esfuerzos de la nación para resistir la invasión rusa. De este modo, la UE pretende reducir su dependencia de Washington y asegurar su autonomía en términos de defensa.
El nuevo plan, denominado "Rearm Europe" (rearmar Europa), incluye varios componentes cruciales. Uno de los aspectos más destacados es la creación de un "instrumento financiero" destinado a proporcionar préstamos a los Estados miembros, respaldados por el presupuesto europeo. Con una dotación de hasta 150.000 millones de euros, estos fondos se utilizarán para la compra conjunta de equipamiento militar, como sistemas de defensa aérea, misiles, drones y tecnología de guerra electrónica.
Otro aspecto importante es la interoperabilidad. Von der Leyen enfatizó que estas compras conjuntas permitirían a los países de la UE fortalecer su base industrial de defensa y garantizar la previsibilidad y eficacia de las adquisiciones. En este contexto, la presidenta de la Comisión destacó que los esfuerzos europeos deben alinearse con los de la OTAN, una organización a la que pertenecen 23 de los 27 países miembros de la UE.
Según von der Leyen, si los países de la UE aumentan su gasto en defensa en un 1,5% de su PIB, se movilizaría esa cifra extra de 650.000 millones de euros. Este paso permitiría a los países superar el compromiso actual de la OTAN de gastar un 2% del PIB en defensa, un objetivo que podría elevarse a un 3,5% tras las demandas de Trump para un aumento más significativo del gasto militar de los países de la Alianza.
La tensión con Estados Unidos
El plan de rearme europeo también se presenta en un contexto de creciente división con Estados Unidos, especialmente con la política de Donald Trump y su acercamiento hacia Rusia. Durante su campaña electoral e inicio de mandato, Trump cuestionó reiteradamente el compromiso de Washington con la seguridad europea, lo que ha generado dudas sobre la fiabilidad de la OTAN como garante de la defensa continental. Esta incertidumbre ha llevado a la UE a buscar nuevas formas de asegurar su independencia en materia de defensa y seguridad, lo que se refleja en la propuesta de Von der Leyen.
Además, el reciente anuncio de Trump de congelar la ayuda militar a Ucrania, un aliado clave de Europa en la lucha contra la invasión rusa, ha incrementado la necesidad de la UE de actuar de manera más autónoma. Ante esta situación, Bruselas busca movilizar los recursos necesarios para mantener la estabilidad en Europa, reforzando tanto la defensa interna como el apoyo a Ucrania en su lucha contra Rusia.
Sin embargo, la propuesta de la presidenta de la Comisión ha sido recibida con cautela y cierto escepticismo, especialmente ante los desafíos que plantea la implementación efectiva de estas medidas, incluido de dónde procederán exactamente los fondos adicionales. Asimismo, se suma el desafío de conseguir que los Estados miembros aumenten su gasto militar de manera significativa como otro de los puntos críticos del plan.
cd / Gi
