En una de las mayores operaciones contra la Cosa Nostra en las últimas décadas, la policía italiana detuvo este martes a casi 150 personas en Palermo, Italia, y sus alrededores. Las redadas, que contaron con la participación de más de 1.200 agentes, se llevaron a cabo en el marco de una investigación que busca desmantelar los clanes que aún controlan vastas zonas de Sicilia.
Las autoridades emitieron 183 órdenes de arresto, de las cuales 36 correspondían a individuos que ya estaban detenidos. Los delitos imputados incluyen tentativa de homicidio, asociación mafiosa, asociación ilícita, apuestas ilegales por internet, extorsión y tráfico de drogas, según informaron los investigadores.
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Los medios italianos resaltaron que se trata de la mayor operación realizada contra la mafia siciliana desde septiembre de 1984. Ese año se dictaron 366 órdenes de detención contra miembros de la Cosa Nostra y empresarios cómplices tras las revelaciones del arrepentido Tommaso Buscetta. Los arrestos dieron lugar al macrojuicio de 1986, que se saldó con 346 condenas, 19 de ellas a cadena perpetua.
La primera ministra Giorgia Meloni elogió el operativo de este martes, al que calificó como un "fuerte golpe a la Cosa Nostra", a la par que aseguró que "confirma el compromiso constante del Estado con la lucha contra el crimen organizado". "La lucha contra la mafia no se detiene y no se detendrá jamás", prometió.
Golpe a la Cosa Nostra siciliana
Aunque la Cosa Nostra ya no ostenta la misma influencia de décadas pasadas, en parte debido a una fuerte represión estatal y a la expansión de la 'Ndrangheta calabresa, la investigación reveló que los clanes sicilianos continúan operando con fuerza en la isla. Sumado a esto, si bien los líderes mafiosos actuales intentan evitar enfrentamientos violentos para no atraer la atención de las autoridades, en los allanamientos se encontraron armas y se detectaron episodios de palizas brutales.
Según la policía de Palermo, la mafia sigue ejerciendo un férreo control en su territorio, financiándose principalmente a través del tráfico de drogas y la extorsión a comerciantes, una práctica conocida como "pizzo". En uno de los casos investigados, un clan se apoderó de la distribución de mejillones y mariscos en dos pueblos costeros, obligando a los restaurantes a comprar sus productos a precios inflados.
Además, las viejas estructuras de poder siguen vigentes: la mafia mantiene una organización jerárquica y una lealtad de por vida. Sin embargo, ha modernizado sus métodos, utilizando teléfonos inteligentes encriptados para coordinar sus actividades y evitar las tradicionales reuniones presenciales.
Uno de los aspectos más preocupantes que reveló la investigación es la capacidad de la Cosa Nostra para seguir reclutando jóvenes. Es que, a pesar de los múltiples arrestos y la constante persecución judicial, "aún logra atraer a un gran número de jóvenes que abrazan sus principios" y se ofrecen a trabajar para ellos, señaló la policía.
Otro dato alarmante es la infiltración de la mafia en las instituciones. Por ejemplo, en noviembre pasado, un empleado de la fiscalía de Palermo fue arrestado tras ser acusado de filtrar información a los clanes mafiosos.
La Cosa Nostra dejó una huella de terror en Italia, con episodios emblemáticos como los asesinatos de los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino en 1992. Sin embargo, la fuerte ofensiva estatal tras estos crímenes debilitó a la organización, permitiendo que la 'Ndrangheta, hoy considerada la mafia más rica y poderosa de Italia, expandiera su control sobre el tráfico de cocaína en Europa.
MB / Gi
